─Una isla abandonada, un templo particular y una nueva mascota, cosas normales que pueden ocurrir en una aventura familiar.
WB Story!
OOC! [out of character]
·¡Hagamos unas rápidas aclaraciones! Thatch y Ace viven, Teach no existe y los piratas de Shirohige son una linda familia.
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—¡Tengamos una aventura!
Un muchacho pecoso se encontraba aburrido, había finalizado su papeleo e igualmente marco distintas rutas para los comandantes mayores, no tenía nada para quitarse el aburrimiento, su mejor amigo estaba ocupado en la enfermería atendiendo a varios tripulantes y su compañero de travesuras se encontraba ausente, aunque si recordaba bien, este no tardaría en volver, una sonrisa florece en su rostro al escuchar movimiento fuera.
De un salto se levanta de su cama y poniéndose con rapidez sus zapatillas negras, abandona su recamara y corre por el pasillo, y asi salir a la cubierta para recibir a su hermano mayor, una gran sonrisa yace en su rostro mientras que continua su recorrido, mira a su alrededor y baja con rapidez las otras escaleras que dan al almacén y a la oficina de reuniones de comandantes, decide asomarse al primero, varios de la sexta y cuarta división acomodan cosas y lo que llama su atención es un gran cofre.
Sus ojos brillan cuando paseando su mirada se topa con quien desea, un hombre mayor de cabellera castaña rojiza y vestimenta blanca con pañuelo amarillo alrededor de su cuello, sale de su escondite y se lanza a la espalda del mayor.
—¡Woah! —suelta el hombre con cierta sorpresa y se tambalea un poco, lleva una mano detrás y palmea con suavidad la cabeza del azabache—. Andabas de curioso, ¿eh?
—¿Qué hay en el cofre? —cuestiona, envolviendo sus piernas en la cintura de su hermano y asi no caer.
—Bueno, a decir verdad ni lo he abierto, asi que vamos —Llevando a su hermano menor encima suyo cual koala, se acerca al dichoso cofre y con un simple puñetazo recubierto en haki rompe el gran candado.
El azabache con la barbilla recargada en la coronilla del mayor, extiende sus brazos y abre el cofre, hace un puchero al ver que hay distintas joyas y figuras de oro, realmente no le interesan mucho tales cosas; el cuarto comandante consciente de ello mueve las cosas para ver si puede encontrar algo interesante para su hermano y ve que es así, cuando la mano del azabache aparece y toma una botella que posee dentro un pergamino doblado.
—Me lo quedo —avisa y se aleja del mayor, quien suelta una risilla por lo bajo.
—Escóndelo, sabes cómo se pone Haruta cuando hay mapas.
El pecoso asiente por lo bajo y despidiéndose con un ademan de manos, abandona el lugar mientras que quita el corcho que posee la botella de cristal, justo cuando esta por sacar el pergamino, se detiene abruptamente y esconde el objeto detrás suyo; se escucha con claridad las pisadas de alguien bajando los escalones y cuando hace presencia mostrándose al doblar la esquina, el azabache tiene que sonreír inocentemente.
