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Era un día como cualquier otro, Kara entró a la librería de siempre, había terminado de leer el libro que recién había comprado, a veces decían que devoraba libros, lo hacía porque le ayudaba a escapar de la realidad, una realidad que no quería vivir, en el mundo real las personas mueren, se matan unas a otras, cometen crímenes atroces a niños, mujeres, personas inocentes, ¿dónde queda la humanidad? Tantos pensamientos invadiendo su mente que no vio a una persona enfrente de ella y chocó.

-Auch-

-En verdad lo lamento, venía distraída, no te vi- dijo acomodando sus gafas- Toma, se cayó esto, de verdad lo-

Alzó la mirada, se quedó callada, ¿pasó un segundo? ¿una hora? ¿una eternidad? No lo sabía, solo sabía que apreciaba una de las maravillas del universo, unos ojos verdes, con pizcas azules y amarillas, podría verlos todo el tiempo, la atraparon.

-Tranquila, está bien, a todos nos pasa, suelo ser un poco torpe-

Su voz la sacó del ensimismamiento. Parpadeó y le extendió el libro.

-Yo ah, toma, perdón, no era mi intención, espero no haberte lastimado-

-Gracias, no, estoy bien, no te preocupes. Solo ten más cuidado, puedes lastimarte- le regaló una sonrisa y se alejó.

Se quedó con esa sonrisa en su mente y se dispuso a buscar un libro, usualmente se queda observando y buscando más libros pero hubo uno en particular que llamó su atención, lo había visto en publicaciones de Instagram, lo recomendaban, supuso que era por algo y lo tomó. La biblioteca de la media noche, un nombre interesante. Aunque era sábado llevaba un poco de prisa, tenía un brunch con su hermana y las últimas dos veces había llegado tarde porque se quedó dormida, tenía trabajo pendiente por ende durmió hasta tarde. Se acercó a la caja y ahí estaba ella, la chica con la que había chocado al entrar, como había dos lugares para pagar fue al que estaba desocupado, la chica volteó a ver el libro y la miró.

-¿Casualidades de la vida? - dijo alzando el libro que tenía, era el mismo. Le sonrió.

-Supongo que ese choque trasmitió un poco de energía y nos hizo comprar el mismo libro-

-El universo es mágico, la energía igual, pero procura no chocar con más personas- Guiñó un ojo como en señal de despedida y salió de la librería.

Pagó y recibió el cambio. Había quedado flechada, hace tiempo no había sentido eso, Kara era de las chicas que creía en el amor a primera vista, el amor de las películas de Disney, un príncipe y una princesa, bueno en realidad dos princesas, pero Disney no tiene parejas sáficas en sus historias. Sonó el teléfono. Alex.

Mierda, pensó.

-Kara maldita Danvers, te amo mucho pero si no llegas aquí en 5 minutos date por muerta-

Beep, Beep, Beep

-Ughh, ah, diablos me colgó-

Por suerte el lugar del brunch no estaba tan lejos como creía, caminó lo más rápido que pudo, podría haber tomado un scooter y llegado más rápido pero, quería llegar en una pieza o Alex la mataría. Sus brunchs eran cada 15 días por lo regular, era una tradición que compartían desde que Alex dejó de vivir en casa de sus padres, y la tradición seguía aunque ya ninguna viviera en casa de sus padres.

Llegó al restaurante y vio a Alex a lo lejos, se acercó a ella y la saludó con un abrazo.

-Lamento llegar tarde, aunque debes de admitir que no llegué tan tarde como otras veces, merezco un premio como buena hermana, ¿no crees?-

-¿En serio? Mereces ser castigada sin postickers o donas- Alex puso la sonrisa más falsa pero añadiendo un toque burlón – okay pedí unos wafles de frutos rojos para cada quien, ¿está bien?-

-Sí, es perfecto -

*Lena*

Lena se despertó esa mañana con cierta pesadez, no tenía ganas de salir de la cama pero tampoco quería quedarse ahí todo el día, el sol daba en su cara, su recámara se iluminaba, podía sentir esa calidez, del día recién iniciando. Como pudo aún adormilada tomó su teléfono de la mesita de noche que tenía al lado de su cama, diez mensajes y dos llamadas perdidas de Sam.

