Innocent Smile

2.8K 133 28
                                    

Seohyun... Seo Joo Hyun, sí, ese era el nombre completo de la chica parada frente al altar, sujetando un pequeño ramo de flores en sus manos. Pronto, se convertiría en la Sra. de Ha, Ha Euk Hyun. Había conocido a aquel chico en la universidad, ambos matriculados en la carrera de Derecho. Mientras que Seohyun era una buena estudiante, Ha Euk Hyun tan sólo le parecía una molestia que la interrumpía en sus horas de estudio. Después de que terminara su primer año, la castaña se acostumbró a su presencia. Al tercero, le resultaba hasta agradable. No fue hasta su graduación que ambos dieron el paso. Pocos meses después, se comprometieron.

Tenían que haberla visto, lucía preciosa. Un vestido de boda blanco se ceñía a su figura hasta la mitad de sus muslos, para que luego una larga cola casi la cubriera por completo desde su cintura hasta sus pies, a pesar de que gran parte de la tela acabara arrastrada por el suelo incluso con una de las damas de honor sujetándola de un extremo detrás de la novia. Su cabello era un por mar de tirabuzones, recogido en un tocado simple, dejando caer dos mechones a los laterales de su bello rostro. El velo se acomodaba perfectamente sin llegar a despeinarla, casi como una diadema que la hacía lucir como una princesa de ensueño.

Pero lo que nadie sabía era que, tras esa pequeña sonrisa que hacía resaltar sus mejillas de una manera de por más adorable, sus manos estaban temblando, y las yemas de sus dedos cubiertas con una fina capa de sudor. Seohyun estaba nerviosa. Se decía a sí misma que sería feliz, que aquello era lo correcto. Seo Joo Hyun sería una esposa modélica, de eso estaba segura.

Una chica reservada, tímida, y casi tan pura como un ángel, que una vez escuchó el 'si quiero' salir de los labios de su prometido, ella respondió calmada, repitiendo las mismas palabras, las cuales parecían carecer de sentido en su cabeza.

Seo Joo Hyun ya estaba casada con Ha Euk Hyun.

Sin embargo, la ceremonia no había terminado. Luego de colocarse mutuamente los anillos, y de que se dieran el primer beso de recién casados, todos los invitados se pusieron en pie, aplaudiendo eufóricos, recibiendo a los nuevos miembros de la familia con los brazos abiertos. Todos, menos una persona, que seguía sentada en su asiento, de piernas cruzadas, con una media sonrisa repleta de una irónica satisfacción.

Aunque no era importante, o por lo menos, la novia no se dio cuenta de su presencia en ningún momento. Sólo esbozó su típica sonrisa, haciendo una leve reverencia cuando sus suegros se acercaron a ella, dándoles la mano al mismo tiempo. Y después siguió agradeciendo a más familiares de su prometido que la hubieran tratado tan bien durante ese tiempo, e incluso, pidió que siguieran haciéndolo en un futuro.

Así fue como el banquete comenzó sin ningún problema. Había varias mesas distribuidas por el lugar, una barra donde el bar tender atendía a los más mayores, y mientras los más pequeños correteaban sin rumbo fijo, entrando y saliendo del local que sus padres habían alquilado. Pronto se sirvió la comida, y tras disfrutar el menú que la propia Seohyun se había encargado de elegir, todos los invitados charlaban entre sí. Aquel día, parecía ser un buen día.

Pero a la castaña nunca le gustó el alboroto, sino todo lo contrario. Se sentía agobiada, y más con todas las preguntas que se veía obligada a responder con una sonrisa en la cara, a pesar de que muchas de ellas fueran de mal gusto. Sobretodo, cuando era algún familiar del novio que llevaba ya algunas copas de más.

Así que con una copa de champagne en la mano, la cual realmente estaba llena de solamente agua, salió para poder tomar el aire. Necesitaba despejarse, dejar de sentir que acababa de echar su vida a perder por alguien que, en el fondo, ella misma sabía que no era el indicado.

Caminó entre la multitud, esquivando a críos alocados, y cuando por fin alcanzó la puerta y el sol del cielo casi cegó sus rasgados ojos, soltó un profundo suspiro. Se sintió libre por primera vez en todo el día. Con cuidado, se recogió su vestido y se sentó en un banco colocado en la acera. El lugar donde se celebraba el banquete, estaba justo al lado de un gran parque, para que así los niños pequeños tuvieran donde jugar. Era como si todo estuviera pensado más para los demás, que para sí misma.

Innocent Smile // [yoonhyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora