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- Emm, ¿quiere tomar algo señor Willow?

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- Emm, ¿quiere tomar algo señor Willow?

Ethan trata de romper el hielo con una de sus bromas pero es imposible, el ambiente está más tenso que nunca, todos estamos quietos y en silencio atentos a cualquier movimiento.

Gael con el taco de billar en la mano sin saber que hacer, Daniel con la cabeza hacia abajo y la mirada perdida hacia el suelo, Katherine sentada en uno de los sillones con cara de preocupación observando a los demás, Doggy de pie con una bebida en la mano mirando fijamente a mi padre, y yo que no atrevo siquiera a levantar la mirada y asumir las consecuencias de mis actos.

Papá está enojado y lo entiendo, sé que cometí un error, lo acepto, pero pude resolverlo a tiempo. También sé que no estuvo bien ocultarle las cosas y no decirle la verdad, pero ante todo sé, que a Joseph Willow no se le escapa ningún detalle... ninguno, todo debe de estar en el lugar en el que debe de estar, no existe un margen de error, jamás.  

El señor Willow, CEO del Main Tourist Hotel, gerente principal y dueño de una de las cadenas de hoteles más importantes del país, empezó su carrera desde muy joven, impulsado por su padre Richard Willow, mi abuelo.

Un hombre incluso más duro que una roca y más frío que la estación de Vostok en Antártida, sin exagerar. Metió a mi padre desde muy pequeño en sus negocios y lo llevó hasta lo más alto de su carrera, inscribiéndolo en las mejores universidades y con los mejores maestros del país, gracias a él, papá pudo llegar a lo que es hoy en día. Debo decirlo, no es mentira que lo ayudó y mucho, pero también lo presiono demasiado, papá puede llegar a ser una persona bastante difícil y particular, por no decir otras palabras, además de que casi no tiene tiempo en casa y la mayor parte del día se la pasa en juntas o reuniones, al llegar a la casa lo único que quiere es descansar, y claro que es entendible, pero a veces ese carácter frío y distante puede llegar a ser bastante doloroso para nosotros.

Papá tuvo una adolescencia difícil ya que mi abuela murió cuando él tenía apenas 10 años y fue criado con la rigidez e indiferencia de mi abuelo, esto se puede ver reflejado en cómo es él hoy en día. A los 19 años logró encontrar un refugio y un lugar seguro en mamá, quién con todo su cariño y atención logró derribar un poquito de las barreras que él habría construido a lo largo del tiempo.

Siempre nos ha dicho y enseñado que las cosas deben de ser lo más perfectas posibles, que en una familia como la nuestra no existen errores ni fallos, todo debe ser y estar impecable, siempre. Esa es la razón por la cual siento tanta desesperación y culpa, para papá no existen los fallos, no existen descuidos o falencias, existe la excelencia y perfección. Pero es hora de asumir mi error y las consecuencias de esta.

Inhalando profundamente levantó la mirada hacia él.

- Papá yo...

- Te espero en mi oficina, y te recuerdo que no tengo mucho tiempo Estefania.

Amor VerdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora