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<<POV LANDO.>>

Desde el día que conocí a Artemis en la fábrica había quedado enganchado con ella.

Era única, su personalidad, no fingía ser alguien más, era divertida y se reía de mis pésimos chistes.

Llevábamos ya casi un mes saliendo, y cada día mis sentimientos por ella aumentaban. Sus padres me amaban y era algo que también importaba y mucho, además de que su padre ahora es mi jefe.

Hace dos días no veía a mi chica, sabia que sus padres estaban teniendo problemas de "matrimonio" Artemis estaba en el medio de ambos, sabia que le afectaba pero ella misma me había dicho que por favor evitara acercarme estos días a su casa y que me enviaría mensaje cuando todo estuviera más calmado.

Así se fueron volando los días, hasta dos días antes de viajar a Imola, Italia. En su mensaje me había dicho que los problemas de matrimonio de sus padres ya tenían más tiempo de lo que ella sabía y sus padres se lo ocultaban para que a ella no le afectara, por lo que todo terminaría en un divorcio y mi chica había tomado la decisión de quedarse a vivir con su padre o sea, mi jefe. Eso me alegraba mucho, pero a la vez me hacía sentir mal por la separación de sus padres.

Me dirigí a su casa y al llegar una Artemis con los ojos rojos y cansados me abrió la puerta, ella al verme inmediatamente me abrazo con toda la fuerza que tenía.

- Juró que ya quería verte.- Me dijo con una vez demasiado afligida. La tome de las mejillas y bese sus labios.

- Yo también ya tenía muchas ganas de verte preciosa, lamento lo que estás pasando.- Dije acariciando sus mejillas. Unos segundos después se alejó de mi dejándome pasar a su casa, vi a su padre, lo saludé sin preguntar acerca de la situación que estaban viviendo.

No había rastro alguno de su madre por la casa, suponía que ya se había ido de la casa. Artemia me jalo de la mano para dirigirnos a la sala que había en el segundo piso de la casa, nos sentamos en el sillón de esta y al momento de que ella se recargo en mi pecho se puso a llorar.

No podía entender su situación, nunca viví eso con mis padres, se han mantenido juntos por años.

Deje que llorara todo lo que tuviera que llorar, desahogarse es bueno. Así estuvo como unos 10 minutos hasta que se detuvo y habló.

- Lo siento, de verdad, no quería que me vieras así, pero no tenía con quien llorar, mamá se fue hoy.- dijo con la voz entre cortada.- se fue a Portugal y no piensa volver a woking.

- No te disculpes... hasta llorando te vez hermosa.- dije acariciando sus mejillas lo que hizo que sonriera.- Mira... no se que tan difícil es vivir un divorcio de tus padres, pero lo que si se, es que, aunque tú madre esté lejos, siempre será tu madre y podrás visitarla cuantas veces quieras. Ahora, sécate esas lágrimas, cámbiate de ropa, arma tu maleta y vámonos de una vez a Italia para disfrutar y que puedas conocer la ciudad ¿te agrada la idea?

Una sonrisa en el rostro de mi chica se hizo presente, limpio sus lágrimas y beso cortamente mis labios. Me hizo esperarla en la sala, se cambio de ropa y al salir de la habitación ya estaba con sus maletas listas.

La ayude a bajar su maleta, se despidió de su padre no sin antes contarle lo que íbamos a hacer y salimos de su casa con rumbo a la mía para tomar mi maleta y lo necesario para Italia.

Cielo de estrellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora