¿CRIATURA?

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Era joven, antes de que fuera corrompida su alma, antes de ser lo que es ahora, antes de que la cruda verdad le fuera revelada y lo atormentará día tras día. Al dios de las mentiras

Estaba leyendo sentado en una banca que estaba en los jardines de su madre.

mientras leía escucho algo moverse entre los arbustos, le pareció extraño ya que en el jardín no había animales ni personas amenos de que sean de la realeza (además su padre y su hermano no los veía en los jardines a menudo).

dejó el libro en la banca, se levantó y fue hacia el arbusto. Al llegar vio detrás de este Nada. Regresó hasta la banca pero su libro no estaba, se agachó para mirar debajo de la banca pero no había nada, se levantó de golpe.

-¿Quién tomó mi libro?-

pregunto hacia la nada, mirando en todas partes con ansiedad, buscando un movimiento en algún lugar hasta que vio un arbusto cerca del árbol de cerezos preferido de su madre. se movía sutilmente -¡Cómo te atreves a robar!- espetó enojado. El era un dios ¿quién en su sano juicio le robaría a un dios? y más aún si ese dios fuera el dios del caos y la destrucción. -¡Muéstrate!- exclamó el dios pensando en qué castigo darle al ladrón.

En eso vio unas hebras blancas saliendo del arbusto para refugiarse detrás del árbol.

-¿Quién eres?- preguntó encorvando un poco y caminando lento hacia el árbol para ver quien era pero al instante su pregunta fue contestada al asomarse un par de ojos dorados de detrás del árbol -Tu tomaste mi libro- afirmó con voz firme llevando sus manos atrás de su espalda y volviendo a su postura erguida. ¿como se atrevía esa criatura a estar en los jardines de su madre? ¡en los de la reina para ser más exactos!.

Al oír la voz firme y amenazadora del príncipe el par de ojos se escondió otra vez atrás del árbol

-¡Espera!-

suavizó su voz -no quería asustarte- levantó una mano en signo de que no se fuera, al darse cuenta de que no era hostil (seguro es un sirviente perdido que recién empieza su trabajo en el castillo) pensó para sí mismo. -Conserva el libro- propuso el haciendo que la criatura se asomara: era solo una niña, de tez trigueña y complexión delgada, Tenia unos ojos felinos grandes y dorados que reflejaban inocencia, el cabello y lacio le llegaba hasta las rodillas, tenia puesto tenia puesto un vestido negro con una enredadera como cinturón y estaba descalza y abrazando al libro sobre su pecho con una mano pero lo que lo dejo sorprendido era que en la otra mano tenia un báculo negro de casi de 2 metros y en la punta de este tenia una cráneo de cuervo de 1 metro de largo echo de oro macizo.

-Si quieres puedes sentarte- aventuró el mayor continuación sentándose en la banca y mostrándole la otra mitad de esta sin uso.

la niña aferrándose al libro y sin hablar se sentó con la cabeza gacha haciendo que el príncipe sonriera de lado por el nerviosismo de esta.

ella dejó el báculo apoyado a un costado de la banca mientras este se encogía a un metro sorprendiendo a Loki pero este ni se inmuto.

Loki extendió la mano haciendo que la niña alzara viendo esos ojos verdes buscando un engaño o trampa, dudosamente acerco su mano hasta el muchacho desconocido hasta que el tomo la iniciativa y tomó la mano de la peli blanca sintiendo hormigueo extraño en sus dedos pero lo dejó pasar. delicadamente depositando un beso en el dorso de esta

-Soy Loki hijo segundo de Odín padre de todos ¿como es tu nombre? nunca te vi en el reino- dijo viéndola con extraña calidez.

Ella algo aturdida desde el momento que tomó su mano hasta que reaccionó (Él era el príncipe de Asgard) rápidamente se paró tirando el libro e hizo una reverencia.

-¡Príncipe!- dijo por fin dejando escuchar su suave voz pero con un deje de sorpresa.

El se levantó de la banca con una sonrisa de superioridad pero eso no dejaba atrás ese extraño brillo en los ojos del príncipe -no sabía que era usted- siguió ella inclinada ante el -no suelo estar en el reino- recordó la pregunta del príncipe.

-Levántate, no te quedes así- dijo con un deje de diversión haciendo que ella se reincorporará -volviendo a la pregunta que te hice; ¿como te llamas? ¿Quién es tu procreador?- preguntó con voz aterciopelada.

la niña no es que no quería contestar la pregunto no podía pero al escucharlo preguntar su nombre otra vez una extraña fuerza la incitaba a decirle todo.

-¡Mi nombre es Zhäga, hija del guardián del Bifröst!...- al instante se tapó la boca no quería decirle pero cómo podía ocultarle eso a el titubeo un poco y bajó sus manos de su boca -... Heimdall.

-Sabía que cortejaba a una mujer de otro reino. Pero no que procreó una hija- confesó Loki sentándose de nuevo en la banca e invitando a la niña que hiciera lo mismo.

-Es que-

tomó el báculo haciendo que este volviera a su estatura normal -...Cuando mi madre murió, el no quiso que supiera nadie de mi Sostenía que hablo con el padre de todo para que mi existencia quedará oculta. por eso no me vio nunca en el pueblo o en el palacio- jugó con sus dedos mientras Sostenía el báculo por su brazo.

-¿Porque quiso tu padre ocultarte?- preguntó el dios

-No lo sé Nunca me lo dijo- agacho la cabeza

al notar la tristeza de la niña. Loki creo en la cabeza de Zhäga una corona de flores doradas haciendo que ella se sorprendiera llevando sus manos en su cabeza al final dando al principio una sonrisa de agradecimiento. siempre escucho de su nodriza que el príncipe menor era tan bueno en la magia como el príncipe mayor con la espada

-¿Te gustan los libros?- pregunto viendo a Zhäga tomando el libro del suelo.

-Si, en especial los de magia- sonrió la chica

-Eres muy lista para tener pocos siglos- confirmó él con una sonrisa ladeada. Loki miró de reojo el báculo unos instantes (De que manera lo Consiguió) pensó Loki al instante sonrió anchamente la haría hablar no por nada lo llamaban Lengua de plata -Zhäga. ¿el báculo

La niña saltó de la banca rápidamente viendo hacia la nada mientras sus pupilas se dilataban

-¡príncipe!...M-me tengo que ir. Fue un placer conocerlo- hizo una reverencia al susodicho para luego tomar su báculo e irse corriendo.

-¡Espera!- grito pero esta se perdió entre los árboles dejando atrás el libro y un príncipe confundido.

Alway by your sideWhere stories live. Discover now