Capítulo II

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noches lluviosas

Maya

Estoy acostada en el suelo oyendo como las gotas pegan en mi ventana -me siento libre-, hace frío, esta oscuro y lo único que alumbra son las luces let de mi cuarto las cuales tienen el brillo al mínimo. Ya he terminado mi tarea y solo los gemelos están en casa.

Esto es vida.

Quiero pausar mi vida y quedarme aquí, en este preciso momento.

Solo quiero quedarme aquí.

Tengo hambre...

Como arruinar el momento en dos simples pasos:

-Creo que tengo algunas golosinas en mi gaveta - me digo a mi misma antes de levantarme e ir a la gaveta de mi mesa de noche.

Al abrirla efectivamente, tengo alguna que otras golosinas, chocolates, refrescos, papitas y mis favoritos, gomitas.

El equipo perfecto.

Si tú lo dices.

Me acuesto en mi cama y prendo el televisor para ver una película, poco a poco me voy acabando mi gomitas y luego de un rato caigo dormida.

Carajo, ya no es de noche, son las 7:08am y voy tarde al colegio.

Corre por tu vida Maya.

Mi vida, ja, que gracioso.

Llego al colegio y por suerte aun no han cerrado la puerta.

-Buenos días, Ellie - saludo a una compañera.

-Buenos días maya

Llego al salón que me toca y casi no hay asientos disponibles, el único que hay esta a la par de un chico y no quiero sentarme junto a él, me sentiría muy incomoda...

-Señorita siéntese por favor, estoy apunto de iniciar la clase - habla seriamente mi profesor haciéndome salir de mis pensamientos.

Ahora todo el salón voltea a verme, esto no es un buen inicio del día.

Voy rápido a sentarme junto al chico, no quiero pero es mi única opción.

Saco lo necesario y el profesor empieza la clase, todo va como de costumbre, solo por un pequeño detalle.

Mi ansiedad aumenta, no quiero voltear y verlo, muevo los dedos ansiosa, ¿cuanto falta para que se acabe la clase? Quiero salir de aquí.

Cuento, 1..., 2..., 3..., 4...., 5...., intento controlar mi respiración, muevo mi pierna bajo el escritorio, ansiosa, necesito salir a tomar aire, siento un hueco en el pecho, pero dudó si pido o no permiso para ir al baño.

Pero me decido y levanto la mano para decir la pregunta que haría que esta pequeña historia de por inicio.

—Profe, ¿puedo ir al baño?

Este asintió y me levante torpemente del asiento casi corriendo fuera del salón.

Y aquí es donde empieza...

Empieza el qué?

Agh, olvídalo.

A veces quiero cambiar de conciencia, la mía es muy rara.

El sentimiento es mutuo no te preocupes.

No lo hago — Bueno un poco— no te creas tan importante.

***

Nuevo capítulo espero les allá gustado :3

Díganme que opinan sobre la historia en los comentarios, los leo ^-^

Nos leemos pronto. ❤️‍🩹

Sueños adolescentes ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora