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- Disculpe la tardanza, tuvimos algunos inconvenientes

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- Disculpe la tardanza, tuvimos algunos inconvenientes...

Su voz me saca de mis pensamientos y me concentro para no hacer cualquier tontería frente a él, sacudo la cabeza con torpeza y sonrío mirándole a los ojos.

- No, no te preocupes, gracias.. Emm, toma, aquí está el dinero -le pago y él me da las cajas de pizza, luego de unos segundos noto que se me queda viendo, lo cual me pone nerviosa- ¿Pasa algo?

- Bonito pijama -dice sonriendo-

¡Mierda! Estoy en pijama, y uno no tan digno como para darme cuenta en estos momentos. Claro, muy bonito, los cerditos rosas en la remera, el pantalón suelto y gigante gris oscuro y unas pantuflas con forma de vaca. ¡PERFECTO!

No puedo con la vergüenza, estaba tan concentrada en la conversación con Kat, que ni me di cuenta de lo que escogía, ahora entiendo las risitas de los chicos, los voy a matar... Me tapo la cara con una de las manos.

- Discúlpame, no suelo.. vestirme así..

- No tienes ningún motivo para disculparte, al contrario, te ves preciosa y demasiado tierna...

- Ya quisiera, yo...

- De verdad, lo eres.

- Gracias.

¿Acaso no es ilegal estar así de guapo? Y lo peor es que él está bastante consciente de eso, se para con tanta seguridad, que sin hacer nada ya se ve demasiado sexy, si sigo así probablemente muera de calor, estoy sudando y conste que tengo el cabello húmedo. Decido volver a hablar ya que el ambiente se estaba volviendo un poco incómodo.

- ¿Eres nuevo? No te había visto por aquí antes.

No pudo responder ya que lo interrumpe el sonido de la puerta al abrirse completamente, seguido de tres miradas fijas y voces que reconozco a la perfección. Trágame tierra.

- ¡Ejem! ¿Algún problema?

- El dinero era justo, ¿que necesitas?

- ¿La señorita tiene cara de espejo? ¿No tienes otras personas que atender?

Y no podía faltar, Ethan... Giro hacia la puerta, y no me sorprendo, los tres chicos con los brazos cruzados en el pecho y una mirada supuestamente intimidante, mirando fijamente al pobre y guapo repartidor.

- No, ningún problema, si, ya me pagó, no tiene cara de espejo y si lo tengo.

Me sorprende que haya recordado cada una de las preguntas y que las respondió con tanta facilidad, Estef 1, Chicos 0, ¿qué tal eh? Pero antes de que pueda volver a hablar, vuelven a interrumpirme.

- ¿Entonces qué esperas para irte?

- ¿Te llevamos?

- ¿Necesitas saber dónde está la salida?

Amor VerdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora