4

13 3 0
                                    


30 de diciembre de 1988

Ya había pasado navidad y se aproximaba año nuevo. Jungkook salió de su casa, feliz porque era viernes y al fin tendría todo el fin de semana para descansar. Aunque se suponía eran vacaciones, su madre lo había metido a unos cursos escolares.

Iba en su bicicleta y se encontró nuevamente con Taehyung, como lo habían hecho casi todos los días estos últimos meses, estaba con unos pantalones quizás demasiado cortos para el frío que hacía, una camisa negra y unos zapatos rojos algo desgastados, su cabello estaba bastante desordenado, se notaba que no había tenido el detalle de bañarse antes de salir. Ya casi era la hora de entrada, pero no pudo evitar olvidarse de ese detalle cuando se encontró con el chico. Estaba demasiado relajado, su mirada se dirigía hacia el suelo, recostado en un árbol y movía su pie en pequeños círculos. Jungkook bajo de su bicicleta y se acercó, notó que el chico estaba triste, sus ojos brillaban por las lágrimas retenidas.

Jungkook se preocupó y preguntó

El mayor solo le pidió que se fuera, en realidad no quería estar solo, estaba esperando a Jungkook desde hace rato, pero lo avergonzaba que lo viera así, aunque lo pidió no quería que se fuera. El menor se negó a irse y Taehyung estaba agradecido de que se quedará.

El menor lo abrazó, mientras el chico lloraba, escondiendo su rostro en el cuello del menor, diciendo furioso como odiaba a su madre y a su padrastro.

Jungkook no dijo ni una palabra solo espero a que se calmara, mientras lo abrazaba, sintió calidez, pero a la vez odiaba ver al chico así, le partía el corazón, pero sentirlo tan cerca se sentía tan natural, tan cálido; su corazón latía un poco más rápido de lo normal, era un sensación extraña pero hermosa que nunca la había sentido pero le gustaba, en realidad le encantaba, aunque no estaba seguro de la causa.

Cuando el chico se calmó, le pidió disculpas a Jungkook, lo había hecho quedarse por lo que llegaría tarde y de seguro tendría problemas con sus padres

-no te preocupes, igual ya no puedo ir, no me dejarán entrar si no va mi madre, te voy a acompañar- dijo seguro de lo que estaba por hacer

-gracias, entonces ven conmigo- el mayor lo tomó de la mano y lo jaló mientras comenzaba a correr

Jungkook lo siguió olvidándose de su bicicleta, en realidad no le importaba, solo quería estar con el chico. Veía con detenimiento al chico de espaldas, su cabello desarreglado y su ropa moviéndose por el viento, luego miró su agarre y no pudo evitar sonreír.

Llegaron a un lote, no tenía ninguna construcción, el pasto estaba un poco alto cerca a la malla con púas, más al fondo había varios árboles.

-entremos- dijo mientras se acercaba a la malla

-no, no, es propiedad privada, nos meteremos en problemas- dijo el menor preocupado ante las consecuencias

-no va a pasar nada, confía en mí- insistió el mayor

Jungkook acepto y paso entre la malla, el mayor lo llevó hasta un árbol y subió a la primera rama, le alargó la mano ayudándolo a subir, siguieron subiendo hasta un punto bastante alto, el chico tenía buen físico y era bastante ágil sin su brazo enyesado.

Se sentaron en una rama lo suficiente gruesa para que los soportara. Ninguno habló en un buen rato. El mayor miraba con atención la calle, aunque no había ningún rastro de vida. Jungkook solo miraba al mayor con atención, admirando su perfil, su rostro con una expresión triste y desanimada, era extraña en él, siempre se encontraba con una expresión desafiante o alegre.

El mayor rompió el silencio contándole la historia de sus padres.

...

