La mejor boda STONY

Votos II

POV TONY

Esto no es justo, se supone que no me tenía que enamorar y menos de un hombre casado, o a punto de casarse. Esta reunión con el cura y el tema de los votos me supera.

-Veo que hay mucho amor entre vosotros –Steve y yo nos miramos- y cuéntame Bucky ¿Qué fue lo que te enamoro de Steve?

-Su movimiento pélvico

-To-Bucky

-Jajaja, déjale Steve, en realidad tienes un novio muy elocuente –el padre volvió a reír- Pero me refería a porque habías decidido casarte con él, Bucky

-Ahhh, pues, cuando estoy con Steve…mmm…cuando estoy con él todo se me hace más bonito, y el cielo…parece un principiante cuando pienso en la intensidad de su color azul y la profundidad de los ojos de Steve. Me enamoré de su forma de ser, tan cordial y caballeroso, pero a la vez tan salvaje y primitiva, no sé si me entiende –Steve y el padre rieron- Y eso, su sonrisa, Dios, siento que puede pedirme que lo acompañe a la muerte e iría con él sin poner la más mínima resistencia.

-Wow Steve, no te puedes quejar, tu novio…está perdidamente enamorado de ti

-No, la verdad es que…soy muy afortunado de tenerle en mi vida

-Vale parejita, yo creo que estáis listos para el gran paso, los espero aquí en unos días

La reunión terminó y salí apresurado de la oficina del obispo, no quería hablar con Steve, pero maldito seas universo.

-Espera Tony –me sujetó del brazo- Lo que dijiste allí dentro

-Lo que el cura quería oír ¿no? -por favor dime que no mentías Steve-   

-Sí –me soltaste- lo que el cura quería oír…

-Pues ya está, te veo en la casa

Me fui caminando con los pedazos de mi corazón en la mano, enamorarse apesta y duele demasiado, siento que ahora mismo me abren el pecho y lo único que encuentran es un hueco, no puedo soportar más esta situación, ya no quiero más. Perdí la noción del tiempo, caminé sin rumbo hasta que una voz conocida me llamó.

-Tony –era Stephen- Por fin te encuentro, llevo todo el día buscándote

-Stephen ¿Qué haces aquí?

-Vine con Ross para…olvídalo, no es nada importante, recordé que estabas por la ciudad y quería invitarte a cenar, ¿aceptas?

-No lo sé Strange, estoy un poco cansado

-Venga vamos, no te arrepentirás –y sin poder negarme ya estábamos de camino al restaurante-