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La lluvia resonaba por todos lados, noche, en el bosque, con una tormenta que cada ves se miraba en peor estado.

Pero tenía que hacerlo, tenía que mantener orgulloso de mí a mi familia.

No me rendiría, no lo haría, seguí caminando por aquel frío bosque, intentando mantenerme a una temperatura adecuada, ademas creo que mi vestimenta no ayuda, solo consiste en un short de tela fina, una camiseta de tirante de hilo, unas botas y un cinturón negro, no ayuda del todo, sentí la sangre correr por mi frente eso tampoco ayuda.

Mi cuerpo pedí a gritos que descansara, no podía parar, no podía hacerlo, entre más lejos mejor.

Pero si tenía la mínima oportunidad de encontrar donde descansar tranquilamente no me negaría, es más no vuelvo a levantarme de mi preciada cama, en un mes.

Seguí caminando, ignorando todo dolor que tenga mi cuerpo.

Por que era eso o perder y yo nunca pierdo.

Seguí caminando lo más rápido posible, cuando a mis espaldas escuché un ruido así que pare, me detuve en medio del gran bosque y con cuidado me gire, empecé a buscar alguien, o quien provocó el ruido.

No había nada, eso me alivio demasiado, por lo que suspire, liberando todo el aire que estuve conteniendo hace rato.

Esquive el primer golpe que me dio por atrás, moviéndome hacia el lado derecho.

Bueno, como dicen "lo bueno dura poco"

Me gire hacia el, su cinturón negro, traía un par de armas, pero el mío también.

Me dio otro golpe que esquive, otro y otro, hasta que me pego con su puño en mi cara.

El labio se hincho mas de lo que ya se encontraba seguramente.

Esta ves la que dio el primer golpe fui yo, seguí golpeándolo repetidas veces con mi poco fuerza, estaba agotada, y mucho, me alejé un poco, tenía que guardar mis energías y hacer que él se cansara, así sería mas fácil derrotarlo.

El se incorporó y empezó a lanzarme golpees, así que me concentre en esquivarlos.

Sabía que no revistiera mucho tiempo más y que él aún tenía energía, él era ágil y rápido, más grande y su resistencia era perfecta, yo en cambio, era pequeña, un poco delgada, pero también ágil y más rápida, incluso más asusta y lista.

Me lanzo un golpe con su pierna haciendo que chocara contra uno de los árboles y terminará en el suelo.

Escuché como se acercaba, me tomó del cuello y me levantó haciendo que lo mirara.

Apuntó su arama en mi cabeza.

-Estas muerta -murmuro y sonrió-

*Tu igual -sonreí y el bajo su mirada a su entrepierna-

Había tomado mi arma y apuntado a su entre pierna.

-Bien echo Elena -escuché la vos de mi padre-

Giremos nuestras cabezas hacia donde el, venia con un grupo de los nuestros y la idiota de Kate.

-Ahora ven por que es la Argent heredera -murmuro mi hermano con una gran sonrisa-

Quito la pistola que apuntaba mi cabeza y yo la de se entrepierna.

-No es para tanto -murmuro de mala gana Kate-

Argent y Hale. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora