Decidí irme a dormir sin bañarme solo lave mi cara con agua y jabón, sentí como en la noche mi hermana se acostó a mi lado, pero los rayos del sol y las mucamas quienes me piden que me levante hacen que me despierte teniendo solo 4 horas de sueño.
—Su majestad, tiene que levantarse — Me dice Melissa, estaban demasiado insistentes así que rápidamente me levanto a cambiarme, tenia a 6 chicas atendiéndome para estar lista pronto.
—¿Quién me espera, Melissa? — Pregunto mientras la veo alterada.
—Su majestad, el rey está aquí con un ramo de rosas — Para eso era tanto alboroto, noto la ausencia de mi anillo.
—Esperen ¿Dónde esta mi anillo? — Pregunto mientras una dama saca mi anillo y me lo pone en la mano correspondiente mientras termino de ponerme el vestido amarillo, con unas perlas —. ¿Cómo esta Lady Jane?
—Bien, su majestad ella sigue dormida ¿La despertamos? — Preguntan.
—No déjenla dormir, cuando se levante por voluntad propia llévele desayuno — Doy las indicaciones para encontrarme con más flores de las normal y una pila de cartas en la mesa de la entrada —. Buen día su majestad ¿Acaso usted no duerme?
—Si no estoy a su lado, no mi señora — Me rio mientras bajo de las escaleras para que el me da la mano, este la besa.
—Pues hace 3 meses dormía muy bien con la señora Lady Pebertom — Le digo mientras lo invito a la sala, pedimos café mientras nos quedamos callados un rato, me quedo leyendo un libro mientras el pide el periódico, veo su cara cambiar de manera rápida, para levantarse, vuelve a abrir el periódico —. ¿Se encuentra bien su majestad?
—Miriam, retira todos los periódicos de la casa y alístame un carruaje — Dice pasando por alto lo que dije, lo tomo del brazo para que me ponga atención pero este me arrebata su mano, era cierto no lo podía tocar.
—Lo siento su majestad... — Me disculpo.
—Sube a tu habitación, no salgas hasta que te lo permita — Me dice dándome la espalda.
—Me niego su majestad — Mi hermana me vigila desde el marco de la puerta —. Usted podrá ser el rey de todo el reino, pero no mi dueño, si no cambia su actitud esto termina aquí y ahora.
—¿Disculpa? — Se voltea enojado, por primera vez lo miraba así.
—No le permito que venga mi falte el respeto, así que por favor retírese — Le digo saliendo de la habitación —. Marcus, su majestad el sol naciente ya se retira.
Le indico al mayordomo, mientras me cruzo con Lady Pebertom quien estaba cambiada, subo molesta, y mi hermana tras mío, una vez en el cuarto saco el periódico, este lo había dejado en la mesa cuando decidí me mando a mi habitación.
—Hermana ¿Qué pasa? — Extiendo el periódico y la primera plana decía "De prostituta a reina ¿Verdadero amor o caza fortunas?".
Me siento en la cama de la impresión del anuncio como habían descubierto que era eso, Marcus entra tocando la puerta.
—Su excelencia, su maestro de música esta en la sala — Me dice para que salga a clases.
—Dígale que se retire, que estoy destrozada por la noticia por lo que no puedo salir — Le indico.
—Pero señorita. La veo en excelentes condiciones — Me dice, era el típico niñero que ni aunque tuviera fiebre me permitiría faltar a clases.
—Lo sé. El ira con el chisme a su esposa, su esposa a sus amigas, las amigas de ella a otras, propagando más rápido. Así que cuando su majestad vaya irá por que el periódico hizo llorar a su prometida — Este asiente mientras yo me cambio de ropa, aun conservaba la ropa del primer día que vine aquí.
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EL REY QUE CONVERTIRÁ A LA PROSTITUTA EN EL EMPERATRIZ © [+18]
RomanceEl rey estaba cansado de los caprichos del emperador quien estaba sacando dinero de los reinos de su costado para hacer más costosa la capital, donde residen todos los de la clase alta, con ayuda de la primera emperatriz descubre la verdad que guard...