Cosas extrañas

975 45 0
                                    

º MAIA º

Una semana había estado preparándome para rendir mis exámenes, pero todo se fue a la mierda cuando me había quedado dormida justo el día en que tenía que ir a presentarlos hoy.

Caminaba arrastrando mis pies por el asfalto la profesora me cerro la puerta en la cara diciendome " lo siento señorita tendrá que presentar sus exámenes faltantes en la segunda vuelta, eso sucede cuando no somos puntuales que tenga buen día, perdón buena tarde." Eso me hizo enojar tendria que esperar dos semanas para poder presentar mi prueba.

Igual que importaba de todas formas se me habría olvidado todo durante el examen me acercaba hacia Amira que se encontraba sentada en una banca -otra vez tarde- afirmo mientras esbozaba una sonrisa en sus labios -ahg! callate, tendre que venir otra vez dentro de dos semanas- mencioné con mala cara.

Levante mi vista hacia Leonardo quien se acercaba a nosotras con una gran sonrisa, seguro venia de su entrenamiento de futbol, ​​claro adivine por el balón que sostenía entre sus manos  - como les fue a mis chicas favoritas?- preguntó sentandose sobre su balón frente a nosotras.

Amira hizo una cara de asco tras su comentario -nada que te import Levi- espeto, Leo volteo a verme conservando aun una gran sonrisa -no alcance a llegar- admití con un suspiro y el idiota comenzo a carcajearse abiertamente de mí y mis desgracias.

-No es gracioso Levi!!- dije molesta este bajo su mirada para despues ponerse serio, el sabia que cuando yo lo llamaba asi era porque estaba más que enojada -vale, vale, ya entiendo, entonces les fue fatal- menciono -bueno seguro si llegas temprano al próximo- dijo para volver a reir lo mire enojada y le avente mi bolso a su cara, provocando que perdiera el equlibrio de su balón y cayera sobre su trazero ahora rie idiota pensé.

La verdad es que Leonardo Levi era el clásico chico que tenia todo y todo le salía bien era guapo, popular, inteligente bueno algo,  más que tú recrimino mi conciencia. Pero sobre todo era una gran persona, se escondía tras esa fachada de chico superficial, pero que cuando lograbas conocerlo sabías que no era lo suyo, no le quedaba pues.

-Bueno que dicen le haran una fiesta de despedida a su hermoso amigo que se va pronto, al cual aman mucho- dijo Leonardo aun en el piso -lárgate- exigió Amira restandole importancia a su comentario  - yo también te quiero mucho- se levanto y apretujo entre sus brazos a Amira -lo iba hacer, pero no te lo has ganado Levi- concluí yo apoyando un poco a Amira -ustedes no saben apreciarme-.

Leo se levanto dirigiendose de nuevo a la cancha se hacía el digno esperando que lo fueramos a buscar, bueno que yo lo fuera a buscar porque Amira jamas lo haría, pero por hoy no iba suceder.El vendría primero a mí, faltaban pocos días para que se marchara y seguro vendria a decirme de su encargo. 

Amira se levantó -¿Quieres ir a almorzar?, seguro aun no has desayunado- tenía razón apenas me levante salí con las esperanzas de llegar a mi prueba.Divage un poco ante la elección pero terminé por acceder  a su sugerencia me moría de hambre, habíamos llegado a un Burger King por ahora me concentré en saborear mi deliciosa hamburguesa pero no pude pasar desapercibido de nuevo la sensación de que alguien me espiaba, estos ultimos días había estado sintiendo miradas, realmente ahora no podría saber quien  me observaba pues el restaurante se encontraba repleto. 

 Me levante camino a los sanitarios queriendo dejar mi paranoia cuando por detrás una mano me tapó la boca y un brazo sujetaba con fuerza mi cuerpo, me obligó a caminar y entrar en  uno de los cubiculos del sanitario para despues soltarme y empujarme.

Una risa inundo el lugar volteé rápidamente -eres un maldito pervertido Levi- golpeé repetidamente su pecho, mientras el se reía como idiota -me has metido un gran susto idiota- dije enojada -yah!, solo fue una pequeña bromita- dijo entre dientes -idiota-refunfuñe enojada.

-vine con los chicos y no pude evitar esta oportunidad, ademas fue una hazaña que nadie notara que me colee a los baños de chicas- dijo con orgullo 

-ojalá te hubiesen visto y te castraban por idiota- dija saliendo del pequeño cubiculo para mojarme la cara con un poco de agua -no te enojes ya, vamos con los chicos- menciono tras mis espaldas para despues rodearme entre sus brazos.

•••••••


Había llegado a mi casa encontrandome en la puerta con el socio de mi papá  Anthon -hola Maia, cierto no?- pregunto refiriendose a mi nombre  -buenas tardes, sí-respondí seguramente había salido de hablar con él.

-¿Cómo estás?- pregunto, a el que le importaba - pues normal- dije haciendo una mueca -no ha sido un gran día- pude  notar por su rostro que no esperaba esa respuesta -siempre hay días malos, pero sabes que, pronto ya no los habrá- menciono despidiéndose.

Mi conversación con el había sido relativamente corta pero un poco extraña igual lo deje de lado debido al estrés del día.

No quiero ser una bebé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora