El encuentro

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Todo se había adelantado, se suponía que idearíamos un plan para poder enfrentarnos a este mugroso, pero, no contaba con que me encontraría aquí y desprevenida totalmente, tendría que llamar su atención y retenerlo por el momento para poder escapar.

-¿Interrumpí tu cita? -dijo él al notar a la castaña a mi lado- es mejor de lo pensaba, las tengo a ambas donde las quería.

-Ochako -susurré alterada- activa tu alarma, vete con Bakugou, ¡Ya!

Ella lo hizo sin dudar, me puse en guardia al momento en que sonó la alarma y Dabi arremetió contra nosotras, hice mi mejor esfuerzo para que no le hiciera daño a ella, recibí en gran parte un impacto tremendo que casi logró desestabilizarme, pero pude alejarlo a fin de cuentas, lo suficiente para poder tomar a la castaña y salir corriendo. No era mi mejor plan, ¡Para nada! Pero a estas alturas y sin nuestros trajes, no podíamos hacer mucho...más bien, yo dependía más de él que ella del suyo.

Corrimos lo suficiente como para que otros héroes que estaban patrullando fueran a darnos apoyo, pero escuché que se detonó una especie de explosión y un gas amenazaba a todo lo que estuviese a su paso, como si de moscas se tratasen, cada héroe caía en un sueño profundo, y con ellos, civiles también. Entré en pánico, ¿¡Qué podía hacer!? El gas pronto nos alcanzaría y él nos atraparía, no estaba pensando con claridad, solo en cierto momento sentí unas manos en mi cintura y como empezaba a levitar, Uraraka tomó mi mano y se dio un pequeño impulso que nos llevó bastante alto, lo suficiente para ver como las explosiones del cenizo se acercaban a gran velocidad. No hubo necesidad de decir algo, él solo tomó la mano de la castaña, y nos llevó con él a una zona segura.

Nos alejamos varios metros, llegamos hasta la cima de un edificio, allí aterrizamos los 3, el cenizo no tenía una muy buena expresión.

-¿¡Qué pasó, loca de mierda!? -soltó- ¿Por qué este idiota ataca en un momento así? ¿Qué hacían a las afueras sin protección ni nada?

-¿¡Qué sabía yo que estaría ahí!? -respondí molesta- solo fuimos a dar una vuelta, ¡Apareció de la nada!

-El plan todavía no es atacar, tenemos que estar todos listos, ¡Lo sabes!

-¿Plan? -comentó la castaña algo confundida- ¿Qué plan?

-Te lo iba a decir ahora -suspiré- pero nos interrumpieron.

-No tienes porqué saberlo, Uraraka -decidió el cenizo.

-Déjame esto a mí -lo miré- es necesario y no tengo pensado ocultarle las cosas como antes.

En algo de unos minutos le expliqué todo lo que pasaba a Uraraka, lo que habíamos descubierto y lo que planeábamos hacer, a pesar de que el cenizo no estuviese de acuerdo en decirle y que fuese parte de esto, no me interrumpió y solo observó. La castaña cada vez se veía más seria, quizás no estaba de acuerdo a que nos enfrentáramos a él, pero iba a ser una gran oportunidad de poder derrotarlo.

-¿También viene a por mí? -preguntó.

-Quizás sólo para hacerme daño emocionalmente -comenté- pero, no estoy dispuesta a que te lastime, y sé que, lucharás a nuestro lado, aunque te pida que te quedes afuera, eres lo suficientemente terca, irías de todas formas.

-¡Claro! También me involucra, daré lo mejor para que...-el cenizo la interrumpió.

-No vas a usar tu "Zero Satélites" -la miró más serio que de costumbre- pelearás, pero es lo único que te pido, que no lo uses.

Vi como algo a regañadientes ella asintió, era un ataque bastante peligroso a pesar de que las modificaciones de su traje se encontraran en buen estado, no podíamos arriesgarnos a que pasara lo mismo de hace un tiempo.

Ámame otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora