No quiero ser una bebé

Personita ideal

° ANTHON °

-entonces ella será- repetía por enésima vez mi esposo conservando aún una gran sonrisa, la cuál me había enamorado hace ya algunos años -claro amor, por primera vez creo que nuestra búsqueda ha terminado-.

-estoy realmente emocionado, por esta nueva etapa en nuestras vidas.Es que era hermosa ¿lo notaste?, sus ojos juro que desde ahora el verde esmeralda es mi color favorito!- exclamó sin esconder su emoción.

Y es que para mí también lo era, ayer por la noche conocimos a la hija de nuestro futuro socio y desde el momento que la observamos por primera vez, ambos  ya habíamos decidido  que sería nuestra bebé.

-lo sé cariño, pero las cosas tiene que ir con calma. Primero lo primero a cerrar el trato y después podremos enfocarnos en traer a casa a la bebé- mencioné manteniendo la calma, alguien aquí tenía que pensar las cosas correctamente .

Pero por el contrario  lo último que hizo Logan fue escucharme -tú puedes encargarte de cerrar el trato amor, yo prepararé todo para la llegada de nuestra niña- respondió cruzando la puerta principal dejándome solo desayunando.

Debido a la gran emoción de mi esposo tendría que encargarme yo solo de llevar a cabo los primeros movimientos de nuestro juego, y vaya que era un buen jugador.

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Llegue a la empresa a tiempo eran las 9:47 a.m. había acordado ver a Samuel en mi oficina para cerrar el trato  a las 10:30 a.m. Fuí recibido por mi secretaria que me informaba mi agenda diariamente.

Camine directamente al escritorio y me recarge sobre este, tenía que salir todo bien para que nadie sospechara nada.

-Bienvenido  Samuel, claro si te puedo llamar así- mencioné observando al pronunciado pasar con un semblante tranquilo y asintiendo ante lo que mencioné antes  -toma asiento, ¿Quieres algo de tomar para celebrar?- ofrecí.

-claro hay que brindar por esta nueva oportunidad de ser socios- se recargo en el escritorio tomando entre sus manos un folder de cuero negro, que contenía el contrato en el cual solo faltaban ambas firmas.

-puedes leerlo, pero no ha cambiado nada de lo que ya habíamos acordado- mencioné fuerte queriendo intimidarlo y desafiarlo ante su acción - yo lo sé Anthony, se que eres un hombre de palabra y honor. Solo digamos que  estoy ansioso por cerrar este trato- respondió rápidamente.

-En ese caso adelante- le entregué un bolígrafo color negro, abrió el folder en sus manos y  recargo el mismo sobre el escritorio para después añadir su firma acompañada de su nombre Samuel Dicks Ferreira.

Con sus manos giro el contrato en mi dirección extendiendome el bolígrafo también el cual tome para rápidamente añadir mi firma acompañada de mi nombre  Anthony Bacquer Russell .

-Todo terminado, a partir de este instante eres mi socio- me levanté tomando una botella y dos copas para brindar el nuevo comienzo, pero en este momento yo tendría más cosas que celebrar por encima de él.

-Hombre es un honor ser  tu nuevo socio- tomo la copa para beber su contenido de un solo sorbo - ¿Qué es lo siguiente?- cuestionó.

-No sé tú hombre, pero mientras tanto yo preparo unas vacaciones con mi esposo dentro de unas semanas- había dado el primer paso para pasar desapercibido en el juego.

-Vaya van hacer lo suyo- río levemente -algo así pero ya necesitamos un tiempo para nosotros, quizás deberías hacer lo mismo- me miró incrédulo lo había confundido completamente.

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-entonces ¿encontraste todo?- pregunté mi esposo me había llamado para informarme sobre su día - no todo amor, pero ya he hecho un avance he ordenado y pedido que hagan la entrega a la nueva casa, también llame a Rosa para que se encargará del cuarto de la bebé- .

-te has adelantado mucho Logy, aún falta para tenerla con nosotros- mencioné me encontraba aún en la oficina hace unas horas Samuel se había retirado de ella - no tanto amor, aún tendremos que comprar cosas estando allá y bueno no te miento me muero de ganas para tener a esa bebita entre mis brazos- soltó un chillido emocionado.

- créeme no me había dado cuenta-  mencioné burlón  pues francamente su felicidad se podía notar a kilómetros -eres un tonto Anthony, no entiendo cómo me enamoré de tí- dijo entre risas

Por ahora esa era nuestra felicidad pero pronto se sumaria la personita ideal a nuestras vidas, pero por el momento tendriamos que esperar su llegada.