Libro 2: Harry Potter Male reader

Capítulo 16: Zapatos

"Bueno, entonces, ¿cómo salimos de aquí? Harry, ¿crees que puedes volar? ¿Tal vez solo te crezcan algunas alas?" (T/n) preguntó en tono de broma.

"Creo que Fawkes podría ayudarnos" dijo Harry mientras recogía las varitas del suelo, pasándole la de Richie y la de (T/n).

(T/n) recogió a Richie y se lo echó al hombro. Harry agarró la pierna del Fénix con una mano y la de (T/n) con la otra, lo que provocó otra oleada de dolor en su brazo, y Ginny agarró la pierna de (T/n).

Una vez que superaron la roca, Ron y Lockhart agarraron a Ginny y el Fénix sacó a los cinco de la cámara.

Una vez que salieron de las tuberías, Ron y Harry fueron a buscar a Dumbledore, mientras que (T/n), Ginny, Lockhart y Richie, quien aún estaba inconsciente, se dirigieron hacia la enfermería.

"¿Qué es este lugar gigante? ¿Estuvimos debajo de él todo este tiempo?" Lockhart preguntó sonando asombrado. Harry y Ron le habían explicado lo que le había pasado antes.

"¿Por qué tuve que quedarme atrapada cuidándolo?" (T/n) murmuró a Ginny para tratar de aligerar el ambiente.

Una vez que llegaron al ala del hospital (T/n) comenzó a explicarle a Madame Pomfrey lo que había sucedido, mientras ella arreglaba sus huesos rotos. Después de eso, se sentó con Ginny y Richie hasta que llegó la profesora McGonagall.

"Sr. (A/p), el director ha pedido verlo. Por favor, sígame". "Yo no lo hice, lo juro, probablemente fue Harry" (T/n) dijo rápidamente. "Ahora, Sr. (A/p)" dijo McGonagall exasperada.

McGonagall lo condujo hacia su oficina, donde vio a Harry salir. "Ah Sr. (A/p), me alegro de verlo de nuevo" comenzó Dumbledore.

"¿Cómo está el brazo?" "Se siente como nuevo, estoy feliz de que no haya sido Lockhart quien trató de arreglarlo". (T/n) se rió. "Bueno, creo que después de todo esto tienes alguna pregunta". Dumbledore agita sus manos frente a él. "Pregunta"

(T/n) hizo la pregunta que lo había estado molestando. "¿Por qué mi varita no funcionó cuando Riddle la usó? ¿Por qué sigo vivo? No es que me queje."

"Ah, sí, las varitas son objetos extraños, le gusta la gente, todos son únicos y diferentes. Algunos..." dijo sacando su propia varita "son más inconstantes cambiando su lealtad al dueño más fuerte que pueda encontrar. Otros..." Señaló hacia (T/n) "son más leales, no están dispuestos a traicionar a sus dueños".

"Parece que tu varita se negó a lastimarte. Que cosas mas extrañas son las varitas, nadie entiende muy bien cómo funcionan". Le dio a (Y/n) una mirada caprichosa "incluso las varitas hechas de la misma criatura pueden ser polos opuestos".

"¿Alguna otra pregunta en tu mente?"

"Sí, ¿cómo, en el nombre de Merlín, consiguió Harry una espada tan impresionante? ¿Y dónde puedo conseguir una?"

"Ah, sí, la espada de Godric Gryffindor, se dice que solo un verdadero Gryffindor puede sacar su espada del sombrero pensante".

"¿Sabes cómo hacer eso? ¿Puedes enseñarme cómo esconder una espada en un sombrero?" Dumbledore soltó una risita. "Bueno, entonces, si tus preguntas han sido respondidas, te sugiero que duermas un poco. La poción de mandrágora estará lista en unos días."

Y entonces (T/n) regresó a la sala común de Gryffindor, se derrumbó en su cama y se durmió.

Se despertó al día siguiente después de una noche libre de pesadillas y decidió salir a caminar un poco por la escuela, hacía tiempo que no se relajaba y caminaba por la escuela.

Mientras caminaba, se encontró con una pequeña niña rubia familiar. "Hola Luna, ¿cómo te va?" "Oh hola (T/n)" dijo con voz soñadora "¿Encontraste lo que buscabas?" Ella le preguntó.

"Sí, resulta que el monstruo era un basilisco, solo pude encontrarlo gracias a tu idea. ¿Qué estás haciendo de todos modos?" (T/n) notó sus pies descalzos "y ¿dónde están tus zapatos?"

"Oh, Nargles tomaron mis zapatos" dijo simplemente "¿Nargles?" (T/n) dijo la palabra lentamente. "Bueno, ¿quieres ayuda para encontrarlos? Podrías contarme sobre Nargles."

"Oh, no tienes que hacer eso (T/n), siempre aparecen eventualmente". "No me importa Luna, además me dará algo que hacer. Ven aquí" (T/n) se inclinó y le dio la espalda a Luna. "Súbete, estás descalzo y quién sabe qué hay en los pisos".

Luna se subió a su espalda y él la cargó a cuestas mientras buscaban sus zapatos. Ella le explicó qué eran los Nargles y le habló de muchas otras criaturas de las que nunca había oído hablar.

A (T/n) le gustaba Luna, era una chica extraña, pero sabía muchas cosas sobre criaturas nuevas y extrañas, y (T/n) disfrutaba escuchándola contarle sobre ellas.

Eventualmente se encontraron con un grupo de chicas de primer año que intentaban tirar un par de zapatos encima de una armadura.

"Tal vez quieras devolverlos" (T/n) dijo con Luna todavía sobre su espalda. Las chicas saltaron. "Dudo que esos sean tus zapatos" dijo señalando los zapatos. "Solo estábamos jugando" dijo una de las chicas rápidamente "era solo una broma. No es culpa nuestra que se lo tomara tan en serio"

"Ponte en su lugar. Vamos, los tienes justo ahí. ¿Cómo te sentirías si alguien te robara los zapatos, eh? ¿Te gustaría que alguien te intimidara?"

"No la estamos intimidando", dijo una de las otras chicas. "Escucha, acabo de pelear contra una serpiente gigante anoche, no estoy de humor para esto, ahora devuélvele a Luna sus zapatos, y si alguna vez lo vuelves a hacer..." su voz se apagó.

El grupo de chicas asintió, le devolvió los zapatos a Luna y salió corriendo. "Gracias (T/n) Nunca había tenido a nadie que me cuidara de esa manera".

"Escuchaste lo que dije, Luna, si ellos, o cualquier otra persona, te acosa de nuevo, solo ven a mí y lo resolveré".