Broken heart🥀(+18)

•4•

El tiempo transcurría,
Cada día más aburrido que otro, era un ciclo que volvia a repetirse una y otra, y otra vez. O tal vez eso solo era lo que sentía.

Mí cumpleaños había sido un éxito tanto que sólo tenía recuerdos difusos cómo cuando baile,o cuando pedí los tres deseos, ya me encontraba a mitad de año en la universidad.

Emilia y Jason ya cumplían un año, a y acababa de enterarme que era amigo de Erann, así que nos convertimos oficialmente en un grupo de mejores amigos.

Y yo.. Bueno estoy terminando mi año, Y conseguí empleó en un bar, se que es poca cosa pero fue lo más feliz que pude escuchar, hasta ahora solo soy una camarera, mi turno es el de la noche. El bar es "Georgia" si... Es aburrido aún que Lorie una compañera de trabajo me confesó la historia detrás del nombre de aquel lugar.
Al parecer "Georgia" era la mujer de mi jefe, el Sr.Dann, ella había sufrido un trágico accidente automovilístico en el cual solo mi jefe había logrado sobrevivir, dicha mujer había perdido la vida junto a otra pequeña vida en su interior, es una historia muy trágica luego de saberla mis pensamientos sobre aquel nombre me hicieron quedar totalmente apenada. El Sr. Dann luego de ello comenzó a tener recaídas alcohólicas, hasta que Mitch su mejor amigo y cantinero de el dichoso bar logró sacarlo adelante.
Al menos el pudo seguir con su vida, aunque el dolor lo persiguiera.

*****

Era una noche de viernes común y corriente en el bar o eso era lo que creía,
De la nada las puertas dieron paso a tres personas, dos de ellas por lo que apenas pude llegar a ver por lo traslúcido que era todo. Eran hombres, tíos de mi edad tal vez, y la última que en entrar fue una chica, lo supe por el estrepitoso ruido de tacones, Oh! En eso me quebraria el pie pensé cuando paso por mi lado dirigiéndose al servicio.

Aquella chica, una pelinegra con cabello corto por los hombros, por lo que pude ver sus razgos eran casi perfectos diría que esa chica había caído del cielo, de estatura promedio, por su estilo de vestimenta diría que tiene dinero, y un gran sentido de la moda.
A los chicos no logre verlos pues estaban muy lejos de las mesas que me tocaban atender, justo hoy que me había arreglado puesto a que era viernes y tal vez encontraba alguna excusa para ir de fiesta, mi cliente más joven había sido un hombre de uno cincuenta y tantos años.

A los chicos parecía causarle gracia algo,
Su risa se oía muy bonita.

En los dos meses que llevaba trabajando en aquel bar, no habían concurrido muchos jóvenes por aquí era esa clase de lugar que recorren los casados para distraerse de su familia por aunque sea una hora, solían venir hombres mayores a beber hasta emborracharse y que Franco el guardia de seguridad eche a patadas.

Mi descanso había llegado por lo que decidí ir con Mitch en este tiempo como camarera me había dado cuenta que era una persona genial, además como negarme a sus excelentes chistes y no vamos a hablar de sus halagos, siempre que me veía me lanzaba cumplidos pero no como un pervertido sino que como los diría un hermano mayor o tío. Era una gran compañía que disfrutaba, Max también había aparecido por aquí aunque solo lo hacia para ver sí podía encontrar un "Sugar Daddy", me charlaba y bebía cómo si su vida le fuera en eso. Sus visitas eran frecuentes creo que hasta mi grandulón amigo Mitch se había acostumbrado a su presencia.

-Mitch ,querido mitchell-dije acercándome mientras dejaba mi delantal en un banquito de madera.

-Hola bella chica- dijo con una gran sonrisa.

-Sigues dispuesto a conocer a mi madre?- había oído las charlas con mi madre y había apostado cuarenta euros, ese era una buena apuesta.

-Obvio que si lindura, y ganare esa apuesta.

-Me encantaría seguir con esta gran discusión pero en este momento necesito ir a por algo de aire, aunque pensándolo bien primero ire al servicio- me dirijo a aquel lugar se encontraba un poco alejado del lugar de descanso.