Cap 3

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HAY QUE CUIDAR AL POBRE HERMANASTRO
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ZEUS

Que cría tan complicada y yo que creía que Gabriela lo era, ya veo que todas las mujeres lo son.

-A..a...¡Ashu!-limpio mi naríz. Pues aunque me mojé solo para subir a Tara al auto, solo ese poco bastó para enfermarme. Desgraciada lluvia.

Tocan a la puerta delicadamente.

-Adelante.-digo para que quien sea que esté tocando entre ya que no tengo fuerzas de levantarme.

-Emm...Mamá aún no llega y no hay nadie en casa... Escuché que estabas estornudando mucho y creo que es mi culpa-Vale, Tara está siendo amable-¡Aunque también es tu culpa por imbécil!-retiro lo dicho.

La miro mal y ruedo los ojos.

-¿Qué quieres?

Se acerca hasta mi cama y extiende sus manos las cuales antes estaban detrás de su espalda, en sus manos tiene una taza que me está ofreciendo.

-Mi madre siempre dice que lo mejor para curar una gripe es un té bien calientito... Tómalo como disculpas y también de agradecimiento por ir a buscarme al instituto...

Sonreí por su manera de disculparse, me senté y tomé la taza, al tomarla rozamos nuestras manos y su rostro tomó un aspecto de preocupación lo que hizo que frunciera el ceño.

Se acercó más y tocó mi frente bruscamente, luego mi cuello y se tapó la boca con sus manos.

-¿Qué te pasa?-pregunté desconcertado.

-Estas hirviendo. ¿Tienes pastillas?

Lo pensé un momento. Realmente si me estaba sintiendo mal, pero no pensé que tuviera fiebre.

-Creo que en uno de esos cajones.-señalo el estante grande de mi habitación.

Empezó a revisar de prisa.

-¡Esa gaveta no...!-tarde.

-¡Eres un cerdo!

Solté una carcajada por su cara de asco. ¿Nunca había visto condones?

-¿Por qué tienes un cajón lleno de condones y... ropa interior de mujer...?

Tomé un sorbo de lo que tenía en la taza.

-Porque yo sí tengo relaciones y prefiero cuidarme de una enfermedad llamada críos chillones.

Alzó una ceja, rodó los ojos y cerró el cajón de un empujón.

-Ah, mira, aquí estaba-dijo tomando una pastilla de encima de mi mesa de dormir, irónico.-Ten, bebela con el té y así te sentirás mejor en un rato, cualquier cosa estoy aquí al lado, ¿vale?

-Vale. Gracias, Tara.

Sonrió y salió de mi habitación.

TARA

-¡¡Taraa!!

«Otra vez. Pero que pesado»

-¡¡Ya voy!!-dejé mi libro sobre la cama por milésima vez y fui a la habitación de Zeus.-Dime.

-¡Tengo mucho calor...!-chilló.

Me crucé de brazos.

-Cuando dije que podías llamarme para lo que necesitaras no me refería a que me llamaras cada cinco minutos, creo que estás abusando, ¿no crees tú?

-No lo sé. Pero tengo mucho calor, Tara, ayuda a tu pobre y enfermo hermanastro...

Respiré profundo y fui hasta su cama, quité las cobijas y encendí el aire solo un poco, noté que la fiebre ya le estaba bajando y por eso tiene tanto calor.

Al menos me quitó un poco la preocupación, no quería que hubiera muerto por mi culpa.

-¿Ya?-pregunté rogando que ya no me pidiera más nada, pero si lo hizo.

-Tengo sed...

-¿Otra vez? Hace un rato te di agua.

-¡Tengo sed...!

-¡Ash! Estas me las voy a descobrar, para que lo sepas.

-Sí, sí, como quieras.

Ahora el que parecía un crío era él, salí de la habitación y bajé a la cocina, tomé el vaso de agua y volví a subir a mi paso, ni rápido, ni lento.

-Aqui tienes.

Escuché que abrieron la puerta de la entrada y seguido de eso la voz de mamá.

-¡Llegamos!

Sonreí aliviada.

-¡Por fin!

Salí nuevamente de la habitación de Zeus y bajé las escaleras corriendo, abracé a mamá algo que ella notó extraño porque no era muy común que yo me andará por la vida abrazando a la gente así como así.

-¿Qué pasa, cariño?

-Pues, hoy llovió mucho y Zeus y yo nos mojamos un poco... Fue tanto su culpa como mía y me ofrecí a atenderlo porque le afectó haberse mojado, pero es peor que un crío y ya me cansé, no me a dejado terminar mi libro.

Mamá rió al igual que Jerry que estaba escuchando desde que empecé a hablar.

-Esta bien, yo lo atenderé, tú ve y termina tu libro.

-Gracias-dije contenta. Le di un beso en la mejilla y subí las escaleras. A mitad de estas mamá me llamó. Volteé para verla.

-Luego me cuentas qué tal te fue en el instituto, no creas que te salvas de los chismes.

-No hay chismes, a penas soy la nueva, mamá, pero está bien, luego te cuento. Te quiero.

-Te quiero más, pequeña.

Terminé de subir las escaleras y pasé por la habitación de Zeus, no entré, solo cerré la puerta para que el frío no entrara del todo. Avancé y entré en mi habitación.

Por fin podré terminar mi libro.

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¿Como les está pareciendo la historia? Se que les gusta eso del chico malo y el romance, pero aún no es tiempo para eso, ya vendrán esas escenas 7u7

¿Qué libro creen que este leyendo nuestra Tara? Les doy una pista, es de nuestra amada Alex Mirez.

Las quiero❤️❤️❤️

Mi hermanastro Zeus.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora