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Rusia se levantó un poco tarde, ya mañana se iba a sus tierras nuevamente, iba a ir al baño, pero escuchó a alguien dentro de este, la puerta estaba semi abierta. Se sentó en la cama y se inclinó a la izquierda para ver quién estaba ahí.

Era México, el cual, se estaba cambiando, ya estaba vestido de la parte inferior, pero no tenía la camiseta puesta. El ruso estaba en un especie de transe, no podía despegar la mirada, el como se movían las caderas del mayor y ver su abdomen era algo que lo tenía embobado.

Tragó saliva, ¿Por qué México se le estaba haciendo tan atractivo?, Desvío la mirada y se sentó derecho cuando observó al chico empezar a salir del baño mientras se ponía la camiseta.

— ¡Rusia!, ¿Te desperté?, Perdón, me estaba cambiando para ir a la tienda, TENGO QUE IR GUAPÍSIMO. — dijo con orgullo. Rusia estaba nervioso, su cara estaba un tanto roja por la vergüenza —. ¡Ve nomás! Tienes calor, te voy a traer una hielito de limón.

— О да, спасибо Мексика(Ah, si, gracias México). — el mencionado se puso sus sandalias y se fue de la habitación, dejándolo solo. El menor se tiró a la cama y se tapó la cara con sus manos, estaba tan avergonzado de si mismo.

Rusia dejo la pena de lado y se dirigió al baño dispuesto a orinar, lo cual hizo, para después lavarse las manos y percatarse que la camiseta usada de México estaba en el pequeño estante con cosas para el baño. Tomó la prenda de ropa y la miró unos segundos, para después acercarla a su naríz, respirando el aroma del chico.

Huele bien, huele..a él.

Se sentía embriagado por el aroma del mexicano, olía muy bien, podía percibir el olor al perfume que solía usar a veces. Una de sus manos descendió a su entrepierna frotandola por encima de su pantalón delgado de pijama, no estaba consciente de lo que estaba haciendo en ese momento, solo sabía que ese aroma lo ponía tonto.

Escuchó una puerta cerrarse suavemente, asustandolo, provocando que quitara su mano de su intimidad y aventara la prenda de ropa. No había cerrado la puerta del baño, así que asomó su cabeza para ver la puerta de la habitación, no estaba nadie dentro. No se preocupó demasiado, agarró la camiseta de México y salió del baño para guardarla en su maleta.

Estoy demente, loco.

Se dijo a si mismo al terminar de cerrar la maleta otra vez. Sonrió mirándola, con las mejillas rojas.

[°°°]

México estaba nervioso, el hecho de ver al ruso oliendo su camiseta mientras se tocaba el pene por encima de la ropa lo había sorprendido, ya que, era Rusia, nadie se esperaría eso de él.

Había regresado por su cartera a la habitación, pero observó al ruso oliendo su camiseta, no le pareció tan raro, pero al ver cómo se frotaba el miembro con su mano mientras lo hacía.., lo había confundido y sorprendido bastante, tanto que ni siquiera tomó su cartera, pero muy dentro sentía emoción, hasta podría decir que a una parte de él le gustó ver aquello.

— ¿Será que tiene fetiches raros?, Ahhh, dios, que vergüenza... — México llegó a la tienda, compró el helado de limón para el ruso y otro para él, tortillas de maíz y una Coca-Cola con el dinero que le había prestado Guatemala.

Llegando a casa, observó al ruso en el sillón, completamente tranquilo, pero cuando sus ojos se encontraron ambos desviaron la mirada con vergüenza. Guatemala se dió cuenta muy rápido y sonrió intrigado. México dejó las cosas en la mesa de la cocina rápidamente y dejo el helado del ruso en la nevera.

— Uyyy, oigan, ¿Por qué tan raritos?, ¿Que hicieron o que?. — preguntó con malicia, Rusia por su lado no dijo nada, ni volteo, ya que su cara se encontraba roja y sentía pánico.

—¿Yo? Nada, bueno, estoy raro todavía por lo de Perú, pero, no se, ja, ja, ja. — río falsamente —. Ah, Rusia, dejé tu helado en el congelador.

Rusia miro al chico, y sonrió.

— Спасибо большое, позже возьму(Muchas gracias, luego lo tomo).

Guatemala entrecerró los ojos mirándolos, ¿Por qué estaban tan raros esos imbéciles?. Agarró agua de fresa y se fue a su habitación a jugar a la pasarela solo como hace unos minutos, dejando a los chicos solos.

Rusia fue a la cocina, donde el mexicano estaba buscando un lugar para guardar su helado. El menor se puso detrás de él, pegándose a su cuerpo, el más pequeño se puso nervioso.

— EH- quiero esconder mi helado para que no se lo trague Guatemala.. — dijo aún moviendo las cosas dentro de la nevera, hasta que la mano derecha de Rusia tomó sus mejillas, apretandolas levemente y obligandolo a levantar la cara —. ¿Que..?.

— Мне нравится твой запах, ты пахнешь ... очень хорошо(Me gusta tu olor, hueles.. realmente bien). — dijo mientras se inclinaba, respirando el olor tan agradable de su cabello. México se puso más nervioso de lo que ya estaba.

— Ah.., si, g-gracias. — el más alto le dió un beso en la frente, tomó su helado y se alejó de él. México lo miró irse al piso de arriba. Tragó duro —. Pinche morro, andas bien raro..






















OLAAAA, AHHHH, corto pero es lo que hay, >:(, quería agregar algo de calentura, jijiji. El dibujo lo hizo un amigo, que tiene Wattpad, pero no quiere que ponga su user porque le da vergüenza.

México bien hot.

Gracias por leer está historia toda jodida, l@s quiero mucho 💐, perdón si hay faltas de ortografía, besitos en las manitas para todas, todos y todes 💐💐🌸🤙🏼.

Besos entre amigos || Shinnie ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora