La idea de quedarse en un penthouse no le desagrada en lo absoluto, menos si se trata de uno de los hoteles más lujosos de la ciudad.
Chifuyu finalmente siente que sus planes están comenzando a funcionar, va a reclamar todo lo que la vida la debe con este único proyecto: sería el comienzo de la vida que siempre anheló. Sonríe cuando siente la brisa fresca de la tarde golpearle el rostro, todo se ve pequeño desde el gran balcón del penthouse; las personas lucen diminutas, como hormigas, y esa sensación es satisfactoria.
La paleta de colores del penthouse varía entre tonos celestes, grises y blancos, lo que hace sentir es el espacio mucho más amplio y fresco de lo que es. Está amueblado con muebles negros y blancos, adornos celestes y cuadros con pinturas abstractas que Chifuyu no se molestaría en comprender en absoluto. Ha visto su habitación y es preciosa, amplia y llena de objetos lujosos de los que siempre quiso estar rodeado.
Decide salir de su fascinación y pensar con la cabeza fría. Si quiere quedarse en Londres por un buen tiempo hasta conseguir su objetivo, tendrá que presentarse ante sus clientes con la mejor de las propuestas nunca antes vistas. Está confiado en que puede crear algo maravilloso que deleite los ojos de todos, hará lo que sea para quedarse aquí, y para comenzar, debe de estudiar a sus clientes. Por eso, ha escrito los nombres de los que conoce hasta ahora junto con sus primeras impresiones respecto a ellos. Eso había estado haciendo hasta que Keisuke Baji lo interrumpió, afortunadamente, no vio nada de lo que estaba haciendo y fue lo suficientemente ágil como para mostrarle lo que había estado haciendo en el avión.
Esto es lo que sabe hasta ahora: Haruchiyo Sanzu es un modelo de clase alta con un mal temperamento y gustos lujosos, prefiere los colores vivaces según una entrevista que leyó el mismo miércoles que lo llamó, también se enteró de que su pareja es el mismísimo Manjiro Sano, el CEO de Bonten, la marca de ropa más costosa de Japón en estos momentos, de él sabe que prefiere los tonos neutros, así que si compartieran una habitación optaría por una combinación de celeste pálido, gris y adornos dorados. Se vería lo suficiente iluminado, lujoso y neutro.
Por otro lado están los hermanos Shiba: Yuzuha sería más de un color rosa combinado con beige, probablemente con un balcón y un gran cuadro justo arriba de su cama, lo asume porque ella parece ser el tipo de persona que disfruta de los espacios pequeños, pero una habitación pequeña no es funcional para una mujer adulta como ella, así que no hay mejor plan que colocar grandes detalles en la habitación para hacerla sentir mucho más reducida. Hakkai es más sencillo, también sabe que tiene novio y que es Takashi Mitsuya, después de todo, lo escuchó hablar de él durante todo el vuelo; quizás una combinación de marrón y beige podrían agregar cierta calidez a la habitación, escuchó que a Mitsuya no le gustan los colores fríos.
Finalmente, lo primero que pensó al ver a Baji —y que ahora mismo está escribiendo— es que no hay mejor color para él que el azul oscuro, si lo combina con blanco y algunos detalles en rojo vino no tiene dudas de que será una de las habitaciones más elegantes y a su vez minimalistas que haya diseñado antes. Él parece ser el tipo de persona que prefiere estar en su habitación, pero no está seguro, porque la primera impresión le dijo que él no era de los que comen cosas dulces y resultó ser lo contrario.
Deja el lápiz encima del iPad e inclina la cabeza hacia atrás, encontrándose con un juego de luces blancas en el techo. En pocas horas había analizado de forma obsesiva cada detalle que sus ojos podían observar, cada palabra que sus oídos escucharan, todo trato de memorizarlo y plasmarlo en sus dibujos, agregando notas por todas partes, indispuesto a dejar un sólo detalle escaparse. La gente que lo conoce lo llama obsesivo, intenso y ambicioso, sí, Chifuyu es cada una de esas cosas, eso es lo que lo hace ser quien es hoy, está obsesionado con conservar este trabajo así sea lo último que haga.
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an architect.
FanfictionChifuyu tenía la mejor propuesta de trabajo frente a él: una mansión gigantesca en Londres. El sueño de todo arquitecto es diseñar un proyecto donde el presupuesto no tiene límites, y finalmente había llegado la oportunidad. Lástima que la maldita...