Capítulo 22. Ya es hora

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Alzheimer, sé lo que es, sé lo que implica y sé el final, por lo tanto, no acepto que mamá padezca de eso, es una broma, una broma de muy mal gusto.

Ella nos mira y veo como sus ojos se humedecen, baja la cabeza y mi corazón se rompe.

No es una broma.

—Largo —ordena papá entre dientes mientras se pone de pie—. ¡Largo! ¡Largo todos!

—¡No puedes echar a tu padre!

—¡Un padre no hace lo que tú haces, un padre no lastima a sus hijos, tú no eres un padre, eres un monstruo! ¡No tenías el derecho de hacer lo que hiciste! ¡No tienes el maldito derecho de hurgar en mis cosas privadas! ¡Por eso y mil razones más LARGO!

—¡Si me echas dejaré de ser tu padre!

—¡Pues a partir de hoy me declaro huérfano! Mis padres murieron hace años, ahora lar-go.

Todos se ponen de pie y papá los acompaña a la salida. Trago grueso y respiro hondo.

—E-es mentira, ¿verdad? El abuelo lo dijo solo porque quería hacernos daño—Reprime un sollozo y me mira—. Mamá….

—¿Qué es el Alzheimer?— pregunta Bill perdido en la confusión.

—Papá dijo que no querías ver al doctor, ¿él te lo dijo?

—Es verdad Jeremy — dice papá llegando junto a nosotros, tiene los ojos rojos. Niego mientras empiezo a sentir un nudo en mi garganta —, lo es hijo.

—No, tiene que ser mentira.

—Jer….

—E-es que…

—¡Es verdad Jeremy! — grita Luke, yo niego mientras empiezo a sentir como las lágrimas se deslizan por mi mejilla —, por eso nos olvidó aquel día, por eso olvida algunas cosas y seguirá haciéndolo, por eso las pastillas.

—¿De qué hablan? —pregunta Bill ya asustado.

—Y-yo lo siento tanto —solloza mamá y noto que sus manos tiemblan.

—No te disculpes cielo — murmura papá abrazándola, aparto el plato y me pongo de pie.

—Jeremy… — murmura Luke, pero no hago caso.

—Quiero estar solo — susurro antes de irme. Subo las escaleras corriendo hasta mi habitación, cierro la puerta y un grito se escapa de mí. Sollozando con fuerza, me acerco a mi escritorio y empiezo a lanzar todo lo que encuentro, porta retratos, cuaderno, lápices, la silla.

El dolor que siento es demasiado, me duele saber, me duele imaginar que mamá se olvidará de mí en algún momento, se olvidará de cuando me cargaba en brazos, se olvidará de todo.

*******

—¿Está todo bien?— pregunta suavemente, su voz me tranquiliza de sobremanera. Debería asustarme el que esté tan acostumbrado a ella.

—No.

Escucho como respira hondo.

—Lo supuse, escuché que gritabas y algunas cosas que se rompían.

—Alzheimer — murmuro.

—¿Qué?

—Por eso nos olvidó aquel día, mi mamá tiene Alzheimer Hollie —Escucho que jadea, mi barbilla tiembla y veo borroso.

—Jeremy… lo siento tanto.

—No quiero que se olvide de mí —susurro sintiendo las lágrimas tibias deslizarse por mi mejilla.

Mi chica ideal [Libro#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora