CAPÍTULO 1

2.6K 95 45
                                    

Un día normal, eso pensó que sería.

Un día normal y corriente.

Yang Jeongin pensó que tendría la oportunidad de descansar sólo un momento de todo el cansancio que le provocaban las clases. Eso fue lo que pensó, que tendría todo el día para tomar una tasa de café con sus amigos, reír e ir a un karaoke, pero no fue así. Jamás sucedió, parecía que le habían cancelado.

📱 ¿Van a venir o qué?

💬 *Beomgyu está escribiendo...*

O al menos eso pensó antes de que aquel mismo segundo, oyendo la campanilla de la entrada del lugar, sus ojos vieran algo que jamás esperó ver. A quien no pensó ver.

- Bienvenido señor Lee

Pero está bien, él puede detenerse de hacer un escándalo, pero no de odiar a quien entrando con un saco negro y cabellos morados con algunos raastros de su verdadera cabellera castaña, se sentó frente a él con una sonrisa. Una sonrisa llena de deseo pero también con muchas ganas de haber encontrado a su presa.

Maldita expresión.

Ugh, como lo odio; pensaba Yang.

Sus manos se apretaron en la tasa que tenía en ellas y unas voces chillonas se detuvieron a su lado, una de las chicas de la cafetería, competía con otra para que le dieran la carta el mayor.

Algo que al ser notado por el menor, hizo que éste sólo volteara hacia la menor, fulminando a cada una de ellas para que se fueran.

¿Qué estaba haciendo?

No era más que un grandioso día, siendo arruinado por la persona que tenía enfrente suyo, y ahora se preguntaba gracias a ello, de que se trataba todo esto, ¿una sorpresa? una mierda, quiere saber que hace su peor enemigo frente a sus ojos.

Su mente va a explotar, mientras que el café del contrario es derramado al haber apretado con fuerza la mesa con uno de sus puños.

Sus ojos se posan en el otro por primera vez, mientras que con una sonrisa serena como si no hubiese pasado nada, Lee Minho se pone en marcha, limpiando su saco sin dejar de mirar a quien estuvo buscando desde la última vez en que este le cerró la puerta en la cara.

En qué cortó todas sus llamadas y besó a un completo desconocido para que lo dejase en paz.

Nos vemos otra vez, quiso mencionar.

Pero la cara de Jeongin lo detuvo. La seriedad se encontraba en sus ojos, algo que hizo que con gusto, Minho sonriera aún más con satisfacción.

Es como si su primo no le hubiese dicho nada de que pasaría a buscar al venderlo no literalmente (sino por unos problemas personales entre ambas familias). Sin embargo, ahí se da cuenta que éste no sabe nada, en el momento en que el menor ríe sin gracia y rueda los ojos, volviendo a tomar de su taza de café.

Tan lindo.

Esto es amor. Sin dudas.

¿O tal vez una obsesión?

Cómo sea, Lee sabe que pronto aquel chico que está mirando terminará siendo suyo. Es lo que piensa mientras quita su saco, observando como el menor casi escupe su café al ver cómo aquel líquido había ayudado en mostrar sus atributos. La sangre estaba subiendo subiendo a sus orejas y Jeongin sólo podía pensar en matarse.

Jeongin: ¡Tápate! ¿Estás loco? -entonces exclamó.

Minho: ¿Qué tiene de malo? Sólo es mi trabajo en exposición -rió de lado más que complacido al ver cómo el contrario sacaba su chaqueta para aventarlo en su cara.

Oh My daddy [Minjeong] [+18] [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora