Un Final

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Dabi no esperó ninguna señal o incluso, que yo estuviese lista para pelear, solo se abalanzó sobre mí con sus llamas que empecé a esquivar de inmediato. Sus golpes eran cada vez más rápido y fuertes, intentaba contraatacar, pero sus llamas lograban alcanzarme de todas formas, quemando de a poco mi traje dejándome cada vez más expuesta.

-¡Haz mejorado, idiota! -solté solo para provocarlo.

-¡Cállate y pelea!

En un descuido, me atrapó y nuevamente me estampó contra un edificio a la vez que desplegaba sus llamas para que me dieran con un ataque directo, solo por mis reflejos alcancé a esquivarlos, pero cada vez se acercaba más, y sus golpes que iban  acompañados de llamas, eran más destructivos y llenos de odio, en un momento solo pareciera que era un combate cuerpo a cuerpo, pero él por su contextura y su quirk, me sacaba mucha ventaja.

Mientras intentaba asestar algún golpe me preguntaba, ¿Dónde diablos están los demás? Camie estaba aquí, pero no había señas del cenizo explosivo, ni de las demás chicas, tendría que resistir lo suficiente hasta que llegue el apoyo.

-¡No te distraigas!

Nuevamente, uno de sus golpes me dio, pero esta vez en el estómago, lo que me hizo retroceder para recobrar el aire, pero cosa que él aprovechó para seguir golpeándome, intentando quitarme la conciencia. Y, en realidad, lo estaba logrando, había estado esquivando y atacando en vano, que ya mis fuerzas se iban de a poco, pero tampoco se la iba a hacer fácil. Con algo de dificultad, cuando golpeó mi rostro, tomé su brazo para poder desequilibrarlo y con una voltereta estamparlo a él en el suelo, las técnicas de Ochako son bastante efectivas. Eso me dio unos segundos para poder respirar a gusto y poder reponerme.

-Tu no te cansas, ¿eh? -respiraba agitada mientras me ponía en guardia otra vez- debiste desaparecer junto con Tomura-kun.

-Quizás -dijo mientras se levantaba y se sacudía un poco el polvo- pero yo no olvido las traiciones.

-¡Dios! ¡Supéralo ya! Pude tener una segunda oportunidad, ¿Por qué tu no?

-¡No encajo en una sociedad como esta! Y la Liga se fue desmoronando de a poco, tú jugabas a los héroes, Twice te seguía para cuidarte, no eran divertidos.

-¿Por eso tuviste que matarlo?

-¡Fue lo mejor que pudo haber pasado! Ahora estaría bien que lo acompañes, maldita psicópata.

Volvió a contraatacar, me cubrí esperando recibir el impacto, pero nada pasó, solo sentí como su cuerpo salió disparado hacia otro lado dejando una nube de polvo, abrí mis ojos y pude divisar que el cenizo había llegado.

-Pensaba que no llegabas.

-La extra de tu compañera nos dio aviso, no sé cuál es tu afición por hacer las cosas sola, loca de mierda -me miró molesto como siempre- tenemos apoyo, no lo arruines esta vez.

Miré a mi alrededor para divisar a las chicas, Camie, Mina, Tsuyu, Hagakure y Uraraka se encontraban listas para la batalla, me sentí feliz, esta vez podría terminar con todo esto y vivir tranquila una vez por todas.

Las llamas de Dabi quisieron separarnos, pero todas en una coordinación que no esperaba, las esquivamos mientras el cenizo se dedicaba a atacarlo desde la distancia, Camie realizaba algunas ilusiones para darnos una ventana y poder atacar, Hagakure reflejaba su luz para entorpecerlo, Mina disolvía todo para que no tuviese lugar donde esconderse. Tsuyu con su lengua tomaba a Uraraka para impulsarla hacia su objetivo, en el camino, alcé mi mano para que ella la tomara, ambas daríamos un ataque directo, después de todo, éramos su blanco. En un descuido de parte del pelinegro, ambas dimos con él, pude atravesar parte de su abdomen con uno de mis cuchillos, y la castaña lo tomaba para aplicar una llave e inmovilizarlo. Parecía que estaba por terminar la batalla, pero la risa tétrica del pelinegro, me daba a entender que no era tan así.

Ámame otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora