Capítulo único

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Notas:

Esta historia forma parte de la tercera edición de las Colaboraciones Artista-Fanficker del Club de Lectura de Fanfiction. El arte en portada pertenece a mi compañera en esta travesía, NeblinaLlameante. ¡No olviden visitar sus redes!

OS inspirado en un prompt suyo con la pareja Mitsuya x Hakkai en el canon actual: Hakkai pensó que a estas alturas de su vida tendría algo más que ofrecer, pero ahora que han vuelto a la vida de pandilleros esta vez liderados por Takemichi, reflexiona si acaso alguna vez será suficiente para Mitsuya.

¡Espero les guste!

Neblina, ha sido un placer colaborar contigo. Gracias por tanto, perdón por tan poco. ¡ailoviu! 🥰

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Capítulo único

Para Hakkai, el haber visto al chico que admiraba convertido en su versión más lamentable, fue como recibir un golpe fulminante en los primeros minutos de una pelea. O una de las poderosas patadas de Mikey, sin temor a exagerar.

Recordaba a la perfección que, aquella tarde, tuvo que luchar internamente contra sus ganas de salir del escondite dónde estaba junto a Chifuyu e Inupi, de empujar a Takemichi, y de asegurarse de que Mitsuya se alimentara en el acto. ¿Cómo fue posible que lo dejaran perder tanto peso en tan poco tiempo? Hakkai no pudo encontrar una explicación razonable.

Desde su perspectiva, Mitsuya no era ni la sombra del joven firme y optimista con el que se acostumbró a tratar. El aspecto que tenía dejaba mucho que desear, lo cual despertó su preocupación, la de los chicos y también la de Luna y Mana, esas inocentes niñas con las que Hakkai solía pasar horas de sana diversión. Las ojeras bajo los ojos de Takashi eclipsaban la belleza en el color de los mismos; el vello facial le crecía disparejo, haciéndolo aparentar mayor edad a la que en realidad tenía. En resumen, un desastre total.

El duelo por la muerte de Draken y la urgencia por cumplir una promesa lo estaban consumiendo de a poco. Sin embargo, todo lo anterior se trató de un camino que Mitsuya debía, sí o sí, recorrer por su cuenta para poder seguir adelante. Y cuando la competencia de diseño terminó con él como ganador indiscutible, el respeto que Hakkai le guardaba se elevó a las estrellas. Solo hasta entonces pudo volver a contemplarlo en una sola pieza, portando con orgullo el uniforme de la pandilla que tantas experiencias les dejó a ambos.

Mitsuya fue capaz de resurgir como un ave fénix a pesar de las adversidades. Claro, habían sido su entereza y resiliencia, las cualidades que lo cautivaron desde el principio, parte de las razones por las que Hakkai se enamoró total e irremediablemente de él.

Por desgracia, en medio de la enorme alegría que le provocó el verlo triunfar, surgió una vocecilla que, a partir de ese instante, insistiría en recordarle que él no era más que un espectador de su grandeza. Que ese fue su lugar desde antes, lo era entonces y lo sería para siempre. Hakkai nunca estaría al mismo nivel que Takashi Mitsuya, ni siquiera cerca.

Pasó muy malas noches luego de aceptar aquella idea como una verdad absoluta. Se aisló por un par de días en la soledad de su habitación, ignorando el hecho de que tenía un compromiso con la nueva pandilla que Takemichi estaba armando, que fue por su propia voluntad que se unió y que, en cierta forma, el volver a formar parte de algo lo hacía sentir importante. Continuar en el mundo de las pandillas junto a sus amigos le proporcionaba una pizca de sentido a su insípida existencia.

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