La belleza está en el interior

Desarrollo

Adele se llevaba bastante bien con el viejo, pues creía que era su abuelo y de vez en cuando lo apodaba de esa manera. Este le regalaba más cosas a Adele a comparación de los demás niños y siempre estaba al pendiente de ella, la peinaba, cambiaba, jugaba con ella en el patio, le leía cuentos antes de dormir, la trataba como si fuese su hija.

Adele tuvo un gran afecto con él, lo sentía como otro amigo y como un lugar seguro.

Este señor la llevaba de vez en cuando a jugar a parques mientras los demás dormían, ya que quería enseñarle el mundo a Adele pero no le permitían sacarla del lugar donde estaba.

Un día el adulto se lleva a Adele a su casa, pero Adele se queda dormida mientras el hombre salía a comprar alimentos y cuando volvió a su hogar olvidó que la niña estaba en su casa, así dando al amanecer del día siguiente, donde en el orfanato estaban desesperados por la desaparición de Adele, no la encontraban y pensaron que había huido por la noche o alguien la había secuestrado. El adulto, sin saber que hacer, deja a la menor en su casa mientras vuelve al sitio de donde tomó a Adele para no levantar sospechas, también fingió preocupación al enterarse de la noticia y en los días de búsqueda acompañaba a todos a buscar a Adele por la cuidad o por el bosque, nadie sabía o pensaba que él la tenía. Luego de un tiempo este llega llevando a la pequeña recostada en sus brazos, gritando con alegría

-"Miren, la he encontrado"

Todos pensaban que era un héroe y estaban alegres de que volviera, ya que una niña desaparecida no dejaba una buena reseña del lugar. A partir de ese día le permitieron al mayor poder llevarse a la niña ya que confiaban en él.

De repente la infanta se empezaba a alejar del viejecillo, todos preguntaban por qué pero insinuaron que simplemente se había aburrido o tal vez había estado cansada o fastidiada pero igual el adulto seguía llevándola fuera.

Un día, los llevaban a una excursión en la que Adele esa mañana enfermó, se sentía muy mal pero ninguno de los asistentes del orfanato iban a quedarse, entonces querían llevarla y cuidarla en el transcurso del viaje. El anciano se enteró de esto y propuso quedarse cuidando a la menor.

- "yo estoy al pendiente de ella, incluso la otra vez la rescate y me tiene bastante afecto, puedo cuidarla"

Esa tarde se quedó cuidando de la infanta, luego de dar la hora de darle el medicamento, la llevó a la cabaña donde jugaban y fue lo que hicieron por varias horas hasta que el señor le comentó de un último juego y esta mencionó cansada:

-"No tengo muchos ánimos de jugar esta vez..."

Fueron las últimas palabras de la menor luego de que el mayor pusiera una soga roja en su diminuto brazo para luego quedar dormida en el suelo.

"Es un juego muy divertido, el problema es que será el último y en este no reirás"

Le acarició la mejilla suavemente y seguido de eso la desnudó, abrió su estómago y se la comenzó a devorar. Una vez dejando a la menor sin órganos la llevo al dormitorio del orfanato, dejando su cuerpo reposando en su cama y tapando este con una sábana de conejos. Tomó algunos de los juguetes, llamó a la policía y desapareció.

"¿Ese viejo no la estaba cuidando? ¿Cómo es que termino en este horrible estado?"