Sangre de Zeus (Ero) (Antiguo)

7. Eina - Los problemas de Bell

Nota del Autor:

Entonces... aquí está la parte de Eina.

"Hmmm... Hmmm... Hmmm..."

Eina tarareaba mientras caminaba por su habitación, comiendo una tostada. Puso las cosas necesarias para el día en su bolso, pronto sería hora de ir a trabajar. Por ahora, solo vestía pantalones de chándal y una camisa, su ropa de trabajo colgaba de un gancho y esperaba que se la pusieran. Su cuarto no era tan grande ya que vivía sola, solo un pequeño baño y una cocina, junto con una pequeña sala y un lugar para su cama que estaba separado por una cortina.

No era mucho pero estaba satisfecha con él, la parte de la ciudad era bastante buena y no estaba lejos de Babel. Tal vez en el futuro, cuando reciba un ascenso, ganaría suficiente dinero para conseguir una habitación más grande... en algún momento en el futuro podría necesitar una. Pero por ahora una gran parte del dinero que ganaba se lo enviaba a su familia para mantenerlos, ellos le habían hecho posible visitar el distrito escolar para conseguir su trabajo.

Y sin su trabajo... es posible que nunca hubiera llegado a conocer a Bell.

Recordó lo sorprendida que estaba su madre cuando le escribió que había encontrado un buen chico... su madre estaba sorprendida por el hecho de que ella no era la única mujer en su vida. Pero pudo convencerla de que Bell era realmente un buen tipo... las palabras de Riveria también ayudaron. El otro problema con Bell era su trabajo, normalmente no se permitía que el personal del gremio y los aventureros entablaran una relación, pero hicieron una excepción con Eina después de que Bell alcanzara el nivel siete en ese incidente apocalíptico en Orario.

Pero bueno... Eina estuvo junto con Bell de antemano... solo en secreto. Oficialmente, solo Misha sabía sobre eso, pero en realidad, todos sus colegas lo sabían... simplemente no dijeron nada.

Como Bell había alcanzado el nivel siete, Eina era llamada "La gran consejera" y muchos de sus colegas le pedían consejo para dar mejores consejos a sus aventureros. Estaba muy contenta con el desarrollo y esperaba volver a trabajar. En el pasado, a menudo había dudado de su elección de trabajar en el gremio cuando sucedían cosas malas, pero había mejorado con los años... también gracias a Bell.

Después de comprobar por última vez que todo lo que necesitaba estaba dentro de su bolso, Eina lo cerró y se volvió hacia su ropa de trabajo. Realmente le gustaba su uniforme, se veía profesional y elegante... pero sexy... para cierto chico de pelo blanco. Eina se rió entre dientes cuando recordó cómo había comenzado su relación con Bell. Cuando Bell alcanzó cierta edad, se interesó más en las mujeres... y Eina lo atrapó muchas veces cuando tenían una lección cuando él miraba hacia su pecho o su trasero. Si bien estaba feliz de que Bell estuviera interesado en ella, Eina también era tímida ya que no tenía experiencia en estas cosas.

Eina se quitó la ropa y mientras comenzaba a ponerse el uniforme, recordó algunos eventos hace unos años cuando comenzó su relación con Bell.

Eina arregló su papeleo y cambió un poco la forma en que se sentaba en su silla, no había muchos aventureros en el gremio hoy, la mayoría bajó directamente a la mazmorra.

"¡Señorita Eina!"

Suspiró sonriendo y miró hacia arriba, Bell caminó rápido desde la entrada hacia ella. Hoy tendrían una lección adicional y Bell siempre llegaba temprano, dijo algo sobre que sería cruel dejar esperar a una mujer. Bell tenía ahora diecisiete años y había crecido bastante desde que Eina lo conoció. Los últimos dos años y medio pasaron en un abrir y cerrar de ojos, Bell había pasado de ser un niño a un joven apuesto. Pero su naturaleza y comportamiento no había cambiado mucho,