Capítulo 37. Noche perfecta

1.3K 121 51
                                    

Acaricio su suave rostro observando atento como es que duerme. Mis dedos van a su cabello para dejar caricias ahora ahí.

—Te quiero, Hollie bonita—susurro solo para ella y no es como si pudiera escucharme, pero decirlo nunca está de más.

—Aww, Jeremy enamorado es lo más lindo que existe—Siento calor en mis mejillas y levanto la vista para encontrarme con Haley.

—¿Cuándo bajaste?

—Hace mucho, pero cómo estabas centrado en tu gran amor no me notaste—Ruedo los ojos y aprieto más mi agarre alrededor de Hollie sin llegar a dañarla.

—¿Te vas a quedar a dormir?

—Sí, mamá no estará y no quiero quedarme sola, por lo que decidí venir a mi segunda casa.

—Ya. Vete a dormir entonces.

—El amor con el me tratas en increíble.

—No quiero que la despiertes.

—Si sigues aferrándote a ella de esa manera, no seré yo quien la despierte.

—Luke debe estar esperándote.

—Bien, me voy. Luego no te quejes de que no seas mi prioridad Jeremy Fleming.

—No lo escucharás, no me importa ser tu prioridad, nunca lo fui de todos modos.

—Que duermas bien con tu gran amor. Ojalá y te termine.

—Lo mismo para ti y Luke.

—Nosotros ya terminamos y regresamos, así que ya nada nos puede separar.

—Yo no estaría tan seguro.

—Te odio—Me muestra la lengua y yo hago lo mismo con ella.

—Qué pasados que son, uno no puede dormir tranquila—Hollie se sienta y aprovecho eso para lanzarle una almohada a Haley, eso la hace gritar.

—¡Oye!

—¡Te dije que la ibas a despertar!

—¡No fui yo!

—¿Qué hora es?—pregunta Hollie tras bostezar.

—Cerca de las diez—responde Haley sobresaltando a mi novia, se pone de pie con rapidez.

—¡Ya es tarde!

—Me di cuenta.

—Mamá va a matarme. Me tengo que ir.

—No creo que te mate.

—Vamos.

—¿Ves lo que causas?—me quejo y Haley se encoge de hombros.

—¿Tienes algo por hacer mañana Hollie?

—No.

—¿Quieres ir conmigo a buscar maquillaje?

—Claro, vamos. Nos vemos mañana, Haley.

—Claro, descansa.

Me levanto y voy tras ella de manera perezosa, si soy sincero, me hubiese gustado pasar la noche con ella.

—Bonita—la llamo una vez que estamos afuera. El viento es fresco, probablemente llueva en estos días.

—¿Sí?

—¿Quieres tener una cita conmigo?

—¿Cita?

—Una en un restaurante elegante y con ropa de pingüino y princesa. Por nuestro aniversario de cinco meses.

Mi chica ideal [Libro#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora