El comienzo del juego

45 3 3
                                    

Esta es la historia que le sucedió a Kenji Johnson, un joven guapo de unos 18 años, estatura de 1,80, cabellera marrón con destellos blancos y unos ojos color ámbar que lo ayudaban a conquistar algunas chicas.

Era un día normal en la cuidad de chicago.
Kenji estaba jugando tranquilo en su computadora con Isao Baker. un chico rubio, 1,92 de estatura, unos hermosos ojo azules y el mejor amigo de Kenji.
Este par de amigos ya llevaban una gran cantidad de tiempo jugando como ya era de costumbre, pero Isao comenzó a notar que Kenji no se encontraba del todo bien.

-¿que tienes?-preguntó su amigo preocupado-¿Está todo bien?

-Es que...-respondió Kenji interrumpiéndose a si mismo-Últimamente al estar Jugando todos los días desde hace tanto años no me emociona como antes

Isao al escuchar a Kenji fue corriendo rápidamente hacia su casa sin esperar respuesta y después de unos pocos minutos regresó con unas gafas de VR, en las que venía ingresado un juego llamado La Isla Final. Este juego consistia de asesinar al demonio que se
encontraba escondido en cada isla, si lo lograbas podrías conseguir un barco que contara con la capacidad de llegar a cada una de las islas, además cuando asesinaras a estos te daban una posibilidad de conseguir accesorios diferentes que permitieran que tú pudieras volverte mas fuerte y poder vencer a los siguientes demonios.

Kenji al saber sobre este juego, le comenzó a interesar mucho, así que luego de un momento hablando sobre el, Isao y el se recostaron en la cama, se colocaron las gafas y sin pensarlo mucho entraron a este juego, para ver si lograban conseguir la emoción que buscaba obtener el joven Kenji Johnson.

Kenji ya se encontraba dentro de el juego. Comenzó a buscar a su amigo para que pudieran jugar juntos como lo tenían planeado. Kenji no lograba encontrar a Isao, así que decidió intentar salir del juego, para revisar si su amigo había salido, pero no toco algo raro al momento de intentarlo.
Kenji no podía salir.

-¡AYUDA...NO PUEDO SALIR!-grito desesperadamente

Kenji comenzó a correr por el lobby de la primera isla, hasta que después de un momento logro calmarse un poco.
Kenji comenzó a investigar el por qué no podía salir. Al no conseguir resultados pensó que solo era una falla del juego, ya que era muy nuevo aún, así que decidió entrenar un poco.
Mientras Kenji entrenaba le apareció una señal en frente de sus ojos.

-Si quieres salir del juego debes terminarlo, pero si mueres en el intento no podrás regresaras a tu hogar

Kenji al entender lo que trataban de emitirle el mensaje, se comenzó a desesperar de nuevo, al saber que si moría en el juego moriría en la realidad, pero tomo la iniciativa que sería mejor entrenar, para proteger a los más débiles.
Kenji unos minutos después se encontraba estresado, pero entrenando con ánimo.
Un momento después reviso en su código la información de muertes deseando que no hubiera muerto nadie, pero vio algo que lo sorprendió mucho,

Han muerto 1.000/50.000 personas en 8 horas. Decía el mensaje

-No puedo ni siquiera proteger a una sola persona, no merezco vivir-exclamó Kenji

Muy enojado con si mismo fue hacia la playa de pirañas y cada vez se adentraba más a este, para intentar quitarse la vida, por no poder cumplir su promesa, pero justo cuando una gran piraña hambrienta acechaba a Kenji y en el último segundo algo inimaginable sucedió. Isao apareció y lo jalo de la mano antes de que la piraña pudiera atacarlo.

-Gracias Isao, pero...-Dijo Kenji con una voz temblorosa- ¿Por qué lo hiciste?
-Un amigo jamás dejaría morir al otro-dijo con cariño-y además tú eres una persona muy valiosa para mi-ñ

Juego MortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora