(๑✧Capitulo 2✧๑)

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El joven rubio se encontraba en la orilla de su cama, contemplando el chat de su mejor amigo mientras leía una y otra vez el último mensaje sin poder creerlo.

La frase "Si viviera en Seul iría a tu casa para hacerte todo" se repetía constantemente en su mente, frase que su mejor amigo le escribió en un mensaje la noche flamante del día anterior.

Divagaba en sus pensamientos, perdido sin siquiera contestar el mensaje, simplemente mirando la pantalla mientras un dulce escalofrío recorría su cuerpo al recordar todo lo sucedido siendo el víctima de la lujuria.

No hubiera salido de tal transe de no haber sido porque escucho la puerta de su departamento abrirse, el sabía de quién se trataba ya que solo una persona tenía en su poder la copia de la llave de su departamento.

Dejo su móvil sobre la cama y corrió hacia la entrada principal para resivir a su novio con una sonrisa.

—Hola amor, ¿Dormiste bien?— pregunto el pelinegro mientras se le acercaba dejando un dulce y corto beso sobre la comisura de sus esponjosos labios.

—Si amor, voy despertando— respondió el menor con una sonrisa en sus labios

—Me alegra tanto mi cielo— sonrió a su novio mientras dejaba una suave caricia en su mejilla, luego de esto saco una cajita de luche y se la dio—Mamá te envío esto, dijo que espera que te guste—

El más bajo tomo la cajita mientras sonreia ampliamente cuando sus ojos se hicieron unas líneas sonrientes.

—Estoy seguro que lo amaré, tu madre cocina muy rico— confesó colocando este sobre la mesa —¿Te quedarás hoy?— agregó

—No, mi amor, la empresa me dio horas extras para pagar la multa del auto— musitó mientras se rascaba la nuca con vergüenza

Park rodó los ojos mientras negaba suavemente al mismo tiempo que sus labios dibujaban una pequeña sonrisa en su rostro.

—Esta bien, entonces ve a trabajar— este sonrió una vez más mientras miraba a su novio acercarse para dejar un beso sobre su frente —Amor, se me estaba olvidando, ¿Me acompañas a visitar a mis padres el fin de semana?—

El pelinegro pensó un momento y sonrió suavemente

—No estoy seguro, probablemente si, pero no te prometo nada— concluyó haciendo que el menor sintiera como si estuvieran presionando su sencible corazón, que ya anteriores veces había sido ilusionado de está forma, pero que al final simplemente viajaría solo a su lugar de origen

Sin embargo un rayito de esperanza yacía en el pequeño que sonrió asíntiendo en dirección al joven que ya se encontraba cruzando la puerta.

Nuevamente el más bajo se había quedado solo en su casa; su trabajo comenzaba en menos de dos horas así que tenía desayunar y prepararse para la jornada.

Al rededor de las 8:30 am estaba terminando de acomodar sus rubios cabellos para poder salir a su trabajo, ese día le tocaba el turno matutino, uno que realmente amaba ya que tendría la tarde para divertirse.


Cuando llegó al local entro saludando a sus colegas que se encontraban preparando el lugar para los comensales, el por su parte camino en dirección a los casilleros para dejar su pechera y colocar su mandil guardando su teléfono en una de las bolsas de este.

Camino en dirección a la cocina para preguntar a su jefe en que podría ayudar antes de abrir; este lo envío a limpiar y acomodar las copas, platos, vasos, tenedores, entre otros.

Asintió y camino tranquilamente a dónde se le indico.

—Minnie... Hola— saludo un alegre Jungkook que se encontraba secando una copa con una franela de algodón

El menor sonrió y saludo con la mano, saco una franela del cajón y se posicionó a un lado de el y así tomar una copa y comenzar a secarla.

—¿Y esa sonrisa, pequeño?— pregunto el más alto mirando al rubio a su lado

—¿Se nota mucho?— cuestionó el más bajo sin mirarlo enrealidad pero si dejando que sus labios formen una dulce sonrisa.

—Casi nada la verdad— complemento con un obvio sarcasmo que causó unas suaves carcajadas provenientes de ambos chicos.

—Taehyung...— hizo una pequeña pausa sin dejar de sonreír y prosiguió—Se mudara a Seul—

—¿Encerio? ¿Cuando?— pregunto el pelinegro con emoción mirando al ajeno

—Llegara hoy por la tarde— respondió sonriendo tan ampliamente como sus labios se lo permitían

—Me alegra verte asi— confesó el alto mirándolo —¿Iras a recogerlo?—

—Obviamente— dijo Jimin mientras soltaba unas suaves carcajadas emocionado —Cuento los segundos para poder verlo—.

Las horas de trabajo pasaron como décadas para el joven veinteañero, pero finalmente a las 5:00pm el horario había acabado y se encontraba jugando con su colega mientras se preparaba para salir del local.


Luego de casi 45 minutos aproximadamente el chico estaba a tan solo unos metros de encontrarse con su mejor amigo.

(。♡Tete♡。)

                         ¿Aún no llega el tren?✓✓

Casi, estamos a 5 min

                       Ya estoy en la estación✓✓

Pronto llegaré sisisi

El menor esperaba parado entre la multitud, miraba hacia la dirección de la que vendría el transporte y luego miraba la hora en su móvil.

Repitió está acción unas cuantas veces más cuando comenzó a escucharse el sonido del tren acercarse.

El tren se detuvo frente a la estación y las puertas de abrieron. Poco a poco la multitud comenzó a bajar mientras otras personas trataban de subir, haciendo de está manera una ensalada de gentío tan denso que al pequeño le costaba distinguir en qué lugar estaba su mejor amigo.

Este miraba por todas partes hasta escuchar su celular notificar un nuevo mensaje

*Nuevo mensaje de (。♡Tete♡。): Est...*

(。♡Tete♡。)

Estoy detrás de ti...♡

(๑♡Our Sweet Secret♡๑)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora