Capítulo 1

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Día 1

Era una noche fría y lluviosa, justo ese día tenía una reunión con su superintendente y su hermano. Ambos iban a reclamar el por qué el viejo aun no les pagaba todo los que le debía, han hecho mucho por él y no han recibido ni siquiera un "buen trabajo" o "bien hecho" simplemente puras mierdas o reproches o golpes hacia ellos.

-Gustabo... -Llamó Horacio al nombrado llamando su atención.

-Dime...

- ¿Qué crees que nos diga esta vez? -Preguntó el crestas

-Seguramente lo mismo de siempre Horacio. Que no hacemos bien nuestro trabajo o cualquier cosa para tirarnos cuesta abajo... ¡Hasta le salvamos la vida una vez! -Reclamó Gustabo

-Ya, pero él también salvo nuestras vidas. ¿O ya lo olvidaste?

Gustabo se mantuvo callado, puesto que sabía que Horacio a pesar de que por más que le diga lo mal que estaba haciendo Conway algunas veces se ponía de su lado y otras veces no. Como en esos casos, sabía hasta lo que diría ahora...

-Lo hace para enseñarnos Gustabo, de unos métodos algo especiales... Pero siempre aprendemos más gracias a él. -Finalizó Horacio con una sonrisa dibujada en sus labios.

-No sabía que eras masoquista Horacio... Vaya fetiches tuyos. -Bromeó Gustabo riendo leve

- ¡No! -Exclamó horrorizado- Con Volkov sí, pero con el superintendente no... Agh dios, mi cabeza ha sido contaminada...

El auto se llenó de risas por parte de ambos, el resto del trayecto fue corto para ambos sin dejar de tirarse bromas entre sí tratando de quitarse la horrorosa imagen mental que tenían. Llegaron a comisaria, estacionaron el auto y bajaron para adentrarse al edificio, una vez adentro todas las miradas se posaron en Gustabo dándole algo de incomodidad; cosa que tenía que cubrir con algo.

- ¿¡Qué miran!? -Preguntó en voz alta haciendo que todos los policías siguieran en lo suyo- Eso es... No seáis vagos...

Horacio rio leve siguiendo a Gustabo tras suyo, cambiaron su vestimenta a Dan y Fred para luego dirigirse hacia la oficina de Conway.

Gustabo

Golpee la puerta escuchando un "pase" desde dentro, empuje la puerta abriéndola, entrando a la oficina de nuestro queridísimo jefe [nótese sarcasmo] me senté en mi respectivo lugar y Horacio en el suyo luego de cerrar la puerta. Frente nuestra se encontraba el superintendente escribiendo algo en el pc como si no hubiera notado nuestra presencia. Mire a Horacio y este me miró a mí, observe nuevamente al viejo y carraspee haciéndonos notar.

-Ya sé que estáis aquí capullos. -hablo con su típico tono serio el superintendente sin apartar la mirada del pc.

- ¿Entonces? ¿Qué está esperando? -Me atreví a preguntar luego de unos segundos de silencio.

Las puertas se abrieron y logramos ver a Volkov entrar a la oficina con papeles en sus manos, Horacio lo saludó como siempre solía hacerlo y yo simplemente alce mi mano, ese día no estaba con muchas ganas de putearlo.

-Aquí traje el informe superintendente. -Volkov le paso los papeles a Conway y este los recibió asintiendo leve. Volkov nos mandó una mirada a Horacio y luego a mí, juro que pude sentir que estaba en problemas.

-Muy bien hijos de puta, queríais saber por qué los he citado, ¿no? Bien... -Conway se levantó de su silla y se acercó a nosotros colocándose delante de nuestras sillas- ¿¡Qué mierdas hacen, capullos!? ¡¡Les he mandado hacer solo una puta mierda y ni eso pueden hacer!!

I always come backDonde viven las historias. Descúbrelo ahora