08 -Santa Mierda

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No sabían cómo habían pasado del despacho a estar en la habitación de Off pero eso era lo de menos porque ahora estaban sobre la cama besándose como si el futuro dependiera de eso.

Off estaba sobre Gun teniendo solo una de sus rodillas entre sus piernas y con sus brazos sosteniéndose para no dejarle caer todo su peso pero sus bocas no se despegaban excepto solo para tomar aire en ocasiones.

La lengua de ambos danzaban entre ellas, en un baile sensual y lujurioso que los excitaba al sentir ese musculo recorrer su cavidad de una manera muy erótica pero como todo lo bueno llega a su final tuvieron que separarse para tomar oxígeno, maldito oxigeno que no los dejaba besarse tranquilamente.

Cuando sus bocas se separaron se vieron Gun tenía el cabello sobre las sabanas con los labios abultados por los besos y la mirada cristalina por la excitación, Off respiraba entrecortado estando seguro que ya tenía una semi erección en sus pantalones.

Gun llevo su mano hasta la mejía de Off en donde le regalo una suave caricia levantando su cabeza para dejarle un suave beso en sus labios para luego susurrarle sobre su boca.

-Quiero complacerte, hacer que tu mejor orgasmo sea conmigo para que cuando lo recuerdes me tengas a mí en tu mente –Off solo se mordió el labio al escuchar esas palabras.

-¿Estás seguro? No quiero que te sientas obligado cariño –Gun solo asintió sin apartar la mano de su mejía.

-Fuiste el primero y quiero que seas el ultimo –Off sonrió en grande rodando sobre la cama para quedar de espaldas en ella mirando a Gun invitándolo.

-Soy todo tuyo puedes hacerme lo que desees –Gun acepto esa oferta más que gustoso.

El doncel se sentó a ahorcadas sobre la pelvis de su esposo sonriéndole cálidamente para luego pasar sus dedos por el cuello de Off dejando una leve caricia con la yema de sus dedos sintiendo como la piel bajo sus dedos se erizaba y cómo el contrario cerraba los ojos al sentir su tacto.

Dejo su cuello y comenzó a desabotonar la camisa botón por botón deleitándose con cada porción de piel que descubría hasta que llego hasta donde el pantalón lo dejaba porque la camisa de Off aún estaba metida entre sus pantalones.

Gun abrió el pantalón bajo la mirada de Off notando como el bulto se hacía cada vez más grande y deseable así que cuando saco la camisa paso sus dedos en la erección por sobre la tela que los separaba.

-Tu y yo seremos grandes amigos los mejores –comento logrando que Off riera.

Pero dejo de hacerlo cuando Gun lo presiono sacándole un gemido adolorido en lugar de risa.

-Si eso pensé –dijo Gun burlonamente para terminar de desabotonar la camisa.

Cuando la camisa estuvo abierta el doncel comenzó a recorrer con sus dedos todo el pecho delineando cada musculo y dejando que escalofríos recorrieran la piel de su marido pero el quería mas quería oírlo gemir así que se acercó dejando suaves besos desde su cuello hasta su abdomen en donde dio una leve mordida causando que Off apretara las manos en sus caderas.

Dejo la mordida para subir hasta sus pezones en donde lamio superficialmente logrando sacarle un suspiro a Off pero como quería más inicio a succionar poco lo succionó lo suficientemente fuerte varias veces logrando que el pelinegro cerrara los ojos disfrutando de las acciones de su atrevido esposo pero cuando sintió una mordida Gun gimió y este se alejó hasta bajarse de la cama.

-No te muevas ya regreso –le dijo dejándolo en la cama excitado y necesitado.

Cuando Gun regreso traía en sus manos dos corbatas pero luego observo a Off en la cama y dejo caer una para así rápidamente dirigirse hacia donde estaba el pelinegro.

El Error (Offgun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora