-Tú vienes conmigo.
-Yo no voy a ningún lado.
-No te estoy preguntando.
________________
-¿Qué esperas conseguir con todo esto?.
-Un esposo.
________________
-¿Quieres un amante que despierte a tu lado y te ame como tanto quieres?, no me jodas. C...
La noche seguía su curso dando lugar a una sombría preocupación, mi padre aún no daba indicios de aparecer por aquí.
Solté un prolongado suspiro para ingresar a mi habitación, permaneciendo al pendiente de las ventanas para su regreso... Debo trabajar mañana temprano, pero... mierda.
[...]
—un par de golpes bruscos me hicieron despertar de golpe, salí de la habitación y abrí la puerta recibiendo un empujón a cambio. —Quítate de aquí. —soltó malhumorado.
—le miré glacial y cerré la puerta. —Un gracias hubiera bastado, llegaré tarde al trabajo por tu culpa. ¿En dónde estabas?.
—Oh cállate, en donde haya estado ayer no es de tu incumbencia. Lárgate de aquí. —se acomodó en el sofá dando leves masajes a su cabeza.
—Carajo papá, si sigues haciendo esto- —el sonido de la puerta siendo tocada interrumpió, provocando un suspiro en mi. Abrí una vez más. —¿Si?. —lo miré frívolo sin apartarme de la puerta alcanzando a visualizar a otros sujetos un poco más lejos custodiando una camioneta.
¿Qué hace un erizo tan bien vestido delante de mi puerta?.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—me examinó de pies a cabeza esbozando una sonrisa sombría antes de responder. —Mi nombre es Sonic, ¿se encuentra el señor Artuto?. —por una brevedad de segundos quedé atónito al escuchar su nombre, troné la boca para mirar de reojo a mi padre —quien ya estaba parado justo a un lado de mi con su mano sobre mi hombro—.
—Hijo, vete de aquí. —le miré confuso para apartarme de ese lugar ingresando a la cocina, seguro fue a beber otra vez y perdió dinero.
Sonic.
—Así que el es tu hijo. —solté canturrón.
—Ni se te ocurra- —Entonces paga todo el dinero que me debes. —desvió la mirada buscando las palabras correctas. —¿Qué pasa?, ¿no puedes pagarlo?. —negó con levedad provocando una grata sonrisa en mi. —Oh está bien, lleguemos a un acuerdo entonces.
—¿Qué clase de acuerdo?.
—Yo perdono tu deuda, a cambio de que tu hijo esté conmigo. —sus iris se achicaron.
—Me estás pidiendo que te venda a mi hijo?. —cuestionó aturdido.
—Firmarás unos papeles en los que aseguren mi mandato sobre la libertad de tu hijo, y tu —me acerqué hasta su rostro. —, desaparecerás de aquí. ¿Es justo?. —me miró no tan convencido para suspirar con pesadez.
—¿En dónde firmo?. —sonreí afable.
Shadow.
—me senté sobre una silla mirando el celular, definitivamente llegaré tarde al trabajo y esto me costará un descuento. —Maldita sea. —susurré pensando en ese sujeto azulado, ¿se habrá metido en algún problema otra vez?.