༅𒊹︎༅ ︎𝓒𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝓤𝘯𝘰

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[ Año: 1885, días después ]

— Su alteza, encontramos el cuerpo de la pareja en un lago oculto entre los árboles. — Anunció su más fiel caballero.

— Y... Ellos...?  — preguntó sin llegar a completar la pregunta. Su omega estaba a su costado y no quería alterarla. Ella era muy delicada con temas respecto a la muerte.

El caballero Jung negó ante la pregunta.

— Bien, ¿algo más Caballero Jung?

— Sí, su alteza. A unos kilómetros de la escena, dimos con una pequeña cabaña, supusimos que podría ser de la pareja.

— Entiendo, ¿Encontraron algo? — le preguntó. Jung no respondió, sin embargo sus acciones sí lo hicieron. 

Él hizo una seña con la mano a uno de los escoltas. El escolta llegó rápidamente con un bulto en brazos. El rey dudó de él y puso detrás a su omega apenas vio la cara asombrada y pérdida del escolta, parecía haber visto algo impresionante.

El caballero Jung le agradeció y cargo aquel bulto, luego se puso delante del Rey y la Reina mostrando lo que tenía en brazos, dejando al rey y a la reina en un total desconcierto al ver que había un bebé cubierto con una manta. Un bebé de piel canela con un poco de cabello rubio (que parecía dorado por los rayos del sol sobre él) y ojos almendra mirándolos fijamente, ocasionado escalofríos en ambos ante la directa mirada de aquel bebé.

— Mi rey, se encontró a este bebé recién nacido en la cama rodeado de almohadas — dijo mientras mostraba al bebé.

La reina Min al ver tan hermosa e impresionante criatura, quedó fascinada. Sin importar los intentos de su alfa de detenerla, ella pasó de él y se puso frente al caballero Jung para mirar más de cerca al ser en brazos ajenos. Sin saber porqué, su lobo aullaba de felicidad al verlo y movía su cola de un lado a otro emocionada con la presencia del contrario, eso daba un buen indicio.

Estiró sus brazos pidiendo silenciosamente al Caballero Jung que le entregara el bebé.

Jung dudoso miró a su rey. El rey alzó los hombros rindiéndose ante las acciones de su omega, así que dejó que ella hiciera lo que quiera con tal de ver esa hermosa sonrisa siempre.

El caballero le entregó con delicadeza al bebé y la reina Min lo aceptó con gusto, dejando que el bebé se refugiara en su pecho. Lo mecía en sus brazos tarareando una melodía suave, a la que él parecía querer cerrar sus ojos. Y cuando por fin dejó de luchar contra el sueño, él cayó dormido en sus brazos.

Se veía tan tierno con sus ojitos cerrados, su boquita formando una trompita y, sus pequeñas y adorables manitos apretujando su vestido. Tanto ella como su loba quedaron fascinadas y enamoradas del pequeño ser. 

Dio media vuelta en su sitio para mirar a su alfa, no se necesitaba palabra alguna para averiguar qué era lo que quería.

El rey de Daegu soltó un suspiro y masajeo su frente aliviando el estrés, luego miró a su omega que veía atentamente al bebé. — Querida. Se que es tonto preguntar, pero... ¿Te gustaría....

Ella lo interrumpió cuando grito por lo bajo y dio pequeños saltos en sus sitio con mucha alegría, teniendo cuidado de no despertar al bebé en brazos  — Sisisi — decía mirando con ojos risueños a él y después al bebé.

Él soltó un suspiro enamorado, asintió y se aproximó a ella, le pidió con un gesto que se lo entregara y ella aceptó a sabiendas de lo que haría.

El rey Min acomodó al bebé y dejó que se recostara en su pecho, cerró sus ojos. y al abrirlos después de unos segundos, estaban de un color azul (color que poseen los alfas). Mirando al niño dormido en sus brazos, acercó su frente a la de él juntándolas, y luego cerró sus ojos.

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⏰ Última actualización: Apr 30, 2023 ⏰

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Hijo de la luna / 𝐾𝑂𝑂𝐾𝑇𝐴𝐸 / 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢𝘷𝘦𝘳𝘴𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora