Cap 217 - 220

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CAP 217

"¡Ohh ohh ohh!--"

Toda la sala del banco se llenó de estallidos de llanto reprimido, algunas personas estaban en silencio, sus rostros estaban pálidos y no se atrevían a emitir ningún sonido.

La atmósfera de miedo, en todo el vestíbulo del banco, la joven que había sido apuntada en la cabeza con el arma ya estaba tan asustada que sus piernas estaban debilitadas, las palabras del jefe ladrón de túnica negra estaban claramente en sus oídos, y ella quería levantarse lo más pronto posible, actuando de acuerdo a las instrucciones de la otra parte, pero sus piernas cayeron rectas y suaves al suelo, sus ojos se abrieron con horror, lágrimas y mocos cubriendo su rostro.

Pero aun así, la joven todavía recordaba lo que dijo el ladrón anterior, y no se atrevía a llorar un poco, su rostro pálido temblaba, su rostro lleno de vergüenza, estaba indefensa y lamentable ...

El jefe ladrón vestido de negro no tuvo la más mínima actitud de lástima por Xiangxiyu. Al ver a la mujer frente a él arrodillada en el suelo, sus piernas estaban débiles, no podía ponerse de pie y no podía caminar. sola a la esquina para ponerse en cuclillas con los demás, con el ceño fruncido por la ira. , pateó el estómago de la mujer con fuerza, y dijo con voz viciosa: "¡Joder! ¡¿No puedes ni caminar?! ¡Es una puta mala suerte! ¡Ustedes dos vengan!" solo y arrastrar a esta mujer para allá, quédense con el resto de la gente en el pasillo, el quinto y el tercero, ustedes dos, vigilen el grupo de rehenes, después de tres minutos, si el cajero del banco no abre el puerta de nuevo, ¡dispararás directamente! ¡Empieza poco a poco, jejeje! ¡Da la casualidad de que hay un par de madre e hijo aquí, matando al hijo primero, luego matando a la madre para reunir a su madre e hijo no está mal!

Las palabras detrás del jefe ladrón vestido de negro tenían un tono extraño, como si fuera a comerse a la gente, y su mirada siniestra miró a la joven madre y al hijo parados en el borde más externo de la multitud de principio a fin.

La madre y el hijo eran muy jóvenes. La madre parecía tener solo veinte años, y el hijo tenía solo cinco o seis años. En este momento, la mujer abrazó a su hijo con fuerza, sacudiendo todo su cuerpo y luchando con los dientes. El pequeño niño estaba protegido por su madre, en sus brazos, su rostro estaba pálido y no se atrevía a moverse.

Los niños de cinco o seis años ya pueden entender muchas cosas, saben que estos seis tíos con capuchas negras y abrigos negros son malas personas, saben que hay una docena o veinte de tíos y tías por ahí que no pueden venció a los otros seis. , el niño miró obstinadamente a varios ladrones vestidos de negro y abrazó a su madre con fuerza.

“No, no… no nos mates, no mates a mi hijo, woo woo woo.” La madre abrió los ojos horrorizada, llorando desconsoladamente, abrazó a su hijo y siguió suplicando: “Te lo ruego”. todos ustedes. , les ruego, no me maten a mí y a mi hijo, puedo darles todo el dinero de todo mi cuerpo, ¡dárselo! Solo por favor no maten a nuestra madre e hijo, mi hijo aún es joven , solo tiene cinco años. No he estado en este mundo para probar una comida deliciosa o jugar algo divertido... woo woo... woo woo..."

"Mamá... no llores, woo woo..." El niño y su madre se secaron las lágrimas juntos.

"¡Jejeje! ¿Eres un poco tonto? ¿Qué me estás diciendo, de qué sirve rogarme, deberías rogarles ahora, siempre y cuando abran la puerta, y cuando tengamos el dinero en este banco, quién lo hará? Tú no tienen nada que hacer para matar gente?... Así que, si quieres encontrarlos, ¡debes encontrarlos! Si vivirás o morirás en el futuro depende de los tres... ¡Jajajajaja!" El jefe ladrón señaló a los tres cajeros del mostrador, jaja se rieron.

CAP 218

Las palabras del jefe ladrón parecieron despertar a todos los presentes, los rehenes que estaban agazapados en la esquina miraron a los tres cajeros del banco con esperanza y súplica, entre ellos, incluido el original que aún se sujetaba la cabeza. y llorando amargamente madre e hijo.

Matrimonio militar ranacido : "El médico militar jefe no es facil" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora