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Con las manos temblando sujeto mi rostro tratando de calmarme, las lágrimas no paran de salir y mi respiración es acelerada. Camino de un lado a otro hasta que decido quedarme en un lugar, alzó la vista para encontrarme con sus ojos y ahí están. Profundos e intensos, igual que la primera vez que lo vi, siento un golpe en el pecho al ver que ya no esta ese brillo especial, sino todo lo contrario, solo hay decepción, dolor y disgusto clavados en su mirada.

Suspira y coloca sus manos sobre su cintura tratando también de calmarse, al igual que yo. Esta luchando para no derrumbarse, lo veo, lo puedo percibir en la tensión sobre sus hombros y su respiración acelerada, resopla y a paso seguro se acerca a mi, cuando llega hasta donde estoy, me sujeta el rostro con sus dos manos hasta juntar su frente con la mía.

- ¿Por qué te cuesta tanto ser tú misma?  -escuchar como su voz se va quebrando lentamente me rompe el corazón-. ¿Por qué debes de ser como ellos quieren que seas? ¿¡Por qué no haces lo que TÚ quieres, lo que a ti te apetezca, lo que te haga feliz a ti!?

Me acaricia el rostro tratando de borrar las lágrimas pero es imposible, ya no quiero fingir, no con él. Se me escapa un sollozo y lo agarro del rostro para poder mirarlo fijamente a los ojos.

- No lo entiendes...

- No, no lo entiendo Estefania, y sabes que... me duele, me duele ver cómo te destruyes solo para complacerlos, me duele ver que lo haces por miedo a ser diferente.

- No es eso Nick...

Separa mis manos de su rostro y las entrelaza con las suyas, me acerca más a él, siento los latidos de su corazón, acelerados, ansiosos, y se me llena el pecho de dolor al ser consciente de que fui yo la que lo provoco.

- Si, es eso, y lo tengo más claro que nunca, al igual que tú, solo que no lo quieres aceptar...

Bajo la mirada al suelo ya que me es imposible seguir fuerte si lo veo a él, si lo hago, cada advertencia, cada consejo, cada pelea, cada noche hablando, escuchándonos, todo lo que hemos pasado juntos durante todo este tiempo vuelven a mi mente y me destruyen por completo.

- O mejor dicho lo estas empezando a hacer y eso es lo que te tiene así.

- Nicolas... ya no puedo...

Me separo de sus brazos y me seco las lágrimas tratando de calmarme, inhalo y exhalo profundamente mientras el vuelve a acercarse a mí y me acaricia el cabello con sus dedos luego de darme un beso en la frente.

- Perdóname, es que... ¡Me llena de impotencia no poder ayudarte! No poder hacer algo por ti, te juro que deseo alejar toda la mierda que te tiene así y poder protegerte de todo y de todos.

- ¿Quieres saber por qué lo hago?

Mi respuesta lo toma por sorpresa, pero luego de unos segundos asiente y me agarra por las manos mientras me acaricia suavemente.

- Porque todo el mundo lo hace -sonrío con el rostro completamente destruido y siento como las lágrimas se deslizan lentamente por mi mejilla-. Porque hoy en día necesitamos seguir las tendencias creadas por la sociedad para poder sobrevivir.

Y en ese preciso momento, recordando todo lo que he pasado desde el momento uno, lo único que deseo es atrasar el tiempo y borrar todo lo que ocurrió. Volver a ese día, donde todo comenzó, a ese instante en el que no tenía idea de todo lo que me vendría por delante, volver a ese momento, a ese segundo en el que mi vida sin saberlo, cambió por completo.

Amor VerdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora