1.

637 49 36
                                    

Un estruendo fue audible desde afuera del lugar de trabajo de cierto alcohólico, unos gritos confundidos pudieron ser escuchados, así como los animales se pusieron alerta o trataron de esconderse. No fue la primera vez en la que pasaba esto, los voluntarios supusieron que una tormenta iba a comenzar, sin embargo, uno de los que trabajaba logró divisar al pelinegro ponerse su abrigo para ir afuera. No sabían bien que pasaba ahí, pero realmente no les importaba después de un punto, los que estaban confundidos eran los nuevos en el voluntariado. Stan ya llevaba un largo tiempo ahí, a decir verdad.

South Park, o "HellPark", era un pueblo muy poco fuera de lo común, después de todo, así que lo más importante era poder sólo encargarse de los animales y calmarlos, lo cuál eventualmente ocurrió.

Stan, por otro lado, había salido hacía la entrada del edificio observando las estrellas que habían en el cielo tintado de azul marino, su turno acabaría prontamente. Caminó un poco más hacía el estacionamiento donde estaba el equipo de traslado de los rescatistas, fue un día ocupado y estaba hambriento para ser honesto. Ahí fue cuándo vio a un joven rubio de cabello largo, siendo sostenido por una amalgama de manos que salían visiblemente de su espalda, aunque Stan fuera una persona generalmente inexpresiva, sonrió levemente por la presencia del rubio.

Este mismo tenía... ¿un tapper? Sí, un tapper relleno de comida caliente, empaquetado con cuidado en unas telas con bordado. Escuchó la voz arrogante del otro, molesto no se sintió apesar de esto.

- Ahí estás, Stanley. No pierdes ningún momento para ser el más lento de todos, ¿verdad? - no parecía tener intenciones malignas aquél rubio, de hecho, sonrió suavemente mientras descendía para estar medianamente a la estatura del americano.

- Tú decides traerme la comida, ricitos de oro. - Respondió tranquilo, observando al contrario sin mucha energía. - Gregory, te había dicho que enserio no es necesario que hagas esto. - desde que empezaron a ser """enemigos""" de una forma mucho más sana y sin caer en obsesiones por hacerse daño durante años.

Lo raro es que, realmente hacían cosas que no cualificaban para ese título de "enemigos mortales" que el chico de teatro presumía tanto. Es decir, Gregory acaba de traerle la cena cómo si nada, era una costumbre de hecho que nació cuándo estaban hablando poco después de arreglarse, puesto que el de cabellos pulcros pudo notar que el hábito alimenticio del desempleado no era el mejor. Mucha comida chatarra y alguna que otra fruta, bananas o manzanas en general, aunque no era suficiente. Gregory, espantado por esta situación, tomó cartas en el asunto.

- No puedo dejar que el imbécil de mi peor enemigo muera por malnutricion. Además, podrías estar comiendo veneno ahora mismo, ¿sabes? - sonrió juguetonamente al de barba, recibiendo una risa ligera por pocos segundos, anteriormente si hubiera hecho eso. Aunque actualmente no se podría permitir el hacerle daño al otro de esa forma, tal vez sí en las "peleas" que tenían, más no quería perderlo.

- Sé que no harías eso. Pero lo apreciaria rotundamente. Además, ¿siempre debes de hacer esa entrada? Asustas a los animales.- resaltó el de piel levemente morena, rápidamente la expresión de Gregory cambió a una de preocupación. Puede que sea un demonio que se la pasó 8 años de su vida viviendo puramente en rabia, eso no significaba que no tenía empatía. Stan era muy sutil respecto a la idea de querer llegar a quitarse la vida, su ángel guardián estaba consciente de eso y intentaba mantenerlo con esperanza también. Sólo recurrió a disculparse por los animales poco después.

- ¿No deberías de ir a tu casa? Es un tanto tarde. Te volveras más débil e inútil. - mencionó molesto pero aún con un tono modesto, una mueca leve apareciendo en su rostro de todos modos.

- No creo que pueda empeorar más. - posiblemente al llegar a su casa iba a volver a fumar marihuana, puesto que solía consumirla para relajarse y sentirse un poco más vivo que antes, o tal vez quedarse a ver su teléfono durante horas haciendo caso omiso a su padre y a su hermana, o hablarle a su perro mientras se ahoga en su llanto o en el platillo que el otro le preparó.

j'attendrai [Stan x Gregory] [HellPark]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora