🥀✨ El Tigre de Hu✨🥀⁅Traducción⁆

Capítulo 4

Resumen:

Shen Yuan conoce a un cachorro, luego a un toro y luego juega con un gato.

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A pesar de todas sus numerosas deficiencias, Airplane Shooting Towards The Sky había hecho un trabajo lo suficientemente bueno al describir el escenario en la mayoría de los casos dentro de la novela que a Shen Yuan no le resultó demasiado difícil imaginar dónde se sentaron los personajes en cualquier momento. Edificios, estilos, texturas, olores; en general, había sido un trabajo útil, pero de alguna manera esto todavía no lo había preparado para lo grande que era en realidad el Panhe Courthouse.

Panhe no era un condado pequeño, ni mucho menos. Tenía acceso al río en el lado este y rutas comerciales imperiales bien establecidas hacia el oeste y el sur. Un conglomerado de comerciantes conformaba una rica clase media y alta, así como una gran riqueza comercial hacia y desde la plaza del mercado. Esto permitió una afluencia de personas y, por lo tanto, era necesario que ocurriera un crecimiento en el poder de la ley.

Mientras Shen Yuan caminaba lentamente a través de un jardín lateral, observando la fina arquitectura de las paredes y los techos, recordó un comentario que había hecho Airplane Shooting Towards The Sky al describir el palacio de justicia de Panhe como antiguo y nuevo. El ala oeste, por ejemplo, era en realidad el palacio de justicia original y todo el resto se agregó para acomodar el auge de la población.

Hizo una mezcla interesante de texturas y diseño, tradición y grandeza rica. Le recordó a Shen Yuan un templo que había visitado cuando era joven y visitaba a parientes adinerados en su casa de campo. Estaba acostumbrado a los edificios altos, a vivir pisos sobre pisos por encima del suelo. Panhe Courthouse era grandioso de la misma manera que lo había sido el templo: no era alto, pero era ancho, y abarcaba una asombrosa cantidad de tierra. Shen Yuan resolvió subirse al techo más alto que pudiera encontrar y rápidamente dibujar un mapa para no meterse en un patio lateral y quedar atrapado allí por la eternidad.

Pero por ahora, la cocina.

El Palacio de Justicia de Panhe no era solo un lugar de la ley, sino también la nueva residencia de Shen Yuan. Además, albergó a sirvientes, algunos escribanos y, lo más importante, a la guardia civil. En algunos yanen, más de quinientas personas podrían residir al mismo tiempo, números que hicieron que la mente de Shen Yuan diera vueltas. Afortunadamente, los números aquí eran mucho más manejables, pero no obstante, había mucha gente a la que pagar y alimentar.

Por lo tanto, no le sorprendió que uno de los viejos edificios del ala se hubiera convertido simplemente en la cocina. Era después de la cena, pero todavía cerca de una docena de sirvientes se apresuraban y trajinaban, limpiando y preparando las comidas del día siguiente. Los olores aún eran ricos y aireados, la habitación estaba caliente por los fuegos constantes. Fue un agradable alivio sentirlo después de atravesar la nieve que caía y, por un momento, lo inhaló todo, contento de observar el caos organizado mientras se calentaba los dedos helados junto a la estufa más cercana.

Cuando lo notaron, fue una cascada de reverencias y saludos que cortésmente descartó. "Dime, ¿dónde está el chef Ming?" preguntó en el momento en que los murmullos se calmaron y un hombre de mediana edad dio un paso adelante, con el cabello envuelto y el brazo en cabestrillo.

"Este es el chef Ming", dijo el hombre, inclinándose de nuevo con profundo respeto. "¿La cena no fue del agrado de Su Señoría?"

"En realidad, todo lo contrario, Chef Ming", aseguró Shen Yuan, sonriendo ante la forma en que el hombre se animó. En la novela, si bien el Magistrado no había sido cruel con sus sirvientes, tampoco se había tomado la molestia de agradecer a ninguno de ellos, algo que Shen Yuan pensó que era particularmente estúpido. Después de todo, cuando un villano conspiraba contra un hombre tan fuertemente protegido y atendido como un magistrado del condado, la mejor manera de llegar a él era desde adentro, y eso era exactamente lo que había hecho Shen Qingqiu y sin duda volvería a intentarlo.