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Derek:

-Elena despierta -murmuré moviéndola- Elena vamos! -seguí moviéndola-

-No despertará -me gire hacia el dueño de esa tediosa vos-

-Que haces aquí? -murmuré molesto-

-Le prometí que la cuidaría de la resaca, no me iré de aquí, deberías de ir a ayudar a Scott -dijo acercándose- esta ebria créeme que no la despertarás.

-Desde cuando te importa alguien que no seas tu? -me levante y me cruce de brazos-

-Desde que Elena Argent apareció de nuevo en mi vida -aseguró viendo a Elena- era mi mejor amiga, casi mi hermana no la dejare -se giró- déjala dormir sobrino.

Bufé tenía razón no despertaría.


Elena:


Me dolía la cabeza horrible, no soportaba el dolor.

-Que tal la resaca? -tome la almohada y se la tire- Jajaja si está horrible.

-Callate me duele la cabeza -me queje-

-Te traje algo para la resaca -se acercó con un bandeja de comida-

-Yo te amo tanto -dije con una sonrisa mientras el se acercaba con la bandeja de comida-

-Lo se, lo se, ¿quien no lo aria? -gire mis ojos- toma -tome la bandeja y empecé a disfrutar de la deliciosa comida-

-Esta delicioso -asegure- Gracias -me miró confundido-

-No me agradezcas -contestó-

-Mantuviste tu promesa de quedarte conmigo -conteste- Gracias.

-Callate y come -reí-

-Ven aquí lobo viejo -lo atraje hacia un abrazo- te quiero tanto -le deje un beso sobre la mejilla-

-Yo también te quiero, mi cazadora.

-Hace tiempo nadie me llamaba así -asegure llevando el jugo de naranja hacia mi boca-

-Solo yo tengo derecho a llamarte así -aseguró- quien te llame así le voy a cortar la cabeza -solté una carcajada-

-Gruñón -le di un beso en la mejilla y seguí comiendo tranquilamente-

-Elena! -escuché a Derek gritar-

-No grites idiota que me duele mi cabeza -me queje-

-Ya va a venir a joder -escuché a Peter quejarse de mal humor-

-Milagro que ya despertaste -dijo Derek aparición por la puerta de la habitación-

-Con Resaca pero en unos minutos estaré bien -asegure mientras comía-

-Que Bueno -aseguró Derek- también que bueno que te hayas divertido.

-Tuve buena compañía -asegure y el se limitó a girar los ojos fastidiado-

Argent y Hale. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora