— O podemos hacer esas estupideces como un equipo, si tú quieres.
— Jimin, eso es una locura. — ríe — Somos demasiado diferentes para que una sociedad así funcione. No creo que...
Cuando Park se dispuso a exponer las razones de su propuesta, un montón de motos comenzaron a pasar a toda velocidad por la calle. A pesar de la velocidad pudo identificar a sus conductoras como gran parte de las guardias de Mina, quienes rastrillaban la zona en busca del fugitivo Min Yoongi.
— ¡Vamos, Sugar!
Cuando las motos se alejaron, Jimin toma la mano del contrario y lo arrastra por la ciudad en busca de algo que Yoongi desconocía. Pronto Park se detiene ante un auto algo desmejorado, un modelo viejo que claramente no poseía alarma de ningún tipo. De su chaqueta extrae una palanca que nadie que no fuera él notaría que llevaba y luego de mirar hacia todas las direcciones — comprobando que nadie los vería — la introduce entre las puertas del auto.
Esta acción termina por darles acceso a su interior, invitando entonces a Yoongi a sentarse a su lado.
— ¿Nos están buscando y tú quieres escapar en un auto robado?
— ¿Quieres quedarte aquí? Tú decides, cariño...
Min rueda los ojos y se sube en el asiento de copiloto, observando como Jimin intentaba que el auto encendiese sin necesidad de llave. Dado que esa tarea se le dificultaba, Yoongi se inclina a un costado y toma las riendas del asunto. Pronto el auto enciende y Jimin conduce como si no hubiese un mañana.
Rato después ambos se habían cansado de conducir por la ciudad. Jimin no se había animado a salir de ella porque no sabía qué determinación tomaría Min al respecto: ¿quería quedarse? ¿quería que lo dejara? ¿quería irse solo o con él? Por esas grandes dudas, Jimin había manejado en las inmediaciones de Las Vegas, parando en un restaurant de comida rápida cuando el hambre comenzaba a torturarlos.
— ¿Dónde dejamos nuestra conversación? Oh, si... Estabas diciéndome que no funcionamos juntos — se burla luego de recibir sus pedidos y reingresar al auto.
— Bien, puede que si funcionemos... Pero eso no significa que sea buena idea que seamos un equipo.
— ¿Porqué?
— ¿No crees que sea raro que trabajemos juntos luego de todo?
— Nop, ¿tú si?
— Jimin... Intenté asesinarte, intenté hacer lo mismo que tú cuando robamos el diamante. Ninguno de los dos tenía intenciones reales en compartirlo con el otro... ¿Realmente preguntas porque creo que es una mala idea?
Esos fueron factores que ambos tuvieron en cuenta mil y un veces, siempre saliendo a la superficie cuando Jimin tuvo la idea de ofrecerle a Yoongi una mano.
— Lo que creo es que ninguno de los dos se portó bien con el otro. Ni tú ni yo somos santos, ¿si? Estamos a mano... Por eso no tengo una sola duda de lo que te estoy ofreciendo. — se sincera — Me despedí de Dami, tú te despediste de tu compañero... Tenemos la oportunidad perfecta para empezar otra vez, de cero...
Yoongi toma aire y mira hacia el frente, ya habiendo perdido el interés en sus deliciosas papas fritas.
— Y voy a ser completamente sincero, Yoongi... Me gustas. — el contrario regresa su atención al rubio de estatura baja a su lado — No puedo decirte que estoy enamorado de tí porque las únicas veces que te he visto no fueron lo que podría decir "románticas", pero si hay algo que tengo claro es que me gustas. A pesar de todo lo que pasó... Pero si luego de esto decides que es mejor que tomemos caminos distintos, me da gusto habértelo dicho. Así que voy a preguntarlo una vez más, ¿quieres ir por tu lado o quieres irte conmigo?
Park pone una mano entre ellos, su palma mirando hacia arriba en una invitación a ser tomada. Contrariamente a lo que esperaba, Yoongi se inclinó a encender el auto sin cruzar mirada alguna con Jimin, volviendo rápidamente su mirada hacia el frente.
— Siempre quise visitar Nueva York.
Jimin sonríe en grande, comprendiendo lo que Suga dio a entender en esas pocas palabras.
— Nueva York será... Aunque antes debo confesarte una última cosita.
Yoongi enarca una ceja con algo de confusión e intriga, ahogando sus ganas de gritar de felicidad en un impulsivo beso sobre los labios del rubio luego de ver lo que este quería enseñarle.
Aquello era — en efecto — un par de anillos de plata, coronados con el precioso y costoso anillo de los Yang. Quien los sostenía le extiende uno luego de finalizado aquél corto beso.
— Le dejé casi todo el dinero a Dami, sólo tomé un poco de lo que era mi parte para el escape porque mi plan era rescatarte y quitarle los anillos a Mina... No creí que ella debiera tenerlos.
— Eres increíble, bombón... — reconoce.
— Lo sé... — intenta alardear a pesar de su repentino sonrojo — Tú puedes conservar uno y yo el otro.
— Conociéndote como lo hago me intriga que no hayas hecho algún chiste pidiendo mi mano en matrimonio — ríe.
Se sentía extrañamente libre en ese momento, como si la decisión que tomó fuese la mejor que hizo en su vida.
— No... — pone sus manos en el volante y gira su cabeza — Eso te tocará a tí en unos años.
Guiña un ojo y pone su atención en la calle, iniciando de esa forma sus nuevas aventuras.
Esta vez como un equipo.
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Big diamond, big rings #3 [Yoonmin]
Fanfic[𝙎𝙞𝙣𝙤𝙥𝙨𝙞𝙨] Jimin viaja a Estados Unidos a vender el diamante robado al Sr. Yang sin saber nada de lo que estaba a punto de pasar. Suga, mientras tanto, viaja al mismo lugar a enfrentar a Mina - apodada como Black Swan -, la mujer que iba a...