Caminamos un buen rato, simplemente vagueando por el centro comercial, pero con Andy y Ashley aburrirse parecía algo imposible.
-Tengo hambre.- Me quejé. Estábamos sentados en las escaleras que dan al cine, ya que éste estaba en el segundo piso del edificio, terminando lo que quedaba de palomitas. Jane y Ashley estaban un escalón más arriba que yo, y Andy uno más abajo.
-¿Qué no es comida eso que tienes en las manos?- Estúpida Jane, claro que es comida.
-Ya, pero quiero comida de verdad. ¿Vamos a Mc Donalds?- Podría asegurar que mis ojos se iluminaron. Y que babeé.
-No.- Maldita Jane, todo por quedarse con su estúpido Ashley. Estúpidos todos.
-Pues yo voy a ir de todos modos.- Dije levantándome.- ¿Nadie me acompaña?
-No.- Dijeron los tres al unisono; Jane con Ashley haciendo sus cursilerías y Andy viendo a su teléfono.
-Porfisssss.- Dije haciendo un puchero.
-No.- Los mejores amigos del mundo. SIENTAN EL SARCASMO, MALDITOS ASHLEY Y JANE.
-Bueno, vamos.- Dijo Andy resignado a acompañarme, guardando su celular en su bolsillo.
-Wii.- Dí saltitos como niña pequeña, a lo que él rió.
Empezamos a caminar en dirección al Mc Donalds en silencio. De la nada, Andy me haló hacia un costado, detrás de un stán de ropa para niños, mientras agarraba mis brazos.
-Oye.- Me quejé.
-Quieta.- Dijo mirando algo, creo que un grupo de chicas.- Mierda.
-¿Qué ocurre?
-Mi ex.
-¿Tu ex?- Dije, arrugando la nariz. Él estaba asomando su cabeza hacia afuera del stán para poder ver mejor, e iba a hacer lo mismo pero lo ví.
-¡El chico sexy del cine!- Dije, ahora siendo yo quien lo hala dentro.
Una sonrisa maliciosa atravesó por su cara.
-Oye....
-¿Qué?
-¿Quieres llamar su atención?
-¿La de mi chico sexy? Pues claro.
-Ok, tu solo sígueme la corriente.- Tomó mi brazo y me haló hacia afuera. Entonces vi a esa jodida puta. Juliet. Mirando hacia nosotros.
-¿Juli- No pude terminar, porque tenía los labios de Andy estampados en los míos.
KHÉ.
Abrí los ojos sorprendida, y ví que me miraba. «Sígueme la corriente»
Entonces entendí, y le seguí la corriente.
Cerré los ojos y.... no estaba mal. Bueno, es decir, besaba.... bien.
Pasé mis brazos por su cuello y el abrazó mi cintura. Este no era un beso como imaginas que será un beso de Biersack, era tierno. Sí, eso, tierno. Dulce.
Seguimos con el beso unos segundos más y cuando nos separamos Andy mordió mi labio inferior.