Parte 5. Los secretos deben mantenerse secretos.

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Muchas gracias por todo Yerai, no sé cómo podré agradecerte todo lo que me ayudaste – hablé cruzando el umbral de la puerta principal –

No, no tienes nada que agradecerme John, lo hice con gusto -Me despedí del chico con una sonrisa y subí al auto de mi hermano, el cual me recibió con un abrazo y un beso en la mejilla (Cosa rara en él) – 

John, nos tenías muy preocupados a todos, mamá estaba a punto del colapso – su voz en vez de tranquilizarme o alegrarme me preocupó bastante, él pocas veces usaba ese tono serio y no significaban buenas noticias –

- llegamos a casa y casi al bajar del auto sentí los brazos de mamá envolverme en un abrazo bastante apretado – mamá, tranquila, estoy bien – correspondí a su abrazo y al separarme le dediqué una sonrisa amplia –

- las cosas en casa estaban algo tensas, algunos chicos también habían recibido mensajes extraños como la "carta" que me había dejado Adán –

- pasados unos días, todo estaba como antes, las clases, el club, mis "tareas", las recompensas y todo ese tipo de cosas, pero lo único extraño era que no había visto a Orman desde el día de la cafetería, desgraciadamente no podía llamarlo o enviarle mensajes ya que no había registrado su número en otro lado que no fuera mi antiguo celular –

- salí de clases y caminé hacia el área de los vestidores de los chicos, me comencé a desnudar ya que no había nadie ahí, enredé mi cuerpo con una toalla y caminé hasta una de las regaderas, templé el agua y entré, tomé algo de shampoo y comencé a masajear mi cuero cabelludo liberando todo el estrés que había acumulado durante días –

Necesitamos hablar – una voz familiar me sacó de mi nube, di un pequeño salto y enjuagué mi cara para ver de quien se trataba y sí, tal como lo supuse, era él –

Mike, ¿qué sucede?, no es bueno espiar a las personas mientras se bañan – cerré las llaves del agua y comencé a secarme con la toalla mientras veía a Mike a la cara –

John, ese chico, Orman, lleva casi una semana desaparecido y algunas personas creen que tú fuiste quien hizo eso y luego fingiste lo del golpe para salir bien librado de todo – me quedé confundido con lo que me dijo, me enredé la toalla en la cintura y salí del cubículo – Mike, ¿de qué coño estás hablando?

Eso mismo, escuché a unos chicos en el pasillo decir eso – ambos comenzamos a caminar hacia donde tenía mi mochila – John... necesitas hacer algo al respecto... y sabes a lo que me ref...

Ni se te ocurra terminar esa frase, Michael, no lo haré, no voy a pedirle favores, sabes de lo que él es capaz – no lo dejé terminar, sabía para donde iba y no iba a dejar que me convenciera; me puse un bóxer y un pantalón rápidamente y me puse de pie – tú más que nadie sabe de lo que él es capaz, no voy a pedirle que haga eso y después tener que "devolverle" el favor, Mike.

Lo sé John, pero necesitas hacerlo, aunque no quieras, los rumores corren rápido y será mejor que detengas todo antes de que sea tarde – apretó uno de mis hombros y dio media vuelta para después perderse por la puerta del lugar –

-Me senté en la banca y pasé mis manos por mi rostro algo frustrado, él tenía razón, y debía hacerle caso si quería evitar que me levantaran una denuncia o algo por el estilo –

- me terminé de vestir y sequé mi cabello, salí de las duchas y caminé hasta el salón del club, golpeé tres veces y tras escuchar un "pase", abrí la puerta asomando mi cabeza –Morga... ¿po... podemos hablar?

Sí querido, pasa, ¿qué sucede? – su tono de voz casi me hacía vomitar, entré al salón y caminé hasta su escritorio, él se acercó a mi dispuesto a besarme, pero a diferencia de veces pasadas, lo dejé, incluso envolví mis brazos sobre su cuello, luego de un rato nos separamos –

Me? Before him...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora