𝕃𝕀𝔾𝔸𝕄𝔼ℕ (Resubida)

XXXVI

No importa que haga, no puedo safarme, tampoco persuadir en Taehyung. Corremos más al fondo del bosque, noto a Sunwoo atacar, cubriéndonos la espalda.

Llegamos a un punto en específico y en este hay un círculo y símbolos raros, Ate de inmediato se pone en el centro del círculo y comienza a hacer alguna invocación, me parece familiar, me hace recordar las tantas veces que lo hizo.

Me mareo por recordar, lo que ocasiona un tambaleo. Sunwoo llega rápido y me sostiene, pero me suelto rápido de su agarre. No es el mismo y Taehyung tampoco.

Ate sigue inmersa en lo que hace y yo solo me tumbo en el suelo con frustración. Taehyung nota mi comportamiento, recuerdo un poco, cuando me enojaba por perder contra él hacía lo mismo y él me molestaba, burlándose de mí, Sunwoo ocasionalmente lo detenía y otras se unía a él.

–Que mala cara, te salvamos y ahora estás así–, dice Taehyung acercándose a mí.

Cuando está cerca, empuja levemente mi cabeza con su dedo. Hacía eso para hacerme enojar y normalmente me lanzaría contra él para golpearlo, pero esta vez no tengo ni siquiera energía.

Reviso el bosque, para ver alguna señal, para saber si estamos dentro del área que bloquea el ligamen, si no es así, puedo atraer a Jimin.

–Oye, estoy hablando contigo–, Taehyung insiste

–Bitna–, ahora Sunwoo me llama, –Bitna–

Me limito a ignorarlos, no puedo perder tiempo en ellos.

Veo un árbol característico, y algunas pistas, aún estamos dentro de área.

–¡OYE!–, Taehyung me levanta del suelo, yo solo suspiro, –Hazme caso cuando te hablo. Malagradecida–

–Ven aquí–, ordena Ate, pero yo no me muevo, –¡QUE TE MUEVAS!–,

Grita y puedo ver su forma demoniaca salir, es una bestia horrible, pero no importa que apariencia tenga, siempre lo es.

Me rehúso a moverme, simplemente la observo con soberbia y suelto una risa burlona.

–Ven tú por mí si tanto me quieres–, la reto,

Ella no puede salir del círculo y nadie externo puede entrar, solo yo, por lo que, si Taehyung y Sunwoo intentan llevarme, no podrían.

Ate parece darse cuenta de algo y yo también. Todo este tiempo que ella hablaba y yo buscaba pistas, ella creyó que volvió a tener control sobre mí.

–¡JAJA!–, me burlo, –Ate, de verdad eres tonta–,

–¡Ven aquí mocosa!–

–Sí, mami– camino cerca del círculo y veo la sonrisa de satisfacción en su rostro, antes de dar un paso y estar dentro del círculo, me detengo, –Repito, eres tonta, ¿crees que sin mis alas vas a poder manejarme?–, no quiere demostrarlo, pero se da cuenta del error.

–¡Sunwoo!– esta le ordena algo y le hace señas.

El chico, hace un movimiento con las manos y logra que el tronco de un árbol se abra, entonces las veo, están envueltas en una cadena especial, estás se mueven al sentir mi presencia

–Son muy lindas, se ven bien en mí–, doy vueltas por el círculo, haciendola enojar.

Ate se concentra en hacer otra invocación y se pierde por completo, justo como quería, cae en mi juego.

–¿Le tienes miedo a alguien sin alas?, Que bajo caiste–, ella intensifica sus palabras incomprensibles y eleva el tono de voz, –Te ves inútil–, comienzo a brincotear como niña, dando vueltas aún por el círculo.