-ESTE no conoce límites

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Cuando me contaron la última de sus aventuras me quede mudo, ya que cualquiera que tuviera sentido común sabría que eso no tiene sentido, miraba mis brazos y luego en mi mente pensaba sobre cómo era posible que existiera gente así, me daba cólera y al mismo tiempo me daba risa y mi cara de burla era obvia, como era posible, y hablábamos.

-¿con una aguja hipodérmica y tinta de lapiceros?, este es un idiota, está enfermo...

Solo me quedaba mover la cabeza en señal de afirmación, yo no entienda, no podía comprender, acaso era una manera de improvisar arte hasta ese extremo o no había consideración en su disposición corporal, bueno, fue una decisión suya, y claro, teníamos un amigo en común, hacia cada cosa..., era adicto a la adrenalina y no tenía mucho resguardo por su integridad física, relativamente.

-este se pasa, fácil se hubiera hecho una punzada y la infección se lo llevaba pal hospital, jajaja, y todo eso por idiota, que se le pasara por la cabeza...

Y mientras conversábamos sentados en esa vereda, de la nada... aparece, con su cara de indiferente a la realidad y al dolor, como si no le hubiera pasado absolutamente nada, y mi amigo me dice:

-este idiota la debe estar aguantando, jajaja

Y se acerca y me mete un manaso, a modo de venganza, y es ahí cuando confirmo sobre la estupidez que se había hecho en todo el brazo, bueno, no todo el brazo, pero, si lo veías desde un punto artístico, tenía algo que llamaba la atención, muy por encima que sea fuera de lo común, era un tatuaje que él mismo se había practicado en el brazo izquierdo, como si en su escases de cerebro hubiera surgido esa idea tan trastornada y retorcida, y luego me trajo a la mente muchas cosas similares, mientras mi memoria visual me plasmaba varios tatuajes que había observado en muchas personas, resaltaban también los piercing's, esas perforaciones extrañas en lengua, labios cejas, orejas, nariz, ombligo, pezones, no sé qué más decir..., los cortes de cabellos tan radicales, las tanas de casi metro y medio, los aretes exóticos, las pulseras metálicas, artesanales, variadas, los maquillajes curiosos, los tintes en el cabellos no solo de mujeres, los peinados desatinados, las gafas extravagantes, los colores de las iris cosméticas o llamados comercialmente como lentes de contacto, en fin, ya no podíamos decirle nada más, porque a pesar de que era un sujeto de correa ancha, llegaba a tener actitudes de irritabilidad, como también de trastornos, no tan notorios pero uno siempre debía de estar preparado cuando este andaba cerca, pero era verdad, no conocía limites, bueno, hasta donde yo sé, ya que no solo existía ese proyecto denigrante de tatuaje en su brazo, ya que en si habíamos hecho tantas cosas con la gente del barrio que era gracioso saber que externamente podríamos contar anécdotas atraves de su piel y huesos de este, la cicatriz en su codo, fue 12 años antes, en carnavales con el alambrado de una reja, la uña y en sí, el dedo de su meñique de la mano izquierda opacada por la grasa del taller en el que trabajaba tenia las marcas de quemaduras al tocar el radiador de una carcacha que quería ver rodando en las calles, una de sus cejas quemadas por los pirotécnicos de una navidad, el lunar de su cuello al que andábamos metiéndole manasos, aduciendo que era una mosca que se había posado ahí y merecía ser eliminada, su nariz colorada que alguna vez estaba con el acné juvenil y al que no le daba importancia, detalles técnicos decía este, y todo nos caíamos de risa, el arañazo que le dejo una mujer que trato de asaltarlo y el logro darse cuenta a tiempo, esos puntitos en su pierna cuando nos atacaron 3 perros cerca a unos matorrales, o sus rodillas llenas de recuerdos de varias pichangas en la canchita del mercado, la bolita que se le formo en la clavícula cuando se cayó de la bicicleta y estuvo enyesado por 2 meses, accidente provocado por un clavo en la pista claro está, y su única cicatriz fea cerca al hombro cuando su padre lo masacro al tirarse la pera en 2do año de media, que en paz descanse el viejo, y bueno, este aparecía con algún diseño nuevo en el cuerpo.

Varios de nosotros también teníamos historias a flor de piel, algunas ya borrosas por el paso del tiempo y por algunas pomadas caseras, aún tengo esa placa atornillada en mi talón al caerme de un segundo piso hacia el borde de una grada, y ese hueco en mi cuero cabelludo que se nota cuando me corto el cabello gracias al botellazo que recibí de un borracho, mi hermano tiene aún su nariz desviada después del frenazo que se metió esa couster en la que venia del colegio y los puntos que le hicieron al operarlo de los ganglios linfáticos cerca a la nuca, una chica amante de los deportes extremos que se cayó hacia unos rosales y tuvo que tatuarse una mariposa sobre la cicatriz en su espalda para disimular esa herida, mi vecina y sus dedos rayados por usar alocada e indebidamente las tijeras y tantas cosas en sí de cada uno de nosotros, gajes del oficio de barrio, pero bueno, miraba nuevamente el brazo de este desquiciado y la cólera y la burla quería apoderarse de mi nuevamente, fue agradable luego ver que en realidad se sentía cómodo con el estado de su brazo, no buscaba precisamente la aceptación o aprobación nuestra, pero siempre esperaba escuchar alguna opinión, en muchos casos destructiva, si es que se trataba de este, claro está.

Por la cara que puso, yo imaginaba escasamente que se sentía muy orgulloso de esa obra de arte contemporánea, solo le mencione que siempre o en todo caso, de vez en cuando se haga algún análisis, ya que no siempre las tintas que uno se introduce en la piel son saludables o toleradas por el cuerpo, al fin y al cabo siempre aparecería con alguna novedad en su vida, dermatológicamente hablando, y bueno, quería que mi madre viera el brazo de este, y cuando ella lo miro, le dijo de lejos:

-ya te quiero ver nomas, tirado en una camilla, lleno de ronchas y con el brazo enrojecido, ya quiero verte ahí, si fuera tu madre..."

Salimos de mi casa, no paraba de reírme, y este se me abalanza encima, era mucha burla y humillación, llamamos al resto para otra pichanga.

Nacido Al Pie De Un VolcánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora