-¿Te gusta dejarme sin oxígeno, verdad?- Escuche que decía Andy sonriéndo, y noté que la moto ya había parado y estabamos frente a mi casa.
Miré a mis manos, lo estaba apretando demaciado fuerte.
-La verdad sí.- Dije soltándolo y bajando de la moto. Sonó mi celular.
"Ya estoy en mi casa. Avisa cuando llegues. Ah, y Andy ya tiene tu dirección.
Agradeceme más tarde ;)
-Jane"
Ellos habían tomado un camino diferente para ir a casa de Jane.
Ya me estaba preguntando cómo diablos sabía Andy donde yo vivía.
-"Oh, Andy, gracias por traerme, además de super sexy sabes conducir".- Dijo Andy tratando de imitar mi voz, pero le salió terriblemente mal.- De nada, no puedo decir lo miemo de tí, pero de nada.- Dijo sonriéndo con ironía.
-Gracias.- Dije rodando los ojos.
-De nada.- Dijo sonriéndo nuevamente con ironía.
Silencio incómodo.
-Bueeeeeno, debo irme, que te valla bien.- Dije dandome la vuelta para entrar a mi casa.
-Espera.- Dijo tomando mi brazo.- ¿Volveré a verte?
-¿Volver a verte?- Dije arrugando la nariz.- Sabes que mi querida Jane y tu querido Ashley están saliendo juntos, por lo tanto es probable.
-Bien.- Dijo sonriéndo, pero esta vez, sinceramente.
-Bien.- Le dije extrañada.- Hasta luego.- Le dije antes de besar su mejilla y entrar a mi casa.
Entré y esperé el sonido de la moto lléndose, que luego de dos segundos se oyó. Encendí la luz, y como en toda buena película yankee, estaba mi mamá en el sofa, cruzada de brazos y mirándome mientras fruncía el seño.
-¿Dónde estabas?
-Con Jane.
-Ese no era Jane.- Dijo inclinando ligeramente la cabeza hacia la puerta para señalar hacia allí.
-No.
-¿Y quién era, si se puede saber?.- Mierda, ¿Que le digo? "No mamá, era un amigo del chico con el que Jane sale, a quién acabo de conocer." No, definitivamente no.
-Era un amigo de Jane.
-¿Un amigo?-Preguntó arrugando la nariz.- ¿Y le conoces?
-Claro que sí, mamá.- Dije tratando de sonar obvia mientras rodaba los ojos.- ¿Crees que vendría a casa con un completo extraño?.- Y por un momento, pude imaginar la voz de Andy en mi cabeza con la respuesta; "Sí.", y tenía razón, porque sí lo hice.
-No, cariño, claro que no.- Dijo suspirando.- Bueno, ve a dormir, que yo haré lo mismo, mañana tienes clase.
-Claro, adiós mamá.- Dije besando su mejilla y llendo a mi habitación.
Llegué y cerré la puesta con llave, mi habitación es mi lugar privado, como mi santuario y si hay algo que odio es que alguien entre, con o sin invitación, sólo Jane, Rae, Lia, Luke y Logan podían entrar, siempre con mi permiso, así que siempre cierro con llave.
Me tiré en mi cama a pensar en esta noche.... Jane me debía una, y una grande.
Me levanté y busqué en mi armario un pijama: Una remera sin mangas gris con estampado de calavera en blanco y negro y unos shorts gris. Fuí al baño, lavé mis dientes y me acosté.