Hace un año el padre de Taehyung había muerto. La noche del 29 el chico se acostó feliz despidiéndose de su padre y esperando con ansias el día siguiente, de seguro su padre lo recibiría con un gran regalo y su madre con una deliciosa comida como era costumbre en cada uno de sus cumpleaños. Al día siguiente, la casa estaba vacía, no había rastro de nadie, el día era bastante nublado como si en cualquier momento pudiera empezar una gran tormenta. El chico recorrió la casa en busca de alguna sorpresa y se encontró con una caja decorada, al abrirla encontró unas gafas con bastante estilo y una camisa igual a la que tenía su padre, no era como los regalos de los años anteriores, en el momento no le gusto y lo volvió a guardar llevándolo a su cuarto. Cogió una manzana, porque no había nada preparado y aunque sentía el ambiente solitario, triste, y extraño, acompañado de un mal presentimiento, intento ignorarlo. Escucho el timbre, era un amigo de su padre, el chico comenzó a preocuparse, ante la expresión que traía aquel señor, le pidió que lo acompañara y el fue sin decir ni una sola palabra, se dirigieron al hospital, al parecer a su padre lo habían llamado en la noche del trabajo y lo necesitaban con urgencia, y de camino al lugar había sufrido un grave accidente que terminó con su vida. El chico sintió como perdía un pedazo de su vida, de su ser. A los pocos meses su madre se casó con aquel amigo de su padre, lo que hacía pensar a Taehyung y a cualquiera que su madre le había sido infiel, se mudaron por el traslado en el trabajo se su nuevo padrastro. Desde entonces Taehyung había intentado ser lo más independiente posible y había adquirido un gran rencor hacia su madre y padrastro, además de un enorme dolor que escondía debajo de su rebeldía.

...

-¿es por eso que no celebras tu cumpleaños?- dijo el menor triste

-sí, siento que no puedo ser feliz y celebrar mi vida el día en que mi padre cumple aniversarios de su muerte- dijo el mayor serio y aun cayendo lágrimas por sus mejillas

-sabes, no puedes culparte por ser feliz el día de tu cumpleaños, tu recordaras a tu padre y lo honrarás, pero el hecho de que haya muerto no fue tu culpa y no deberías sentirte así, yo te ayudare a crear nuevos recuerdos felices de los 30 de diciembre- dijo dedicándole una sonrisa

Antes del que mayor pudiera negarse, Jungkook bajo y jaló de él

-vamos- dijo el menor sonriente agarrando la mano del mayor

Llegaron a una pastelería y Jungkook contó el poco dinero que tenía en sus bolsillos, compró un pequeño pastel y llevó a Taehyung hasta unas bancas cercanas, Jungkook abrió la caja y sacó el pastel, le cantó alguna canción de cumpleaños conocida y con un poco de crema en su dedo unto la nariz del mayor y él hizo lo mismo al menor, jugaron un rato y comieron el pastel.

Los chicos corrieron, jugaron y divirtieron, pasaron las horas demasiado rápido, ya estaba por oscurecer, volvieron a entrar al lote, pasaron los árboles y había una zona con el pasto bajo, el mayor se sentó y el menor copió su acción.

-gracias...- dijo el mayor dando una sonrisa triste y dejando la frase sin terminar

Jungkook lo miro curioso. El mayor se recostó en pasto y continuo la frase -me has alegrado el día, me permitiste disfrutar y alejarme de toda la realidad-

El menor solo se recostó junto al chico, sus hombros se tocaban y eso inundaba de calidez al menor, giró a mirar al chico, contempló el rostro del chico con la poco luz que aún quedaba, sus labios entreabiertos, su cabello se veía tan suave como seda, las imperfecciones en su piel lucían tan hermosas, su perfil perfecto y sus ojos brillantes, sus ojos, se detuvo ahí, en esos ojos café oscuro que transmitían todo, tristeza, tranquilidad, felicidad, nostalgia, soledad, esperanza; sus ojos eran un universo entero y brillaban como las miles de estrellas que en él habitan.

Taehyung miraba el cielo, como la luna empezaba a brillar y el sol desaparecía, mientras Jungkook lo miraba a él con sus mejillas enrojecidas, aunque sabía que lo observaba sin descaro alguno, no le molesto, por el contrario disfruto de la atención con la que el chico lo admiraba.

Ambos cayeron dormidos, no les importó las consecuencias del estar tanto tiempo fuera de casa, ni la preocupación de sus padres, del castigo que vendría, solo disfrutaron de su compañía olvidándose de todo, sin importar si era malo o bueno, en ese instante solo importaba la compañía que tenían.





my little boy -taekook-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora