𝐅𝐨𝐫𝐞𝐰𝐨𝐫𝐝

630 49 122
                                    

Un mes para Tord fue como un año en el que su cuerpo no había sido curado del todo, aún podía sentir la sensación de quemaduras en su piel, por si fuera poco, su rostro también se sentía así, entumecido hasta la mitad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un mes para Tord fue como un año en el que su cuerpo no había sido curado del todo, aún podía sentir la sensación de quemaduras en su piel, por si fuera poco, su rostro también se sentía así, entumecido hasta la mitad. Sus heridas fueron tratadas y aún así, sentía que moriría en cualquier momento, sus heridas llegarían a infectarse tan rápido como el parpadear de un humano promedio. Tal vez Tord no llegaría ni a estar consciente cuando sus heridas sean lo suficientemente mortales para su cuerpo.

Ni siquiera sabía cómo estaba vivo. Solo sabe que estuvo sentado al borde de ese acantilado (si se podía llamar así) mientras se desangraba y en sus manos sostenía un brazo robótico mucho más pequeño que el de su robot.

Reemplazaron su brazo con el implante robótico y aún trataba de acostumbrarse a eso, se sentía horrible tener pegado algo a tu brazo que no sea de tu propia carne y hueso, incluso podía llegar a sentir cuando su "brazo" rechinaba en cada movimiento. Lo odiaba, aunque él mismo se busco eso. Él mismo se condenó a la sensación horrible que sobrevivir le trajo.

La muerte no se veía tan mal o eso pensaba. Cuando tú rostro está tan destruido como el suyo, era fácil contraer alguna infección que podría matarlo lentamente, quería acelerar el proceso.

En la armada existía un código, uno que consistía en buscar el perdón de aquellas personas a las que en vida lastimaste para luego exigir tu eliminación de la tierra. Era un código que utilizaban solo los más aptos de la armada cuando buscaban ya no querer ser parte de toda la guerra y simplemente en vez de morir con todas las cosas malas que han hecho, buscan remediar todo y descansar en paz. Aún si hubiera oportunidad de seguir con sus vidas, muchos decidieron simplemente morir (muy pocos continuaron con su vida).

Él mismo ya no se consideraba de buen uso en la armada, su padre no tendría alguna objeción con su petición, después de todo, no podía negarse a los códigos ni a su propio orgullo de seguir los reglamentos y  también porque no quería a alguien como él de heredero para la armada (o eso escuchó).

 ──D.U.F── . Su voz salió ronca, casi dudando de siquiera pronunciar aquellas siglas. Su padre lo miró, había esperado que hablara desde que entró en la oficina que incluso le sorprendió lo directo y casi seguro que su hijo parecía estar.

──No debería concederte algo tan sofisticado para un soldado de rango mayor. ¿Por qué siquiera lo intentas?──. Tord sabía que diría eso, sabía que incluso bajo ese disgusto en su solo existir, también existía cierta pena por él, no podría explicar el por qué  pero ya no quería saber la respuesta. Solo esperaba adelantar el proceso.

──Porque, así podrás expandir por más tiempo tu legado sin tener que resignarte a jubilarte pronto.── Su sonrisa en ese momento fue engreída y asquerosa, no lo dudaba, su rostro era horrible ahora, quizás ya no se veía tan mal como cuando intentaron salvarlo, pero sabía que era asqueroso. Pero, valía la pena sonreír cuando parecías haber convencido al hombre frente a ti.

──Supongo que está bien...──Aún lo dudaba, no le gusto esa duda,──...¿Siquiera crees que alguien como tú logrará tener un estúpido perdón por algo tan estúpidamente ridículo?──

──Si.── Tord lo vio dudar aún más, estaba seguro de que para hacer añicos su deseo se retractaría de su reciente decisión. Grande fue su sorpresa cuando más que hacer añicos su propuesta, logro dejarlo sin pensamientos.

──Si tanto lo crees.── Él sonrió, odiaba cuando él sonreía, no era bueno──No estás en un rango alto, así que, te doy una semana.── No sabía si su padre quería que muriera a base del dolor de las infecciones de sus heridas o simplemente no disfrutaba la idea de matar al hijo al que dio a entender que no le importaba. No podía entenderlo.

Tord asintió y salió. No podía pelear, sabía que si trataba de convencerlo con más tiempo su padre fácilmente se aburriría y desecharía su petición de inmediato.

Tenía que intentarlo, quería pensar que una semana era lo suficiente como para lograr lo que quería.

Los soldados siempre le dijeron que era un suicida en sus misiones, no sabía si tenían razón, incluso si ahora el mismo solicito su muerte por simple necesidad de acelerar lo que ya no podía detener (quiere pensar que no podrá vivir mucho con heridas así). No se sentía un suicida, era un código que le fue implementado desde niño en su instrucción militar.

Él observó la puerta de su antigua habitación antes de retirarse de la armada por completo. No sabía que le detenía, el poco tiempo que tenía o el poco miedo que existía en la sola idea de morir. No, el quería desaparecer, el no tenía miedo, no debía tenerlo.

Paul y Patrick se ofrecieron a llevarlo, fue un viaje largo hacia un apartamento en donde se supone que podría encontrar a sus "amigos".
Desde la ventana, dio un largo suspiro mientras pensaba en lo que estaba haciendo.

Tenía la oportunidad de disculparse e irse de sus vidas para siempre e incluso para su propio beneficio.

Un suspiro más y el mismo pensamiento paso por su mente.

"Una semana, una oportunidad"

Esto iba a ser un dolor de cabeza muy pronto.

Le estoy dando una nueva oportunidad a esta historia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Le estoy dando una nueva oportunidad a esta historia.

Att: Tepha 23/01/2024

𝐎𝐍𝐄 𝐖𝐄𝐄𝐊 𝐎𝐍𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐂𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora