Eras un moreton en mi vida, uno que yo mismo provoque.
La culpa apretaba ese moretón la mayor parte del tiempo.
Y cada que parecía mejorar, ésta lo apretaba con todas sus fuerzas.Me enferme.
Me contagiaste tu risa,
y me enamoraste.
Mataste de un balazo las mariposas viejas de mi estomago.
Y cuando te lo conté me dijiste que también tenias mariposas viejas.
Pero que no pude matarlas.Era como un amor sin estampilla.
Sin destinatario.