9:00 am Levántate

9:00 am Buen día

9:15 am No holgazanees

9:30 am Lena Luthor, es un buen día, levanta tu lindo trasero de la cama

9:35 am Lena

9:35 am Lena

9:35 am Lena

9:36 am Lena

9:50 am Si a las 10:00 no recibo un mensaje tuyo juro que iré yo misma a levantarte

10:00 am Es todo, voy en camino

Estoy despierta mujer, déjame ser 10:15 am

10:16 am Más te vale que hoy salgas de tu cama, te quiero

Ciertamente Lena no tenía muchas ganas de salir hoy, estaba cansada, toda la semana tuvo citas y juntas importantes, era escritora de hobbie, pero tenía que asistir a las juntas de L-Corp, porque también la administraba, no había dormido mucho, el café solo la mantenía medio despierta, para sobrevivir al día, era su mayor poder, sobrevivir con café y a veces alcohol. Sam decía que tenía que salir un rato a divertirse, a disfrutarse ella misma, respirar aire tranquilo, fresco.

Qué más da, pensó, saldré a relajarme un rato.

Se levantó de la cama, lavó sus dientes mientras escuchaba música, una playlist que había armado cuando tenía tiempo. Se metió a la regadera y se duchó. Optó por usar jeans, una sudadera azul y el cabello en una coleta alta, algo casual, decidió que iría a la librería. Era su lugar especial, su padre la llevaba de pequeña, siempre salía con un libro nuevo, su padre le indujo el amor por la lectura y aunque ahora ya casi no tenía tanto tiempo para leer, disfrutaba de un buen libro cuando podía; hace mucho no compraba un libro nuevo y pensó que era la oportunidad para hacerlo. Tomó un café debidamente preparado sin azúcar y salió de su casa.

Estaba cerca de la librería por lo que optó ir caminando; al entrar recibió esa paz, el recuerdo de su padre, aún se mantenía ahí la esencia. Tomaba un libro que había llamado su atención cuando sintió que alguien chocaba contra ella, no la lastimó pero hizo que soltara el libro. No le molestó pero se preocupó por la chica que había chocado contra ella, se veía nerviosa y apenada.

-Tranquila, está bien, a todos nos pasa, suelo ser un poco torpe- le dije para calmarla

-Yo ah, toma, perdón, no era mi intención, espero no haberte lastimado-

-Gracias, no, estoy bien, no te preocupes. Solo ten más cuidado, puedes lastimarte-

Linda chica, pensó, se veía bonita, un poco torpe, pero bonita. De cierta manera le alegró un poco más la mañana. Al estar en la caja se la encontró de nuevo y por casualidades de la vida habían comprado el mismo libro. Desde luego se lo hizo saber.

Lena salió de la librería con una sonrisa, pequeña, pero era una sonrisa, una sonrisa encantadora, que podría poner al mundo a sus pies si quisiera, pero por el momento solo quería llegar al parque para poder leer, otro legado que había dejado su padre, la lectura a la orilla del lago; disfrutaba tanto eso, podría pasarse la vida así. Las enseñanzas y los momentos con él, eran algo que marcaba Lena y lo llevaba en lo más profundo de su corazón.

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¿Qué tal? espero que estén muy bien, este es mi primer fanfic, espero que le agrade, sinceramente no sé como van a ser las fechas de las actualizaciones, pero espero que no tarden mucho. Sería de mucha ayuda que lo comentaran, reaccionaran, que me digan que les parece.

Son las 2:25 am y aunque no tengo sueño, mi cerebro no coordina muy bien, así que si tengo una falta ortográfica o gramatical, házmela saber.

Atte: Jou Luthor

Tengo tik tok: @jou_mcgrath_

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Superposición Cuántica (Supercorp Au)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora