nueve

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Louis despertó con su aroma por toda la habitación y enterró su nariz en su almohada. Bostezó y talló sus ojos mirando la hora en la mesita de noche: las ocho con veinte.

Se estiró antes de salir a la cama y lo encontró en el comedor, estaba escribiendo algo y Louis se apoyó en el pared con los brazos cruzados y una sonrisa adormilada.

"Buen día."

Harry alzó la vista y le sonrió, Louis caminó hasta él y ronroneó gustoso cuando el alfa lo abrazó sentándolo en su regazo y acurrucándolo en su pecho.

"Buen día amor mío."

Louis bostezó contra su pecho desnudo y observó el montón de papeles sobre la mesa.

Tenían seis meses saliendo y dos viviendo juntos. Aún recordaba cómo se lo había pedido, temeroso de su respuesta cuando lo fue a dejar a su casa, pidiéndole que se quedara porque necesitaba hablar con él.

"¿Ya desayunaste?" Alzó la mirada y le acarició el mentón, Harry negó. "Haré el desayuno entonces."

"No, es tu graduación, hoy no harás nada." El alfa lo besó tomándose su tiempo mientras le acariciaba la cadera con los pulgares. Luego bajó sus besos hasta su cuello y Louis dócilmente dejó que lo olisqueara.

Era su rutina, despertaba después que él porque era imposible que despertara a las seis todos los jodidos días y terminaba en su regazo. Harry pasaba largos minutos besando su fuente de aroma, llenándose con su fragancia mientras lo marcaba con la suya hasta que estaba satisfecho y lo dejaba ir.

Pasaba al menos tres veces al día y a Louis le encantaba. Jugaba con sus rizos mientras lo sentía besarle la piel y siempre terminaban demasiado emocionados y era cuando el alfa se separaba.

Aún no pasaban su celo juntos y como pasaban al mismo tiempo Harry no podía ayudar a Louis y Louis quería, Louis lo anhelaba pero su alfa seguía teniendo miedo.

El médico del más alto le había advertido que no podían seguir privándose de esa cercanía con su pareja y Harry lo veía con tristeza cada vez que se alejaba.

Claro que habían tenido relaciones cuando su celo pasaba y Harry aseguraba que podía controlarse, le dejaba mordidas pequeñas y besaba todo su cuerpo pero nunca lo anudaba, era doloroso para ambos pero estaban trabajando en ello.

Harry asistía a terapia, Louis lo recibía con los brazos abiertos y lo mimaba todo el día.

"Quiero morderte."

La declaración lo tomó por sorpresa, Harry lo miró serio.

"Quiero anudarte y quiero morderte." Apretó sus labios, Louis le acarició la mejilla.

"Lo harás alfa, cuando estés listo." El omega notó como el ambiente cambiaba. "No voy a ir a ningún lado."

"Lo sé." Dijo el alfa pero sonaba intranquilo. "Mío, déjame olerte un poco más."

Louis soltó una risa pero volvió a inclinar su cabeza.

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"Lo hiciste muy bien, omega, estoy orgulloso." Harry lo alzó por los muslos y lo besó, Louis se sonrojó y se aferró a él haciendo que el birrete se cayera.

Se tomó fotos con su familia y Harry, Zayn se había graduado por una gran cantidad de dinero y lo gritaba a los cuatro vientos haciéndolos reír.

Harry le había organizado una fiesta porque no había persona en el planeta que adorara más a Louis que él y verlo feliz, verle la sonrisa y cómo se emocionaba era su recompensa más grande.

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