Un reino de sueños

Alabort

Me desperté al día siguiente, me levanté con los ojos medio abiertos, no me di cuenta de que tenía el techo cerca, y antes de que me hubiera dado cuenta me di un golpe en toda la cabeza

-!!!HAAAAAAAY¡¡¡ que dolor

-¿Cómo he llegado aquí?

Me pregunté y me vino un recuerdo a la cabeza, creí que había sido un sueño, pero veo que estoy en la casa del duende Elbor.

Viendo que el techo era un poco bajo, me puse de pie agachándome un poco, me fui confuso y dudoso, fuera de la habitación había un pasillito un tanto estrecho pero bonito, con cuadros y una mesita con una flor muy hermosa, al final del pasillo había unas escaleras, las cuales bajé hasta encontrar un mesa llena de deliciosa y apetecible comida, miré al lado izquierdo y vi a Elbor

-Buenos días, ¿qué tal la noche?

-Bien la verdad, ¿E...Elbor tu sabes que hago aquí?, más bien ¿cómo he llegado aquí y porque el destino me ha traído aquí?

- E...pues la verdad es que no pero conozco a alguien que conoce a un sabio que podría ayudarte. Respondió Elbor

-Pero antes siéntate y come algo

Me senté en la mesa como el dijo y me puse a comer

-Mmmm que buena está toda esta comida

-Me alegro que te guste, dijo Elbor

Al rato terminamos de desayunar y Elbor sugirió que podríamos ir a ver a su conocido en busca de respuestas sobre que hacía yo allí.

Me levanté de la mesa, yendo directamente hacia la puerta, puse mi mano en el pomo y estiré hasta abrir la puerta del todo, pasé la puerta sin pensármelo dos veces.

-¡Guau!

Me quedé impactado con lo que estaban viendo mis ojos

-¿Qué es esta maravilla?

-Esto amigo mío es Alabort.

Dijo Elbor, saliendo con su sombrerito verde, llevaba un mono encima de una camiseta roja y por último unos pantalones blancos claro

-Pues si te gusta Alabort tendrias que ver todo Atlon

Así que me puse a correr calle abajo hasta llegar al final donde había un inmenso mar azul y muchas islas que lo rodeaban, en el mar habían peces de diferentes colores.

Elbor siguió caminando hacia el final sin pararse

-Mira esto, dijo

Puso un pie en el final, creyendo yo que se caería al mar, siguió caminando, se paró, me miró y dijo

-Corre

-Pero si corro me caigo, le dije en tono un poco alto

-Confía en mí, contestó él

Entonces cerré los ojos muy fuerte, listo para correr, fui directo hacia el final, seguí corriendo, abrí los ojos y me vi corriendo encima del mar sintiendo la brisa golpeando contra mi cara

-Pero ¿cómo es esto posible?

-Por los puentes mágicos, hay dibujos en el final de cada isla, solo los habitantes de Atlon sabemos donde se encuentran los dibujos para poder pasar por los puentes invisibles, explicó Elbor

-Bueno ahora volvamos que hay mucho que hacer

-Vale

Mientras volvíamos pregunte

-Elbor que es eso que flota encima de Alabort

-Eso es la iglesia más importante de todo el reino construida en el 1322

Me quede con una cara de alucinado y sorprendido

-La capital tiene forma de tortuga

-La construyeron en el 1321, pensando en la forma de una tortuga.

Volvimos a Alabort, paseando por las calles, fui descubriendo cosas, como que en cada calle, había una fila de flores en el medio, las casas eran muy rústicas y bonitas, con sus balcones y la hierba subiendo por las paredes de cada hogar.

Continuamos paseando por las calles, y Elbor me dijo mi ropa llamaba mucho la atención y que sería mejor cambiarla, así que chasqueó los dedos y mi ropa había cambiado por completo, ahora llevaba chaqueta verde encima de una camisa blanca, un cinturón, un pantalón marrón oscuro y unas zapatillas, estaba alucinando y a la

vez confuso

-¿Cómo has hecho eso?

-¿No lo sabías? los duendes podemos hacer magia con el chasquido de nuestros dedos.

-¡Increible! dije, con cara de emoción.

-¿Y qué más cosas puedes hacer?

-Más adelante ya te explicaré más cosas, pero es mejor que sigamos nuestro camino, dijo el duende.

-Y ¿a dónde vamos?

-Ahí, respondió Elbor, señalando a la iglesia

Mientras íbamos camino de la iglesia nos interrumpió un grito

-!!!AYUDAAAAAAAA¡¡¡