El hermano de mi mejor amiga

capitulo 13

Dylan manejaba sin control por la carretera, mirando los autos de sus padres atrás, miro el semáforo y noto que solo quedaban unos segundos así que acelero dejando atrás a sus padres.

Giro a la izquierda y entro a un residencial de departamentos de baja calidad, miro cada lugar con atención tratando de recordar donde era que vivía su novia.

Se acerco donde un señor que iba pasando.

- ¿Sabe usted donde queda el área de veinticinco? -el señor lo miro y solo alzo un arma.

-Salga del coche-Dylan alzo las manos como todo un cobarde y salió del auto.

Aquel hombre al verlo salir se subió al auto y empezó a conducir lejos de ahí.

Dylan bajo las manos y suspiro, por lo menos su teléfono seguía en sus bolsillos. Ahí recordó que ella antes le había mandado su ubicación.

Tras casi una hora corriendo, siguiendo la flecha que señalaba su teléfono logro llegar a un departamento y se alegro de ver el nombre de su mujer pegado en esa pared blanca, o eso era lo que lograba ver.

Subió las escaleras, toco la puerta muy fuerte.

-Estúpida Alexa, ojalá también te hayan robado tu auto- maldijo el, pero se cayó al ver una mujer abrir la puerta.

- ¿Qué haces aquí? -le cuestionó ella.

-Estoy cansando-el entro sin su permiso y se sentó en unos de los muebles-me acaban de robar mi auto.

Flor se quedó estática al escucharlo.

-Mis padres saben que tengo novia y al parecer creen que estas embarazada-concluyo el tomando una bocanada de aire.

- ¿Y si es verdad?

Dylan se levanto del mueble y la miro.

- ¿Estas embarazada?

-Si, gracias por dejarme embarazada tonto.

-No puede ser mío, yo siempre me protegía-El miro como enojada y noto como se acercaba él.

-Es tuyo-le pego una cachetada-hace un mes en tu cumpleaños me pediste que me pusiera un pijama de conejo, lo hice, luego tomaste un trago de algo que no recuerdo y ya estabas viendo doble, no pensé que estuvieses borracho ya que me empezaste a besar como siempre lo hacías, fue a la mañana siguiente que estabas inconsciente que lo entendí todo, ya era tarde para tomar una pastilla y tampoco sabia nada de eso, así que no sabía que podía quedar embarazada.

Dylan le iba a decir estúpida, pero se guardó sus palabras para él.

-Si, soy una idiota, me vale que no quieras ser responsable de mí, pero tendré a este hijo...

Dejo de hablar al ver a su hermano parado en la puerta principal.

- ¿De qué hijo estás hablando? -Dylan miro hacia al lado al escuchar la voz ronca que sonaba en el lugar.

-De ninguno-Flor quiso salir corriendo, pero se detuvo al ver a Dylan acercarse a su hermano.

-Tu fuiste quien robo mi auto hace una hora, re reconozco, misma voz-se acercó a la ventana que dejaba ver el estacionamiento y miro su auto parqueado ahí.

- ¿Le robaste el auto? -cuestionó Flor.

-Yo pregunte primero, ¿de qué hijo hablamos? -Antoni miro a su hermana y luego al Dylan.

-Estoy embarazada de ese tipo-señalo a Dylan-de dos bebes.

- ¿Dos bebes? -ambos gritaron al unísono.

Dylan no pudo quedarse parado y se dejó caer en el mueble.

-Entonces el llego a buscarte para que fueras a vivir junto a el-Antoni miro a su hermana-porque supongo que se van a casar.

Flor negó.

- ¿Cómo que no se van a casar? -Dylan miro la situación y solo quería que la tierra se lo tragara, lo iban golpear y bastante fuerte.

Al otro día...

El sol cubrió la habitación aquella mañana iluminando el rostro de un hombre dormido en la cama y de una mujer sentada en un mueble mirado por aquel ventanal que existía en esa habitación.

Miro a la cama y recordó lo que había pasado aquella noche.

Flashback

Dos almas se movían en medio de la oscuridad, alrededor estaban los pedazos de aquella lampara que se había encendido hace un par de minutos, la mujer sostuvo su ropa de pijama y se la quito, el hombre se alejo de ella y se quitó el pantalón, quedando ambos en ropa interior, menos ella, ya que sus pechos ya se encontraban al ojo de aquel hombre.

Se movieron en de un lado hacia otro buscando la boca del otro tratando de profundizar el beso.

-Auch-grito Emily haciendo que el momento se arruinara.

- ¿Qué pasa? -Cristhian busco su teléfono y encendió la linterna- ¿Te duele?

El se agacho y miro su pie sangrando.

-Tengo vendaje en el baño, espérame aquí-la cargo y con cuidado la posiciono en la cama.

-Estoy bien-afirmo ella sujetando su mano para que no se marchara-continuemos.

Cristhian escucho aquella tentadora invitación y todo su cuerpo tembló.

-Vengo en un momento-soltó su mano y se dirigió al baño después de encender la luz de la habitación.

Emily soltó un suspiro, se sentía muy caliente, y no podía aguantar más.

Miro como Cristhian volvía y se agachaba para curar su pie, miro como sacaba el vidrio y desinfectaba la herida, mientras hacia esto rezaba porque terminara rápido y poder continuar.

-Listo-él recogió todo lo que hace un segundo había usado y volvió al baño.

Emily miro su hermosa espalda, musculosa, y con un gran tatuaje de dragón en ella, se acomodo en la cama tapando sus pechos esperando su llegada, pero no llego, solo se escucho el agua de la regadera cayendo.

Luego de media hora Cristhian salió del baño notando a una muy durmiente Emily, se acerco a ella y la cubrió con una sábana.

Fin del flashback

Emily miro su pie vendando y luego miro a su esposo en la cama.

¿Qué estaba pensando? Ella deseaba acostarse con él y no cumplió con su meta.

Era una estúpida, ella fue la que desde el principio tacho una línea entre ellos y al final ella era la que quería pasar al lado prohibido.

Lo miro moviéndose y abriendo sus ojos.

Ambos intercambiaron miradas y Cristhian se sorprendió al verla sentada observándolo.

- ¿Qué pasa? -Emily se quedó callada guardando su enojo.

-Buenos días mi querido esposo.

Mátenme, lo sé, me desaparecí, pero tengo mis razones, ninguna la verdad, pero solo quiero decirles que últimamente estoy muy ansiosa y peor aun con prácticas de enfermería donde mis manos temblaban al sujetar una jeringa y me sentía miserable, estoy tratando de mejorar, solo pido paciencia y algún consejo de ustedes.

Recuerden que los quiero mucho y estaré actualizando una vez por semana.

Los adora: su loca autora.