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Era el día de la carrera, desperté temprano para ir a desayunar con Lando y los demás chicos.

Tome una ducha para después salir y arreglarme. Hacía algo de calor, así que me puse algo fresco y cómodo.

Cuando estuve lista salí de la habitación con mi bolsa y lentes de sol.

En el camino al elevador me encontré con Carlos, al parecer se hospedaba en el mismo piso que nosotros. Lo salude con la mano y ambos entramos juntos picando el botón de la planta baja.

- ¿Desayunarás con todos los chicos?.- preguntó el español rompiendo el silencio.

- Si... Lando me ha invitado, además, los chicos me agradan.- Sonreí mirando al español.

- Oh si... soy muy divertidos... ¿te puedo preguntar algo?.-

- Suéltalo...- dije mirándolo.

- ¿tú y Lando tienen algo?.- preguntó directamente.

- Ah... No... bueno, no se que es lo que tenemos.- Dije un poco nerviosa.- Si te soy sincera... Lando me gusta, y mucho, desde que lo conocí en el MTC de McLaren.- dije siento el calor recorrer mis mejillas.

- Se que también le gustas, pero, deja que el te lo diga, es mi mejor amigo, y a simple vista me doy cuenta cuando alguien le gusta, y tu eres ese alguien.-dijo el español mirándome y saliendo del elevador.

El español me dejó pensando, cuando de nuevo su voz se hizo presente en mis oídos.

- ¿vienes o no?.- dijo soltando una risita, asentí con la cabeza y comencé a caminar fuera del elevador mientras lo seguía.

Al llegar al comedor sonreí al ve a Lando mientras reía con sus demás compañeros, me acerqué a él besando su mejilla y después me senté a su lado.

- Perdón por llegar tarde, dormí un poco de más.- dije mientras le daba un sorbo a un jugo de naranja que estaba frente a mi.

- Te pedí un omelette con queso y jamón... se que eso te gusta.- me dijo Lando, le sonreí y bese su mejilla.

- Gracias... lo clasificaría como mi desayuno favorito.- pique un pedazo de fruta del plato del chico y lo lleve a mi boca.

- ¿te gusta estar en las carreras Emi? La semana pasada Lando no dejaba de hablar di y de lo mucho que te extrañaba.- Dijo Daniel mientras reía.

- ¿De verdad me extrañaste?.- mire al chico que estaba sentado a mi izquierda con cierta ternura.

- Te extrañé mucho.- Acarició mi mejilla para después dejar un beso en ella.

- Yo también lo hice.- Sonreí.

Me trajeron mi desayuno al mismo tiempo que los demás chicos y comenzamos a comer entre risas y bromas que se hacían entre ellos. Pasado el desayuno era hora de ir al circuito, cada quien se fue en su auto, yo me fui en el de Lando.

Al llegar al circuito, bajamos del auto, las cámaras se posaron en ambos y sacaron algunas fotos.
Caminamos hasta el hospitality de McLaren, mi padre ya estaba ahí, me acerqué a él abrazándolo por la espalda, el al sentir mi tacto, se giró y beso mi frente.

- ¿ya desayunaste cariño? Hola Lando...-Saludó al piloto estrechando su mano.

- Ya papi, desayune con Lando y los demás chicos.- sonreí.

- Yo no he desayuno, ambos ¿me acompañan?.- pregunto mi padre mirándonos.

- Si señor, claro.- dijo Lando.

- Si pa, te acompañamos.- sonreí.

Lo tres comenzamos a caminar al restaurante del equipo, al entrar, papá se dirigió al bufete mientras Lando y yo nos sentábamos en una mesa.

- Así que ustedes... ¿qué se traen?.- dice mi padre regresando con su plato de comida en frente.

-Solo somos amigos señor...-dijo Lando ¿nervioso? Jugando con sus manos.-

- ¿y cómo me explican ese beso anoche en el pasillo? Los vi.- comentó mi padre haciendo que Lando y yo nos viéramos a los ojos rápidamente.

- Señor... yo, yo... lo siento, no era mi intención, no... volverá a...-fue interrumpido por mi padre.

- Está bien Lando, no lo digo porque estuviera mal, pero... si quieres salir con mi hija, no deberías pasarme por alto, o al menos así me criaron a mi. Antes de salir con la madre de Artemis, tuve que hablar primero con su padre u que me diera permiso para salir con ella.- comentó mi padre mientras veía su comida.- pero, yo solo les digo, hagan las cosas bien, pueden salir, ser novios, lo que quieran. Eres un gran chico para mi hija.- finalizó y sin terminar su comida se retiró de la sala.

Mire a Lando y sonreí, el tomo mi mano mano por encima de la mesa mientras la acariciaba.

- En la noche, tú, y yo, una cita, ¿que te parece?.-

- Me parece buena idea.- Sonreí.

- ¿a las 8? ¿Te veo fuera de tu habitación?.- Asentí a sus preguntas.- Debo ir a alistarme.

- Te acompaño.- dije parándome de mi silla, Lando lo hizo al mismo tiempo y comenzamos a caminar juntos hasta el box.

Después de que Lando se arreglara y estuviera todo el tiempo con el viendo como se preparaba la hora de la carrera llegó. Lando salía en el número 5 de la parrilla y Daniel en 7, miraba la carrera desde la sala vip de McLaren.

La carrera comenzó, Lando logró pasar de p5 a p3 por delante de Russell, al verlo dentro del podio en las primeras vueltas salte de mi lugar, Daniel estaba en p5 en su Gran Premio de casa. La felicidad por ambos me invadía, quería verlos a ambos en el podio.

Vuelta 57 de 58, Lando estaba en p2 y Daniel p3, con Russell fuera, y Max, habíamos podido subir a mejores posiciones. La carrera terminó con los chicos en p2 y p3, inmediatamente baje a los boxes donde todos estaban celebrando, corrí a papá y lo abracé. Después de eso fuimos al frente del podio para celebrar y ver a los chicos recibir sus trofeos y echar champán.

Después lo chicos fueron a entrevistas y un par de horas después Lando volvió al box. Me abrazo con todas sus fuerzas alzándome del piso.

- Estoy muy feliz por ti.-Sonreí mientras lo tomaba de las mejillas.

- Tu me das la suerte que necesito.- puso su mano detrás de mi nuca y acercó mi rostro a sus labios para darme un beso.

El beso fue dulce y tierno, sus labios encajaban a la perfección con los míos, ademas que los suyos tenían un sabor a limón, había tomado Gatorade. En ese momento solo éramos nosotros dos, sin importar si las miradas estaban sobre nosotros. Ahí supe que le gustaba a Lando y Lando sabía que el gustaba de mi.
Unos segundos después nos separamos, nuestras miradas se encontraron y ambos sonreímos.

Todos en el box nos veían, incluso mi padre con una sonrisa en el rostro, me puse nerviosa y con las mejillas rojas.
Mi padre le llamo la atención a todos y se reincorporaron a sus actividades.

Lando y yo solo reímos, el se fue a cambiar y después de un rato volvió para irnos juntos al hotel, arreglarnos, y poder tener nuestra primera cita.

Cielo de estrellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora